⚠️ le había puesto primero from the dining table pero para esa canción tengo otro shot más triste.
Era noviembre de 1999. El cielo estaba oscuro con nubes grisáceas y llenas de agua. El frío golpeaba en el ventanal y Harry Styles observaba el lado vacío de su cama como cada día.
Sus ojos verdes totalmente abiertos contemplaban su habitación oscura. Sólo su ligera respiración era el único indicio de que estaba vivo.
Después de media hora, siendo las 8 de la mañana Harry se levantó y como si fuera un robot fue al baño, se dio una rápida ducha, se quito la barba que comenzaba a cubrir su rostro y se quedó otra vez mirándose en el espejo. Los recuerdos de cuando solo tenía 15 años y la granja en Holmes le atacaban, en ese entonces tenía una mirada llena de vida, piel deslumbrante y rizos rebeldes que acompañaban con una enorme sonrisa.
Ahora todo había cambiado. Con sus casi 30 años era una persona completamente diferente. Su mirada vacía y gesto duro eran su nueva marca. Se habian llevado todo de él.
Bajando la escalera de esa enorme casa que en el algún momento fue hogareña y cálida, Harry se hizo un desayuno. El corte a los vegetales fue lo único que se escucho antes de que se colocará un enorme abrigo y se dirigiera a su auto.
La calle estaba vacía, solo unos niños más allá jugaban con una pelota de goma mientras sus madres platicaban animadamente en el jardín de una de ellas.
Sus guantes se apretaron al volante y encendió el auto. Eran las 10 en punto, lo corroboró en su viejo reloj y salió cerrando el garage.
La radio estaba apagada y solo la calefacción hacia ruido. Concentrado en la carretera no noto los cambios que había tenido la ciudad. No le importaba de todas formas. Comenzó a adentrarse a ese camino lleno de piedras y pasto, el auto se movió un poco brusco pero era común, todos los días pasaba por ahí. Siguió hasta que el edificio color verde musgo con grandes ventanas aparecio al final.
Estaciono, saludo con un asentimiento al guardia en la entrada y el olor a hospital lo envolvió. Dio pasos grandes hasta el ascensor, cuanto este iba a cerrarse una mujer grito que esperara así que Harry detuvo las puertas con su mano y la dejó ingresar.
– Gracias. — le dijo con una sonrisa mientras acomodaba su largo cabello rubio. Harry sólo asintió y pasó sus manos atrás.
— Se me hizo tarde para la visita a mi esposo. — comenzó una conversación trivial, como si no notará que Harry solo esperaba llegar a su piso. — Y veo que vamos al mismo lugar. — otra sonrisa más le fue dirigida. Harry por fin paro a ver a la mujer, tal vez tenían la misma edad, llevaba una falda ceñida a sus esbeltas caderas y una camisa blanca con un escote pronunciado.
— Mi esposo esta internado por un accidente que tuvo jugando fútbol. — continuó cuando vio que Harry no iba a contestar algo. — He estado viniendo desde hace una semana. ¿Usted viene diario? — preguntó en un tono más bajo y batiendo sus pestañas. En el pasado Harry lo hubiera encontrado divertido, ahora solo lo irritaba.
— Si. Todos los días. — murmuró en voz grave.
La mujer sonrió con tristeza. — Lamentablemente dan de alta a mi marido mañana. Hubiera sido espléndido haberlo conocido en ese momento y pasar el rato que estemos aquí juntos. Claro, después de que haya visto a mi esposo y usted a su esposa.
Una media sonrisa se posó en sus labios y mirando al suelo negó con la cabeza. El ascensor por fin llegó a su destino y antes de que las puertas se abrieran Harry miro a la mujer a los ojos.
— Es esposo. Vengo a verlo diario y no me importa ver a nadie más que a él mientras estoy aquí. Con permiso.
Dándole una sonrisa encantadora, Harry salió de ahí dejando a la mujer con un sonrojo de vergüenza. No le importo de todas formas, siguió la pasillos que le llevarían a la habitación que buscaba. La puerta de color verde menta con un 514 dorado le recibió y como algo rutinario entro. Todo cambio. Su duro gesto en la mandíbula se suavizó, sus ojos brillaron un segundo, y mientras caminaba más cerca de la cama su corazón latía fuertemente.
— Cariño...
Tomando la mano del rubio Harry sonrió lentamente y se inclino a aplastar un beso en la fría frente del que estaba en la cama.
— Una mujer nefasta en el elevador intento coquetear conmigo teniendo esposo, ¿puedes creerlo? — rio sin humor. — Claro que le dije que yo también tengo esposo. Supongo que no le agrado. Igual no me importa.
El silencio volvió a asentarse en aquella habitación. Harry tenia la pequeña mano del castaño entre las suyas, dándole calor con suaves caricias. Su mirada viajo por aquel cuerpo extendido en la cama, su pecho apenas subía y bajaba y sus párpados se mantenían cerrados. Como siempre.
Tembloroso beso la mano que aún sujetaba y sin darse cuenta la mojo con sus lágrimas. Se quedó observando un poco más al chico delgado y que apesar de todo seguía siendo hermoso. Lo recuerda a los 15, a los 20 y hasta los 24 cuando se casaron. Niall Horan siempre estaba ahí.
Con el tiempo las lágrimas se secaron en su rostro y la doctora entraba en la habitación. Sonrió ligeramente al hombre ahí. Con sus típicos papeles en las manos se acerco un poco y se quedó en los pies de la cama.
— Siempre aquí. A la misma hora. — murmuró la mujer y Harry sólo asintió.
— Uh... ¿Hay alguna novedad?
Eso era rutina. Harry preguntaba y la doctora solo negaba. Aún cuando siempre obtenía aquella respuesta no la dejaría de hacer.
— No, lo siento.
Harry solo apretó más la mano de Niall entre las suyas y aguanto el llanto.
— Han pasado dos años, señor Styles. ¯ murmuró. — Necesita seguir con su vida.
El corazón de Harry se paro y miro a la mujer como si estuviera loca. — Mi vida dejó de serlo en el momento en que ese trailer impacto nuestro auto y Niall quedó en coma.
Se asentó un duro silencio.
— Todo fue mi culpa. Él dijo que nos quedáramos en casa y yo sólo le dije que no podría pasar su cumpleaños en casa y deberíamos salir a festejar. Si tan solo lo hubiera escuchado...
La doctora sintió el dolor de aquel hombre y solo pudo bajar la cabeza. Sintiéndose imprudente por su comentario.
— Tiene razón, es su elección no debería cuestionarla.
Harry se limpio las lágrimas y negó suavemente. — Esta bien. Lo entiendo.
El silencio se volvió a asentar en la habitación mientras Harry veía a Niall. Lo hace mientras recuerda su risa, y esos días soleados en la playa cuando el rubio lo obligaba a jugar en el mar o a recolectar caracoles. Todo era tan perfecto. Niall era un doctor joven, con toda una carrera por delante y Harry un abogado que había dejado su vida en New York para apoyar a su esposo. Todo marchaba tan bien para ambos, era demasiado bueno como para que durara.
Harry siempre se lamentaba no haberle dado el asiento de conductor a su pequeño esposo, pues si lo hubiera hecho el que estaría en coma ahora sería él y no Niall.
Lo extrañaba demasiado. Tanto que los antidepresivos ya no funcionaban y la ansiedad que tenía de no despertar nunca le atormentaba. No podía vivir sin la luz de Niall.
Aunque, Harry no era el único sufriendo. Él no sabía que su esposo luchaba todos los días con el anhelo y dolor que le hacía no poder ver a su esposo, porque Niall siempre escuchaba el llanto de Harry y no podía hacer nada.
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ONE SHOTS; STYLAN.
Fanfictionfriendly reminder; niall is harry's sweet creature harry is niall's flicker of hope one shots sobre n+h.