Epílogo

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Cinco años después

-Alba- dijo Dante en la mente de su hermana, podía sentir cómo su hermano estaba sonriendo incluso a miles de kilómetros de distancia- ya nació, es una niña y tiene tus ojos.

Alba sonrió y volteó a ver a Edahí. Estaban acomodando unas cosas para la reunión que tendría con el tribunal, el cual había sido creado con miembros de Erytinen y de cazadores para mantener un equilibrio entre el mundo humano y el de los especiales. Además de ayudar un poco en situaciones de emergencia como catástrofes.

Sus abuelos habían sido desterrados de Erytinen y el tribunal se encargaba de que nunca volvieran a atentar contra algún cazador o sangre especial.

- ¿Cómo le van a llamar? - preguntó Alba aun sonriendo.

-Beth, porque ella es un nuevo comienzo para nosotros.

-Mañana salimos para allá, me saludas a Alana y muchas felicidades Dante, serás un gran padre.

Cuando le Dante le dijo que Alana estaba embarazada, casi se cae para atrás. Esa era la mejor noticia del mundo, sabía que esa niña tendría los genes de los Danot, era un nuevo comienzo para los sangre de brujo, era un nuevo comienzo para todos.

Al día siguiente que llegaron a Eslovaquia, el clima estaba frío, y se veía justo como cuando Alba se fue, aquella madrugada en que todo era caos, lágrimas e incertidumbre.

Llegaron a su casa y Dante salió a abrazar a su hermana.

-¿Cómo estás?- preguntó dándole un beso en la mejilla. Al parecer el ser papá estaba sacando el lado cariñoso de Dante.

-Bien, gracias- dijo Alba sonriendo. Dante saludó a Edahí y pasaron a la casa, detrás daba a una puerta que conectaba con la nueva academia que Alba y Dante habían abierto en Eslovaquia, varios sangre especial que querían comenzar de nuevo se mudaron para allá. Incluyendo a Sebastián, el cual después de un par de años aceptó su condición y usaba su entrenamiento de cazador para entrenar a los otros.

-Debieron haber visto el parto- dijo Dante riendo mientras subían las escaleras- con suerte no explotaron las ventanas, se ve que será muy traviesa- dijo sonriendo.

Se metió a un cuarto, el que antes era de Lili y sacó a la pequeña de una cuna. Tenía los ojos idénticos a los de Alba pero con el cabello del color de su papá. Alba no pudo evitar derramar una lágrima y cargarla.

-Hola Beth, soy tu tía Alba, yo te protegeré de todo, y no te preocupes, jamás tendrás que esconder esos lindos ojos que tienes.

Edahí veía la escena suspirando. Habían hablado sobre tener hijos en algún momento, pero sabía que sería después. Tenían todo el tiempo del mundo para eso. Violeta le había dicho que serían muy buenos padres, y él sabía que así sería, pero simplemente tenían demasiadas cosas de las que encargarse como para pensar en eso.

Violeta era la encargada del tribunal y de todo lo que tenía que ver con las relaciones entre Cazadores y Especiales, de hecho, su novio Diego, era de una familia de cazadores. Tizoc, sin embargo, estaba en Londres, siguiendo a otras redes de cazadores para invitarlos a unirse al tribunal.

-¿Estás bien?- preguntó Alba cuando notó su mirada ausente.

-Claro- dijo sonriendo- te ves muy linda a su lado- susurró.

Alba sonrió y lo abrazó, ya le había regresado a Beth a su papá y se la habían llevado con su mamá a que le diera de comer. Alana estaba en la cama descansando.

-Gracias- dijo Alba viéndolo a los ojos- algún día tendremos a los nuestros, te lo prometo.

Edahí sonrió y asintió. La tomó de la mano y la besó. Podía esperar. Toda la tarde estuvieron con Dante, Alana y Beth, en la noche fueron a ver la academia y Dante les explicó los cambios que había habido desde la última vez que fueron.

Alba y Dante estaban felices de lo que habían logrado en esos años, aunque al principio fue muy difícil, lo estaban logrando, estaban unificando aquello que alguna vez soñó su papá y aquello que alguna vez quiso su mamá.

Aunque a veces se equivocaban y tenían que hacer cambios, pero pasos pequeños los habían llevado hasta donde estaban en ese momento y sabía que mientras tuviera a sus seres queridos a su lado, sería invencible. Alba confiaba en lo que estaban haciendo, porque la guerra entre cazadores y brujos le enseñó que, cuando no sabes en quién confiar, la mejor opción es confiar en ti mismo.


Y listo, ahora sí es el fin. Muchas gracias por leer y por todo el apoyo.

No olviden estar al pendiente porque pronto comenzaré a subir los capítulos de Alex y Lili. Espero que todos estén bien, y como dijo Alba, confíen en ustedes mismos, porque yo sé que cada uno de ustedes puede hacer todo lo que se proponga. No dejen de luchar por sus sueños y siempre sigan adelante, nunca se conformen. Muchas gracias por no dejar que yo me conformara.

Nos leemos en el siguiente capítulo :)

SANGRE DE BRUJODonde viven las historias. Descúbrelo ahora