Las ventanas ocultas del alma

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Andrea Pérez, es una chica de unos 18 años, blanca, pecosa y de buen parecer. Aunque el cuerpo de la mayorías de las personas esta constituido la mayor parte con agua, el de ella no, el de ella estaba lleno de energía que nunca se agotaba. Ella te impulsaba ante cualquier indecisión que se te presentará, tenía un consejo para cualquier ocasión. Pero ella no siempre fue así...

*Narra Andrea*

A mis 13 años, presencie el asesinato de mi madre teniendo como ejecutor al que se hace llamar "Mi padre", después de una fuerte discusión (que era común entre ellos) mi madre fue a mi cuarto y mi padre la siguió hasta allí, siguieron la discusión en mi cuarto y yo los miraba desde la cama, mis lágrimas brotaban de mis ojos sin ningún tipo de control, quería que todo terminará, y así sucedió pero no de la manera que hubiera querido...

Mi madre se quiso ir del cuarto pero mi padre le cerró el paso, ella le pedía a gritos que se quitará pero él la sujeto de los brazos y la acercó hacia él para darle un beso, mi madre lo mordió y éste al recibir esa "muestra de cariño" la lanza contra el suelo.

-¡Bésame!

-No lo haré... -respondió mi madre desde el suelo.

-Si no me quieres besar es porque... tienes a otro ,¿¡VERDAD!?

-Si lo tengo ya ese no es tu problema.

-¡Perra! -la golpea en la cabeza con la lámpara, provocando que mi mamá quedará inconsciente.

 Al ver que no se movía corrí hacía ella y empecé a gritar, estaba fuera de mi, no podía creer lo que estaba pasando. Mi padre bajo y yo me recosté en la espalda de mi madre a llorar, le pedí a Dios que no se llevará a mi madre porque aún la necesitaba. Alrededor de 10 minutos regresó mi padre con un cuchillo en la mano.

-Si no es mía, no será de nadie. Andrea, sal del cuarto.

-No lo hagas papi -le rogué con miedo.

-Dije que te fueras -me sujeta por el cabello y me saca de mi habitación.

-golpeo la puerta- ¡No lo hagas!

Me voy corriendo al cuarto de al lado y salgo por la ventana, camino por el pequeño sobresaliente y llego a mi ventana, miro sigilosamente para que no me descubra. Mi madre esta despertando y él la sujeta por el cabello pegándola contra el suelo.

-Vas a morir, desgraciada.

-¡Suéltame!

-No... yo te amo, ¿tú no me amas?

-Ya no.

Eso lo destrozó por completo pero era la verdad, su expresión corporal daba a entender que estaba muy triste por esa respuesta pero se apoderó de él ese hombre loco del cual mi madre se quería separar.

-Pues ya no podrás amar a más nadie -la apuñala en el abdomen repetidas veces.

-mi mamá cae en el piso e intenta arrastrarse por el suelo hacia la puerta-

-No escaparás de mi -la apuñala por la espalda hasta que mi madre ya no se mueve.

-entro a la habitación- ¡Maldito asesino! -miro que alrededor de mi madre se esta creando un charco de sangre- ¿por qué? -la abrazo- ¡Aún no madre! -me miro al espejo que tengo a un lado y noto que me he cubierto con su sangre- ¡Desgraciado!

-suelta el cuchillo- Andrea, pequeña... lo siento... perdón... Teresa, ¿qué hice?

-¡La mataste! -me alejo de él- ya tú no eres mi padre -salgo corriendo de la casa y voy con los vecinos de al frente de los cuales mi madre era una gran amiga, toco la puerta.

-abre la madre- ¿Andrea? ¿por qué estás cubierta de sangre?

-Mi padre mato a mi madre, por favor llame a la policía.

-Por supuesto, mi niña. Entra y quédate con nosotros.

Después de eso, ellos se encargaron de todo. Llamaron a la policía y se llevaron preso a mi padre, desde ese momento vivo con la familia Díaz. Me han apoyado en todos mis sueños y siempre han sido muy atentos conmigo, pero no podrán suplantar a mi familia.

Todo lo que era se fue con mi madre: mi felicidad, mi energía, mi optimismo; mis ganas de vivir. Decaí en mis notas y me la pasaba encerrada en mi cuarto escuchando música sad viendo las fotos de mi madre y llorando hasta quedarme dormida. Así pase 4 años, al cumplir 17 el señor y la señora Díaz decidieron dejarme ir a vivir sola, fue algo inesperado y sentí que no estaba preparada para ese paso de mi vida. Ellos hablaron conmigo y me dijeron que todo iba a estar bien, estaría a 5 cuadras de ellos y que siempre iba a ser bien recibida en esa casa, porque ellos eran mi familia.

Me mudé 4 meses antes de que empezará la universidad, ellos tuvieron que pagar mi cupo porque mis notas no los ayudaron, aún así, no le veía el sentido a seguir estudiando, seguir hablando; seguir viviendo.

¿Qué sentido tiene mi vida? ¿cuál es mi propósito? No lo sé... sólo quiero terminar con esto

La depresión se había apoderado de mí y no había nada que la pudiera quitar o al menos eso pensaba

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La depresión se había apoderado de mí y no había nada que la pudiera quitar o al menos eso pensaba...

Adorable Maldición(Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora