Saori Kido - Relato de una diosa

El ángel de cabello azul

Ya en medianoche, como no podía conciliar el sueño aún, me desvelé yendo a la terraza a tomar una taza de té con limón, y también a mirar un poco el tranquilo cielo nocturno. Ese fue mi momento culmine de tranquilidad y reflexión para pensar de la vida y todo lo transcurrido hasta el día de hoy. Tan así, que no tomé en cuenta la hora. Sin jactarme de ello ya era muy tarde.

Consciente ya de que tenía que irme, decidí tomar el rumbo a mi cuarto para descansar. Todos dormían menos yo, era la única que vagaba por la mansión a altas horas de la noche. Pero... antes de llegar al mencionado lugar, ví que la puerta del cuarto donde Saga descansaba estaba entreabierta, y no pude evitar la curiosidad y asomar mi cabeza. Realmente, fue más fuerte que yo.

Y ahí estaba el señor, durmiendo como un ángel, así que decidí entrar a verlo muy sigilosamente. Tenía la luz de su mesita de noche prendida, su enorme y abundante cabello azulado caía naturalmente desde la cama... tenía su torso desnudo y un pequeño libro en manos. Al parecer se durmió leyendo una novela dramática o algo así. Sé que no era correcto invadir su espacio personal de esa manera, pero no pude contra mis impulsos. Admiré su cuerpo escultural de pies a cabeza.

— ¡Qué hombre tan encantador! ¡Es la elegancia en persona! Nadie jamás se imaginaría que alguien como él haya pasado por tanto. Cuanto has sufrido, hermoso Saga... ¿porqué el destino se ensaña siempre con las buenas personas? No lo sé con exactitud. Estas ganas de protegerte de tus propios pensamientos, va aumentando más en mí. Sólo quiero que estés bien, que intentes llevar una vida normal. Ese es mi deseo.

Después de unos cuantos minutos parada frente a él, sustraje pausadamente el libro de su mano, lo tapé con su sábana, como si una madre abrigara a su hijo para que no pase frío. En silencio apague la luz y me fui a dormir.