Saori Kido - Relato de una diosa

La celebración

Conforme iban pasando los días, nos íbamos acercando un poco más... no tengo dudas que mi miedo ilógico hacia su rechazo no me llevará a ningún lado. Es claro cómo me está afectando psicológicamente. Entre esos temores, también se encontraba el repudio de la sociedad ante algo, supongo, un tanto escandaloso.

- ¡Que cobarde! ¿Y si inesperadamente Saga se enamorara de otra señorita? Mis vueltas en confesarle mi amor o una declaración tardía sería la causa de un posible alejamiento permanente de él... ¡Eso sería terrible y triste para mí!

Necesitaba calmarme de alguna forma, aunque se me hacía imposible hacerlo. Dicen a veces que el miedo está para indicarle a la gente que camino tomar; ya que hacer siempre lo mismo, es decir, quedarte cómodamente en tu "burbuja" tarde o temprano te mata. Solo me queda meditar y juntar fuerzas para salir de mi monotonía absurda, por decir de alguna manera.

Mas tarde, ese mismo día, mirando el bellísimo ocaso en la cima de los 12 templos del Zodíaco, recordé que ya estábamos en vísperas de mi cumpleaños, faltaba muy poco para el 1 de Septiembre. Pero, no me sentía con ánimos de festejar... aunque delante de Saga lo disimulaba mágicamente.

Hasta que llegó el mencionado día... ¡mi cumpleaños! Han llegado repentinamente todos mis Santos de Oro y me dieron una gran fiesta sorpresa. Lo que sea que estaban haciendo anteriormente, ya sea viajes o paseos, lo han postergado por mí y eso lo valoré mucho. No sólo eso: también han preparado un hermoso catering. Hubo baile, bebidas, comidas deliciosas y una montaña de obsequios.

Aioros de Sagitario, -mi protector como lo llamé siempre- me dedica unas hermosas palabras junto a su novia... ¡Así es señores! Aioros ya formalizó con una hermosa dama palestina. En realidad, varios de mis Santos ya estaban en pareja disfrutando del amor.

Pidió silencio y emocionado, ante la mirada de todos los presentes, dio inicio a su pequeña declaración:

- Señorita Saori. Pareciera que fue ayer cuando la tuve tan pequeña y frágil en mis brazos. Que rápido ha pasado el tiempo, ¿no? Sin dudas, esa bebé indefensa que cargué y protegí tanto, hoy se ha convertido en una radiante mujer. ¡La que aceptó su destino como Atena y nos guió a la victoria en todas nuestras batallas! Le deseamos que sea inmensamente feliz, que siga sumando más años a su existencia y gracias por formar parte de nuestras vidas. ¡No podemos estar más contentos con usted!

Solo restaba darle un emotivo y fuerte abrazo, ante el aplauso energético de todos.

- Muchas gracias Aioros. Gracias a todos por este lindo evento, debo admitir que me han tomado por sorpresa. Si estoy pasando un buen rato ahora es gracias a todos ustedes y su honrada presencia. ¡Se los agradezco con el alma!

Saga se acerca a mí y me entrega un ramo de hermosos lirios blancos. ¿Cómo se ha enterado que estas eran exclusivamente mis flores favoritas? Solo él lo sabe. Cuando me encontraba sintiendo sus delicados aromas, siento caer una pequeña nota en una letra cursiva y muy prolija. La leo y después lo veo fijamente con asombro. Él me responde con una sonrisa y voltea rápidamente hasta perderse en la oscuridad del Palacio.

Comprendí su indirecta a la perfección. Quería que lo siguiera, y eso hice.