Al día siguiente todos salieron de la Torre, salieron de noche para que nadie los viera. Dante y Alba habían dejado de brillar una noche antes, pero Edahí podía sentir su energía todavía, estaba casi seguro que ya nunca desaparecería.
Fueron inmediatamente a la estación y esta vez fue Dante quien consiguió los boletos para Londres.
Alba y Edahí se sentaron juntos, mientras Dante y Sebastián hablaban del plan.
Edahí le tomó la mano a Alba por debajo de los asientos.
-Estás muy fría- le dijo Edahí a Alba.
-Estoy bien, sólo algo nerviosa. Nunca había tenido tanta responsabilidad sobre mí. Recuerdo cuando los exámenes finales eran lo que más me preocupaba en esta vida, hace dos semanas era esa chica.
-Te entiendo, antes de que los cazadores nos encontraran, ser el mejor en los entrenamientos lo era todo para mí. Siempre quise ser como mi hermano, pero nunca era lo suficientemente bueno. A veces pienso que yo soy el que debí haberme sacrificado, Tizoc era mil veces mejor que yo.
-Edahí, sacaste a tu hermana con vida de ese vampiro, nos salvaste de los lobos y de la sílfide. Eres suficiente y mil veces mejor.
Edahí sonrió, pero negó con la cabeza.
-Siempre me sentí perdido, Alba, solo seguía órdenes, jamás tuve que decidir sobre lo que quería hacer ni cuestionar lo que me enseñaban. Mi vida estaba resuelta, me graduaría de la Academia, conseguiría un puesto en el gobierno como papá lo tenía, probablemente conocería a una chica de Erytinen, nos casaríamos y sería considerablemente feliz. Nada repercutía en la vida de los que más quiero. En realidad, no sé si alguna vez mis decisiones habían impactado tanto en la vida de los demás. Tengo miedo de tomar mis propias decisiones y arruinarlo todo.
-¿Sabes qué es lo que me daba más miedo de crecer?- preguntó Alba. Edahí se encogió de hombros.
-Era eso, decidir sobre mi futuro, sobre lo que haría, sobre lo que sería, sobre las consecuencias de mis acciones, pero ¿sabes cuál fue la mejor parte de crecer?
-Eso- Alba se respondió inmediatamente- ser la autora de mis fracasos y de mis éxitos, al menos a partir de ese momento sólo yo era la responsable de lo que me pasaba, bueno o malo, y eso me hizo sentir un poco más poderosa. Decidir por ti mismo es un regalo que no todos tienen, te lo dice alguien que ha vivido su muerte miles de veces sólo por ser quien era y que fue molestada y acosada en la escuela por tener el valor de ser yo misma, sin oportunidad de elegir lo que quería, sin oportunidad de hablar. Siempre callada y nunca decidiendo nada por mí misma.
-¿No te da miedo?
-Estoy aterrada Edahí, pero alguien un día me dijo que fuera valiente, que tenía mucho más poder dentro de mí de lo que creía- dijo haciéndolo sonreír- es tu momento de creer en tus palabras Edahí, y además sabes que pase lo que pase estaré ahí contigo para afrontar las consecuencias. Como tú lo dijiste, podemos arreglarlo.
Edahí asintió y le sonrió, acarició su mano con sus pulgares y recargó la cabeza en el hombro de Alba. Tenía miedo por ella y lo que habían decidido hacer, Dante había hablado con él antes de que partieran de la Torre. Le advirtió sobre su hermana, que no era estable emocionalmente, que necesitaba de toda su ayuda para poder protegerla. Dante no confiaba en su hermana, o tal vez tenía la misma necesidad que Edahí sentía por protegerla, pero Alba era fuerte, era poderosa, sólo tenía que aprender a canalizar sus sentimientos para controlar sus poderes, así como él tenía que aprender a confiar en las decisiones que tomaba.
Edahí se quedó dormido mientras Alba leía, Alba llevaba días leyendo una y otra vez los diferentes conjuros que venían en el libro. Desde que tuvo ese sueño era como si la voz de su padre estuviera con ella, a veces sentía que en realidad estaba ahí junto a ella, pero sabía que sólo era su mente jugando con la realidad, su padre había muerto hacía 18 años. Los muertos no regresan.
Llegaron a Londres en la madrugada, todos estaban nerviosos y ninguno hablaba. Caminaron por las calles obscuras y frías de Londres. Las calles estaban tan desiertas como si también ellas tuvieran miedo de lo que podría pasar.
Estaban pasando por un callejón cuando Dante sintió la presencia de alguien.
-Alto- dijo haciendo que todos se detuvieran- alguien nos viene siguiendo.
Se pegaron más unos con otros para que todos estuvieran cubiertos por el otro, se escuchaban unos pasos silenciosos que venían del final del callejón y se acercaban a ellos.
Todos sudaban frío, el miedo casi se podía respirar en el aire con cada exhalación que cada uno daba. La noche era fría. Violeta había perdido el color de la cara por el miedo ante lo desconocido. Dante estaba alerta, con la mano preparada para lanzar un conjuro al primero que se acercara.
Edahí le tomó la mano a Alba e hizo que una sensación de calidez recorriera todo el cuerpo de la chica, lo cual ayudó porque moría de frío. Alba sostenía fuertemente la mano de Edahí, como si su vida dependiera de ello.
-¿Tío Emiliano?- preguntaron sorprendidos Alba y Dante al ver la cara de la persona que salía de entre las sombras.
***Hola a todos, pues lo prometido es deuda. Aquí está otro capítulo, espero que lo disfruten, voy a hacer un esfuerzo para actualizar un capítulo al menos cada cuatro días, ya que el final se acerca cada vez más y muchas cosas están todavía por pasar. No olviden votar y comentar. Nos leemos en el siguiente capítulo
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SANGRE DE BRUJO
Teen FictionAlba y Dante no son sólo unos hermanos de Eslovaquia, son algo más. "Sangre de brujo" les llaman a los de su especie, los últimos del planeta. Pero no son los únicos con sangre especial, existen muchos más. Sus vidas son relativamente normales, has...