Las muertes de mis antepasados

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-No Alba, no podemos hacer eso- dijo Dante casi gritando, pero al mismo tiempo le llegaron a la mente los pensamientos de Edahí con algo muy parecido a lo que dijo Dante.

-Chicos, es la única manera, el juicio de mamá es el lunes por la tarde y todos sabemos en qué va a terminar. Después de mamá sigue Alana. Sé que lograré perfeccionar el hechizo en cuatro días.

-Eso es cierto chicos, según la fecha en que capturaron a su madre el lunes sería su juicio según las tradiciones y reglas de nuestra familia.

-Pero Alba, lo que estás sugiriendo es un suicidio- Edahí parecía enojado.

-No, estoy salvando a mi madre, además, ¿por qué no confían en que podré hacerlo? ¿Acaso creen que no soy capaz de fingir ser mi madre y escapar con vida de ahí? Ya cumplí 18 años, mis poderes están completos.

-Ella tiene razón- asintió Sebastián.

-Vamos Alba, ambos sabemos que de los dos soy el que mejor controla los poderes, yo debería ir en tu lugar y tú dejas entrar a todos los demás.

-Los dos están actuando como idiotas- dijo Alba enojada y se metió a una habitación.

-La verdad es que deberían confiar un poco más en ella, al final de ella fue la idea- dijo Violeta sentándose en el sillón a leer un libro.

-¿Puedo pasar?- preguntó Edahí tocando la puerta de la recámara. Alba estaba sentada leyendo el libro de las sombras. Lo cerró y asintió.

Edahí se sentó junto a Alba y trató de tomarle la mano, pero Alba la quitó.

-Alba- dijo Edahí viéndola con sus ojos marrones.- No puedes hacerlo...

-¿Por qué?- preguntó Alba enojada.

-No quiero perderte...

Alba se quedó callada, podía sentir toda la energía alrededor de Edahí, era poderosa, incluso llegaba a marear un poco a Alba.

-No lo harás, sólo necesito que confíen en mí. Toda mi vida he sido sólo la chica que no sabe controlar sus poderes, la que siempre deseó ser normal, llevar una vida común y corriente, pero ahora sé que tengo el poder de cambiar las cosas, y sé que podré hacerlo. No quiero pensar toda mi vida que para lo único que nací, ni siquiera soy buena. Tengo la oportunidad de salvar a los que quiero, de luchar por todo lo que nos han arrebatado, necesito, aunque sea intentarlo.

Edahí se quedó pensando un momento, no sabía qué decir.

-Necesito que veas algo...- dijo Alba volteándose hacia Edahí y quedando cara a cara frente a él. Se acercó sus labios y lo besó, inmediatamente imágenes comenzaron a aparecer en la cabeza de Edahí.

Primero aparecieron imágenes de lo que parecía otra época, eran otro tipo de ropa y estaba ella amarrada a un palo de madera. Había más mujeres amarradas junto a ella.

-Las presentes son condenadas por la Santa Inquisición a pena de muerte por fuego, debido a sus actos cometidos contra el pueblo y contra Dios, se les acusa por brujería, a lo que se declaran culpables por el tribunal del pueblo tras las pruebas dadas.

Se veía la cara de pánico de Alba, entonces comenzó el fuego, los gritos de Alba eran insoportables, hasta que finalmente todo terminó.

Después Edahí vio un caso similar, pero a todas esas personas las colgaban, en otras las torturaban, las ahogaban y miles de cosas más. En todas y cada una Alba moría junto a las demás personas condenadas.

SANGRE DE BRUJODonde viven las historias. Descúbrelo ahora