Saori Kido - Relato de una diosa

Transformación

Esa idea que daba tantas vueltas en mí, era un simple cambio de look. Verme un poco más ‘moderna’, nada más. Pienso que el cambio interno que experimenté hace poco y sumarle ahora el externo irán muy bien de la mano. Toda esta transición es algo que me ha costado mucho y creo que cualquier chica desearía complementar ambas partes para sentirse 100% íntegra.

Rápidamente di rienda suelta a mis ideas. He descubierto que mi cuerpo se ha desarrollado un poco más para mi sorpresa. Ese fue el empujón final para seguir adelante con mi concepto.

Mientras Saga dormía en nuestra suite de hospedaje, a primeras horas de la mañana, me levanté sin hacer ruidos para visitar un estilista. Admito que este era uno de mis deseos más recurrentes: ¡cortar mi cabello a los hombros!

Después de darle unas pequeñas explicaciones a ese señor estilista tan simpático, procedió a hacer su trabajo. Media hora después, sentí inmediatamente que mi cuerpo pesaba 5 kilos menos... Mirándome al espejo, sonreí. Estaba contenta con el resultado.

Dicen que la mujer que corta su cabello repentinamente es porque está a punto de cambiar su vida. Es como un proceso que hacemos inconscientemente para cerrar ciclos y dar así la bienvenida a todo lo nuevo.

El paso siguiente fue el cambio de vestuario. Dejé a un lado esos vestidos monótonos blancos para darle así la bienvenida a la vestimenta colorida y tradicional. Pasado ya el tema de la ropa, seguí con la parte que a mi parecer es la más importante: el make up. Elegí un maquillaje tenue y suave, en tonos nude, pero que a la vez destaque bien mis rasgos faciales.

Terminada ya mi tarea, 2 o 3 horas después aproximadamente, regreso con Saga y mi nuevo yo. Todavía descansaba, por lo que decidí preparar su desayuno. Luego de un pequeño tiempo, ya despierto y atraído por el rico aroma, casi se cae de espaldas al verme. ¡No lo podía creer! Quedó boquiabierto, hacía caras demasiado graciosas.

- Estoy muy impactado. ¡Te ves hermosa, brillas como el sol!

- Muchas gracias. Sólo espero que esto ayude a no volver a pasar malos ratos en público. Además, ha repercutido positivamente en mi autoestima y eso es algo que me alegra mucho. Ha elevado mi espíritu.

- Tu alegría también es mía. Todo lo que te haga sentir mejor siempre estará bien para mí. Ahora sí, procuraré que ningún hombre te mire, ya que pondré muy celoso y refunfuñón. No querrán vérselas conmigo, jeje.

- Me encanta cuando te pones así. Que seas muy amable y bondadoso conmigo pero que saques a la luz tu carácter mostrando tus dientes en los momentos más cruciales, como lo hiciste ayer con esos tipos. Digno de un hombre protector y enamorado.

Saga pide que me acerque y me siente en su regazo. No hacía más que acariciar mi cabello y sentir mi perfume. Sus hermosos ojos verdes estaban totalmente posados en mí. Sentí enormes ganas de besarlo, abrazarlo y acariciarlo por debajo de su ropa. Por primera vez sentí ese calor particular incinerarme de pies a cabeza. El deseo de ambos estaba aumentando como la lava de un volcán antes de erupcionar. Ya estaba lista para el siguiente paso, el momento mágico…