Dante soñaba cosas, soñaba que tenían a su madre, que la estaban torturando. Olía una celda sucia y con huesos de cadáveres tirados en el suelo. Tenían a su madre amarrada con cadenas, podía ver la sangre corriendo por su frente de la tortura. Veía mucha gente, muchos chicos y chicas no más grandes que él alrededor de ella. Viéndola como una especie en peligro de extinción. Entonces su madre lo volvió a ver y notó la sorpresa en sus ojos, pero en ese momento Dante despertó.
Tenía la respiración entrecortada y respiraba con dificultad. Se sentía cansado y aturdido.
"Acabo de soñar con mamá" escuchó de repente Dante en su cabeza.
"Yo igual" contestó Dante
Alba se pasó al siento junto a Dante y le contó su sueño, coincidía a la perfección con el sueño que acababa de tener Dante.
-Creo que sigue viva- susurró Alba- y se está tratando de comunicar con nosotros.
-Alba, sabes que no es posible que nuestra madre haga eso.
-Ella no, pero nosotros sí. Dante- dijo tomándole la mano, la cual estaba helada- puedo sentirlo, mamá sigue viva y está luchando por sobrevivir. La tenemos que encontrar.
Dante se quedó pensando. Rescatarla sería meterse a la boca del lobo, todos estaban persiguiéndolos y sería extremadamente peligroso. Volteó a ver a su hermana y notó la esperanza en sus ojos. Tal vez lo lograrían. Podían llegar a Londres, recuperar fuerza y salvar a su mamá.
Dante asintió y Alba lo abrazó.
-Sé que lo lograremos- dijo Alba muy convencida. No sabía lo equivocada que estaba.
Llagaron a Paris a media noche, necesitaban buscar un lugar para quedarse y pasar la noche. Hacía frío y había una extraña niebla en toda la estación.
Violeta iba al frente con Edahí, el cual volteaba cada dos minutos a ver a Alba. Todos presentían que algo no iba bien.
-Ya deja de verla- le dijo Violeta a Edahí.- Ya nos quedó claro que te gusta.
-No me gusta- dijo en un susurro- sólo me preocupo por ella.
-Ed, conozco esa mirada. Y no está mal. Me legra verte tan feliz dentro de tanta desgracia.
-Sabes que sería imposible, Vi. Necesitamos concentrarnos en sobrevivir, no me puedo permitir pensar en esas cosas en estos momentos.
-No le impongas reglas a tu corazón, porque la mayoría de las veces no las sigue.
Edahí asintió, pero ya no contestó nada. Sabía que estaba mal pensar en Alba de esa manera. Eran aliados, la prevalencia de su sangre dependía de ellos. No dejaría morir el único legado que quedaba de sus padres. Tenía que concentrarse, pero con Alba caminando a tan sólo unos metros de él, con su aroma y su forma de caminar le era imposible pensar en otra cosa. Tenía metidos en la cabeza esos ojos rojos, esa mirada tan serena y dulce como el primer día en que la conoció.
Tenía que dejar de penar en ella, así que mientras caminaban decidió ponerse a pensar en estrategias. En métodos de combate y en todo lo que aprendió en la escuela en Erytinen, antes de que el gobierno se volviera loco.
Llegaron a una especie de pensión y rentaron dos habitaciones. Era pasada la media noche. Cuando Dante y Alba estuvieron solos, Alba se acercó a su hermano y le dio un paquete pequeño.
- ¡Feliz cumpleaños! - dijo Alba derramando una lágrima. Dante la abrazó con fuerza y dejó que Alba se desahogara. Ese día cumplían 18 años. Dante le deseó feliz cumpleaños en un susurro, estaba a punto de romper a llorar junto a su hermana, pero debía ser fuerte por ella.
-Guardé ese paquete en mi mochila antes de huir de casa, por suerte siguió vivo.
-El mío se quedó en el tren- dijo Dante apenado- había conseguido un lindo libro de criaturas míticas para ti.
-Está bien- dijo Alba- al menos la pasaremos juntos- dijo con una sonrisa triste.
-Claro que sí- dijo Dante volviéndola a abrazar. - Por lo mientras hay que descansar, que mañana nos espera nuestro último viaje hasta un poco de tranquilidad.
Esas palabras sonaron esperanzadoras para ambos, pero incluso sin saber todo lo que estaba sucediendo, ambos sabían que era mentira esa frase. Que ya no tendrían tranquilidad en un buen rato, eso sí lograban sobrevivir.
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SANGRE DE BRUJO
Teen FictionAlba y Dante no son sólo unos hermanos de Eslovaquia, son algo más. "Sangre de brujo" les llaman a los de su especie, los últimos del planeta. Pero no son los únicos con sangre especial, existen muchos más. Sus vidas son relativamente normales, has...