Sé que el contenido del capítulo anterior no tiene nada que ver con el título pero es que una cosa llevará a la otra, en este se los explicaré.
Mi padre contrajo matrimonio a los tres años del fallecimiento de mi madre, lo odié por un tiempo pero comprendí que él tenía derecho de ser feliz, eso le hubiera gustado a mi madre. No le importaba si ella no era la razón de la felicidad, lo importante es que mi padre fuera feliz.
Karoline la conoció en Londres en una pequeña reunión de la familia en ese país. Se vieron, se hablaron y se gustaron. A fin de cuentas, el rey no es nadie si no tiene reina que lo proteja. El matrimonio disiparon cualquier rumor de decaímiento de la familia por la pérdida de un integrante de la familia tan importante, pero mi padre supo manejar el tema políticamente y no cerrar bocas si no graparlas.
No me la llevé bien con ella, ella no era mi madre; yo no la iba a aceptar. Una cosa es que mi padre quiera ser feliz y necesitó hacer esta jugada aunque no estaba convencido de sus acciones. Ella intentó acercarse, ser mi amiga, pero yo no estaba disponible para esa llamada. Pasaron 50 años y yo seguía sintiendome igual, pero era capaz de propiciarle una sonrisa a mi padre cada vez que lo veía
Una noche -parecida a la de Cánada- mi padre y mi hermano estaban en una reunión de último momento, mis hermanas se hallaban con sus novios, así que solamente estábamos ella y yo. Yo estaba leyendo "El Principito", el primer libro que obtuve de parte de mi madre. Salgo para la cena y ya Karoline se hallaba allí, me senté en silencio y empecé a masticar despacio.
-¿Qué tal tu día, Annastasia?
-Rutinario, ¿y el suyo?
-Unos pequeños inconvenientes en la oficina, pero van bien.
-Excelente. Buen trabajo.
-¿Quieres ir al teatro?
-Esta de noche.
-Las mejores funciones son en la noche, cuando la magia de la luna inunda tus pensamientos y el polvo de estrellas se queda en tus ojos.
-Muy poética andas...
-¿Quieres ir entonces?
-suspiro- supongo que es mejor que quedarnos encerrada. Voy a cambiarme, dame 15 minutos para asearme y peinarme.
-Termina antes, ¿o prefieres que comamos algún aperitivo afuera?
--me levantó- en realidad, estoy bien así. Debo controlar mi dieta, si como mucha carne luego no puedo controlar mi instinto, prefiero mantenerme en mis cabales.
Fui a asearme y me puse un sobre todo beige con un leggis negro y unos botines color arena con estampado de animal print, una bufanda blanca y un gorrito beige, el último toque es un collar con un dije de un lobo, me lo había regalado mi madre en mi último cumpleaños. Al salir, ella tenía un atuendo que la hacía ver más juvenil.
Nos lleva Alfred y disfrutamos de la función de las 8:30, al salir decidimos regresar solas a casa y como era de esperarse nos hicimos víctimas del robo. Dos hombres salieron de las sombras y nos rodearon; uno portaba un arma de fuego y el otro un arma blanca.
-Dennos todo lo que tengan.
-Por supuesto -respondió Karoline con completa calma entregándole su bolso- no tenemos más nada.
-¡Claro que sí! -se acerca hacia mí- ese collar es muy bonito, debe costar mucho.
-¡Ni se te ocurra tocarme! -me alejo de él y les gruño.
-Tiene compleja de perra la niñita -ríe- ven acá -se lanza sobre mí y me arranca el collar del cuello rompiéndolo .
-No... mamá... -empiezo a llorar- mami...
-¿Qué le pasa a esta niña? No importa, vámonos. Ya tenemos lo que queríamos.
-Disculpen caballeros -dice Karoline- pero no puedo permitir que se vayan, ahora que han lastimado a mi hija. Yo los lastimaré a ustedes -con esta última frase se quito su abrigo blanco y me cubrió con el- no la debieron hacer llorar -su cuerpo se transforma de una forma elegante dando espacio a una loba con el pelaje blanco cual si fuera nieve-
-¡¿QUÉ DEMONIOS?! ¡Corre!
Karoline en su fase de lobo se lanzó contra ellos y los desmembró lentamente, sabía bien en donde morder para que su muerte no fuera instántanea si no lenta y dolorosa. No sabía que Karoline tenía ese lado, al terminar con los hombres Karoline volvió a la normalidad y me abrazó.
-¿Estás bien?
-¿Por qué te transformaste?
-Hicieron llorar a mi hija, no puedo perdonarles eso.
Desde ese momento nos la empezamos a llevar muy bien, aún no le decía madre. Pero tenía que ir por partes. No es fácil aceptar un cambio.
Por eso es que ahora me siento mal, lo que le dije la debió haber lastimado y mucho, tengo que pedirle perdón. Y con eso en mente, voy a su alcoba.
-toco la puerta- ¿Karoline?
-Pasa.
-entró- Quisiera pedirte disculpas... no debí haberte dicho eso.
-Estabas moleta... te entiendo.
-No me entiendas... grítame, pegame, haz lo que sea conmigo. No puedes dejar que te traté así.
-Annastasia -acaricia mi cabello- tú misma te estás castigando, por eso yo no hago nada.
-Perdón.
-Tranquila, mi niña -me abraza- tengo algo para ti -va hacia un cajón y saca una pequeña cajita color champagne con un lazo verde- te lo iba a dar en tu cumpleaños pero creo que lo necesitas -me da el paquetico- abrelo.
-lo abro- creí que se había perdido... -es mi collar, completamente igual de como lo recordaba- ¿cómo?
-Lo tenían en la evidencia policial, tuvo que pasar por muchos lugares para no levantar sospechas -me lo coloca- sé que extrañas a tu madre, yo no la voy a suplantar, sólo quiero ser una amiga para ti. No espero que me llames mamá, sólo espero que puedas confiar en mi.
-Sé que mi madre estaría feliz de que una persona como tú se encargué de cuidarnos.
-Gracias mi niña, me alegra escucharlo.
Ya en la actualidad
-¿Y bien? ¿llamarás al chico?
-Debo hacerlo.
-Hazlo ahora, te reto y lo colocas en altavoz.
-Así son las cosas... bien -saco mi teléfono y marco el número desconocido- esta repicando, pero se complicará un poco ya que es movilnet.
-Que porquería.
Tuve que intentar 3 veces, en el tercer intento a espaldas de nosotras suena un teléfono pero no le damos importancia hasta que nos atienden.
-Aló, ¿quién es?
Lo que había escuchado por el teléfono, lo escuché igual a mis espaldas. Con el rabillo del ojo intento ver a la persona que tengo en ese lugar y no puedo creerlo... ¡ES ÉL!
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Adorable Maldición(Terminada)
Novela JuvenilAnnastasia es una chica que ha sido rebelde desde hace tiempo, no suele tener amigos y su tiempo libre se la pasa sumergida entre libros. Conocerá a William, un chico normal que le ocasionara problemas en su vida, ella querrá alejarlo por el secreto...