Alba soñaba, estaba con sus padres. Su padre se veía joven, unos tres o cuatro años más que ella, al igual que su madre. Soñó que los estaban persiguiendo, y entonces acuchillaron a su padre en la perna y él cayó, lo agarraron entre seis o siete personas, y aunque él luchaba y lanzaba a algunos por los aires, cada vez llegaban más y más personas. Y esas nuevas personas lo herían con sus armas, entonces lo amarraron con un lazo negro. Con el cual al parecer perdió sus poderes, porque no siguió peleando. Ella intentaba correr a ayudarlo, pero no podía moverse.
-Papá, no- gritó ella cuando lo amarraron a una estaca que estaba clavada en el suelo a unos metros de distancia.
-Ahora sí brujito, este es el momento que estuve esperando por más de 30 años. Ver cómo los impuros sangre de brujo se extinguen, mis padres, mis abuelos y todos mis ancestros sacrificaron sus vidas para que llegara este momento- dijo un señor que se le hacía muy conocido a Alba. Estaba casi cara a cara con su padre, se veían las gotas de sangre bajar por el rostro de Alexander, pero él no mostraba ni una pizca de miedo.
Entonces el señor le dio un puñetazo a Alexander que le abrió la boca, comenzó a golpearle las costillas y finalmente le clavó un cuchillo en el costado izquierdo. Alexander ni siquiera se quejó. Sólo respiró profundo para aguantar el dolo.
-Esto es por haber separado a mi hija de nosotros, no me creo eso de que se haya enamorado de ti brujo, tú la hechizaste y ahora pagarás por eso. Por fin verás a tus padres en el infierno brujito, tendrás el mismo destino que ellos tuvieron. Aún recuerdo sus gritos, tu madre murió colgada, tu padre quemado. Aun no me explico cómo es que no te encontramos en ese departamento, es como si te hubieran desvanecido, pero ahora, casi 21 años después por fin terminaré lo que mi padre inició. ¡Por fin daré fin a los malditos brujos!- eso último lo gritó y todas las personas que estaban alrededor igual gritaron.
-Ah, y agradécele a tu primo Damián por esta victoria, el pobre iluso creyó que sería nuestro aliado, y aquí está.
En ese momento sacaron arrastrando a un chico que Alba no conocía.
-Damián- gritó Alex tratando de soltarse. Estaba todavía más golpeado que él.
-Lo siento Alex- dijo el chico con la voz ronca. Entonces amarraron a su primo a una estaca al lado de la suya. Sólo que la de él parecía más bien una horca.
-Dile adiós- dijo el que al parecer era el abuelo materno de Alba y en ese momento soltaron el tronco de madera donde había parado a Damián y sólo quedó sostenido por un lazo amarrado a su cuello, en cuanto cayó se escuchó un chasquido y la vida de Damián terminó en menos de un minuto.
-No se saldrán con la suya- susurró Alex, su voz era fuerte, potente.
-Oh, no, mi querido Alexander Danot, ya lo hicimos- y entonces prendieron fuego a los troncos que estaban debajo de Alex.
-Anima non morietur, quia non est immortalis.- comenzó a susurrar Alexander- Corpus sit amet lacus. Amor ignis vitae meae erunt et esse cum eam usque ad consummationem saeculi.
El fuego comenzó a aumentar y llegó a los pies de Alexander, quien repetía una y otra vez el hechizo.
Entonces cuando el fuego subió más en lugar de ver a su padre quemándose, era ella misma amarrada a la estaca y con todos viéndola cómo se quemaba, sentía el fuego en todo su cuerpo, gritó como nunca antes lo había hecho. Y antes de morir escuchó en su mente la voz de su padre.
"Evaporationem quia ego sum, ubi cinis salvus eris. Et ignis non nocuerunt mihi, siempre estoy con ustedes mi niña"
Y en ese momento Alba despertó, estaba sudando y tenía la garganta seca.
-Tranquila, fue un sueño- dijo Edahí que estaba sentado junto a ella en la cama.
Alba asintió y cerró los ojos al sentir las manos de Edahí acariciando su rostro. Edahí se inclinó sobre la cama y depositó un suave beso en sus labios. Después se separó y le sonrió a Alba.
-Auch- se quejó Alba al intentar sacar los pies de debajo de la sábana. Tenía ampollas en las plantas y dorso de los pies.
-Creo que fue más que un sueño- dijo alba viendo a Edahí, el cuál veía las heridas de Alba con asombro y miedo. Se paró de inmediato y llamó a Dante y Sebastián.
-¿Qué sucedió?- preguntó Dante al ver a su hermana con quemaduras en los pies, llegaban al tobillo.
-Creo que acabo de ir al momento en que asesinaron a papá- dijo Alba aún con la voz rasposa.- Lo vi todo Dante, desde cómo lo torturaron, cómo lo quemaron- y Alba les contó todo lo que había visto.
-¿Viajaste en el tiempo?- preguntó Dante sorprendido.
-No lo sé, sólo sé que cuando desperté ya tenía los pies así.
-Tenemos que curarla- dijo Edahí preocupado- esas son quemaduras de tercer grado.
-Tranquilo- le dijo Dante a Edahí- eso es algo que sí sabemos hacer.
Dante se sentó junto a su hermana y colocó sus manos sobre sus pies, sin llegar a tocarla.
-Ut sana quod est nocere de intus est quod videt malum sit.
Poco a poco las heridas de alba comenzaron a sanar hasta convertirse simplemente en pequeñas cicatrices.
-¿Saben curar heridas así?- preguntó Violeta sorprendida.
-Sólo sabemos curarnos entre nosotros, nunca hemos podido curar a nadie más.
-Aprenderán- dijo Sebastián que había estado sólo observando todo.- He visto a los brujos curar otras personas, sólo es cuestión de práctica.
-Chicos- dijo Alba llamando la atención de todos- creo que tengo un plan para salvar a mamá y a Alana.
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SANGRE DE BRUJO
Teen FictionAlba y Dante no son sólo unos hermanos de Eslovaquia, son algo más. "Sangre de brujo" les llaman a los de su especie, los últimos del planeta. Pero no son los únicos con sangre especial, existen muchos más. Sus vidas son relativamente normales, has...