Adorable Maldición(Terminada)

Renovación

Me preparo para ir a la universidad, tal y como lo he hecho en estos 123 años.

A veces me pregunto: ¿cómo se sentirá envejecer?, ¿quedarte para siempre en un solo lugar? hasta me he preguntado... ¿qué se sentirá morir? Pero bueno... mis pensamientos son interrumpidos por la llamada de una compañera de la uni, al levantarme me resbalo y caigo de culo en ese piso frío y duro.

¡joder! que forma de iniciar el día -pienso.

Me levanto con dificultad y atiendo mi teléfono:

Conversación por teléfono:

-¡Bella! ¿ya vienes en camino?

-(siempre tan animada) me estoy despertando apenas.

-¡¿QUÉ?! vas a llegar tarde a Precálulo.

-Llegaré... no te preocupes.

-Eso espero... ¿sabes? Me enteré que Fiona se cayó por las escaleras el viernes pasado .-dice estallando en risas.

-¿En serio? Ya era hora que regresará a su lugar... el piso.

-Nunca te va a caer bien... te dejo para que te arregles. Apúrate que no me puedo burlar de los demás sin ti.

-Claro que sí puedes.

-Pero es mejor contigo.

-Está bien -sonrío- me arreglaré lo más rápido que pueda.

-Dale. Te quiero amiguis -cuelga.

Dejo el teléfono en mi cama y me desvisto sin ningún tipo de pena. Entro al baño y dejo que el agua de la ducha recorra cada parte de mi cuerpo, en esos momentos recuerdo países en los que he estado: Cánada, Italia, España, Japón y por último en el que estoy Venezuela. Es un país muy interesante, me gusto porque con ir de un Estado a otro puedo conseguirme con diferentes tipos de clima.

Termino de ducharme y me pongo lo primero que agarro de mi closet: un jeans azul oscuro con una camisa color crema, en mis pies uso mis tenis verde manzanita. Salgo como un rayo de mi cuarto y ni siquiera me detengo a despedirme de mis padres o a desayunar, al cerrar la puerta de la casa y me dispongo a seguir corriendo, tropiezo con un chico de unos 20 años, blanco, alto, de contextura delgada.