Adorable Maldición

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Me despierto por el sol en mis ojos, me encuentro por fin donde he querido estar todo éste tiempo; con una sensación de tranquiidad y de compañía por la persona que se encuentra a mi lado durmiendo. Pero caigo en cuenta de en qué situación nos encontramos, mi familia... no sé si sea capaz de decírselo.

Me levantó de la cama y me doy una ducha antes de arreglarme para salir, el pobre exhausto no hace el menor movimiento porque en la noche no le di tregua. Me visto y le dejo una nota, diciéndole lo que haré; estoy segura de que si lo despierto no me va a dejar.

Salgo de su residencia y me voy caminando hasta llegar a mi casa, al entrar Jasper está en la sala sentado y tiene un semblante serio.

-Hasta que llegas a la casa, ¿acaso no pensabas volver?

-Jasper, lo siento por no avisar pero las cosas estaban muy tensas aquí como para querer volver.

-¿Solo por eso no volviste?

-No... también tiene que ver con Wiliam, yo... lo amo. Y quiero estar con él, solo vine a despedirme y a llevarme unas prendas de ropa, también me llevaré algunos de mis pasaportes. Te pido que por favor no te interpongas en mi camino.

-Se levanta del mueble-

-Jasper por favor no quiero luchar contigo.

-se acerca tranquilamente-

-¡Jasper!

-la abraza- Me alegra que al fin hayas logrado conseguir tu felicidad a pesar de tener que vivir con ésta maldición -una lágrima se desliza por su mejilla izquierda.

-Ésta maldición fue lo que me hizo conseguir mi felicidad, no la veas como algo malo, velo como una virtud o una ventaja, para mí es mi adorable maldición.

De esa manera me despedí de mi familia, Jasper me dijo que haría lo posible para apartar de nosotros a los lobos mientras estemos dentro del país, pero que ya afuera sus influencias podrían ser nulas. Andrea no se despidió de mí, se mantuvo encerrada en su habitación, me dolió que mi mejor amiga y cuñada no se despidiera de mí; esperaba que ella entre todos comprendiera lo que sentía y las razones por las que lo hacía, mientras subía al auto de Wiliam (Jasper lo llamó) miré hacia arriba y ella estaba viendo por la ventana, levanté mi mano en seña de despedida pero ella solo se ocultó tras la cortina.

-¿Dónde quieres que sea tu nuevo hogar?

-A donde sea, siempre que tú estés conmigo ése será mi hogar -le doy un beso.

-Te llevaré a unas islas, eso será parte de nuestra luna de miel.

-Pero... si nosotros no estamos casados, ¿cómo es que tendremos una luna de miel?

-Eso se arregla rápido amor mío -saca una cajita pequeña- ¿quisieras casarte conmigo? -la abre y en el interior se halla un anillo con la cara de un lobo.

-¿Cómo decir que no a semejante propuesta? Sí quiero.

-Ya está decidico, nos casaremos al llegar a la isla.

-Pero... mi familia, tu sobrina... se lo perderán todo.

-Oye, haré todo lo posible para que asistan. Sé que ellos también son parte de ti y quiero que ese día estés tan feiz que te duelan los cachetes de tanto sonreír.

-Te amo.

-Y yo a ti mucho más, mi hermosa rosa.

Adorable Maldición(Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora