8; two ghosts.

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advertencia; es solo narry aquí, y es como que mi narrie tenía que salir y aunque este es un AU, siempre me he reído porque todos se enfocan en 2 personas para las que según seria esta canción cuando hay una tercera que también tiene ojos azules y labios rojos, y ciertos tatuajes de harry, PERO es solo mi opinión ahre.

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Era una noche común y corriente en la lluviosa ciudad de Seattle. El pequeño bar en la calle Este de la ciudad, brindaba un ambiente cálido, que atraía a las personas que querían alejarse del frío. Pequeños focos colgaban por todos lados, los sillones de cuero color vino y las decoraciones de madera hacían el lugar muy acogedor.

Era un bar concurrido, donde el jefe había jurado que grandes bandas habían empezado sus carreras y por eso el lugar era el favorito para los jóvenes con sueños de querer convertirse en una súper estrella. Funcionaba de una manera tradicional por supuesto, donde las dos partes salían ganando. George, el jefe del local, tenía música en vivo sin mucho esfuerzo y los chicos que cantaban tenían la oportunidad de que algún caza talentos los encontrara. ¿Justo? Depende. Pero funcionaba y nadie se quejaba. Así que cada día, a las ocho, Dbag abría sus puertas y como era costumbre, el chico de rizos castaños ayudaba a George a acomodar el pequeño escenario.

- ¿Empezarás tú? - el hombre con la barba más cuidada que Harry había visto en su vida, le cuestionaba mientras iba detrás de la barra, preparando las botellas de vodka y whisky.

Harry negó, quitándose un poco del sudor que caía de su frente. - Vendrá una nueva banda. - dijo y George sólo asintió, confiaba en aquel chico, sabía que no traería algo que no encajara con el lugar y siempre recibía buenas críticas.

George observaba a Harry trabajando porque el escenario quedara perfecto, desde hace dos años que venia al bar para probar suerte y que alguien descubriera su talento. Todos sabían que él era una estrella, que en algún momento llegaría lejos. Pero George no iba a dejar que algún bastardo se aprovechará de la inocencia que Harry podía tener a los dieciséis años. En el primer mes que el ruloso había estado presentándose en el bar, George había recibido ofertas para Harry, quien no tenía padres pues era un inmigrante inglés, Seattle, una ciudad muy diferente a la pequeña localidad de donde venía el chico, bueno, no iba a dejarlo solo.

Sin embargo, ahora con dieciocho, George podía ver a un hombre listo para salir y afrontar su vida por si solo. Las ofertas seguían llegando, y ya no habría problema. Claro que no. Harry podría irse en cualquier momento, sino fuera porque ahora había algo más...alguien más.

- ¡Harry! - la voz suave, después del tintineo de la puerta al ser abierta, resonó en el lugar, un pequeño rubio con una chaqueta de mezclilla holgada hacia su entrada, una sonrisa adornaba su precioso rostro y se dejaba envolver por los brazos de un, aún más sonriente Harry.

- ¡Viniste! - la voz era de felicidad pura en el mayor. Todos podían ver cuanto amor se profesaban el uno al otro.

- Te dije que vendría. - respondió el rubio, que colmaba de besos a Harry, sus manos jugaban con los rizos que caían por su nuca y sonreía cada vez que su novio quería profundizar en el beso.

- Creí que tenías exámenes. - Harry miraba con ceño fruncido al rubio, quien se encogió de hombros con una sonrisa avergonzada.

- Quería verte. - Harry iba a reprocharle pero Niall le tapó la boca con una mano y le dedicó una mirada de cachorro.

El más alto no tuvo más opción, siempre se doblegaba ante aquel pequeño irlandés, rodó los ojos y le termino abrazando, alzándolo hasta que el rubio enrollo sus piernas en su cintura y se lo llevo hasta la tarima del escenario.

ONE SHOTS; STYLAN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora