12; gentleman.

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- ¿Por qué tengo que hacer esto? ¯ su tono sureño era claro en cada una de esas sílabas que pronunció haciendo que el ceño del hombre que leía tranquilamente en una esquina se frunciera, sus ojos verdes se alzaron del tomo IV de Darwin en los que estaba concentrado y los fija en el muchacho que luchaba con mantener una postura erguida mientras caminaba de un lado a otro en esos nuevos zapatos.

Si Harry no fuera tan serio y estoico seguro hubiera reído o sonreído al menos un poco, pero se quedó sin demostrar algún sentimiento más que alzar una ceja, gesto que obligo al rubio a bajar la cabeza y volver a su problema de caminar como el señor Styles le indico.

- Sé que no te agrado, sabes... -la voz de Niall apenas en un susurro captó la atención del conde, que sin despegar la vista de su libro si lo escuchaba atentamente.

- Y por eso mismo me pregunto, ¿por qué haces esto por mi? Era un simple campesino. Trato de entenderlo pero no puedo. - los gestos que acompañaban a esas palabras hicieron que Harry con un suspiro dejara a un lado el libro y con la elegancia que le caracteriza se puso de pie, sin decir nada camino lentamente estudiando los movimientos del chico que por estar tan concentrado en no caer, no se había percatado que Styles estaba a nada de él examinadolo, por eso lo siguiente que se escucho fue una enorme carcajada por parte de Niall mientras tomaba los fuertes brazos del hombre castaño.

- Lo siento, no te vi. - se excuso y en un giro para nada grácil que haría que la madre de Harry abriera los ojos con horror, tomo los libros y se los coloco en cabeza.

Harry lo observó con clara frustración, siempre hacia eso, ese lindo muchacho de enormes ojos azules había llegado a su vida desde el primer momento para hacerle rabiar, frustrarle y mover su mundo entero. Con un resoplido se acerco al rubio que tenía un parloteo sobre como aquella alfombra no combinaba para nada con las paredes, y que si le daba permiso él podría darle un tono más a la francesa pues era lo que estaba de moda.

Con cuidado lo tomó de la cintura para detener su paso y le quito el libro de la cabeza. - No puedes tocar esa alfombra, mi hermana te mataría. - dijo.

- ¿Gemma? ¡Gemma me ama! Siempre me trae de esos dulces de mermelada que tú no me dejas comer.

Harry suspiro, tratando de no mostrar que lo que había dicho el inmigrante irlandés le había causado un poco de gracia. Inclinándose ligeramente para atrapar la mirada azulada habló suavemente.

- Te he dicho que eso de los libros sobre tu cabeza es una ridiculez y tú lo sigues haciendo.

Niall lo observó unos segundos y sonrió en grande, esa sonrisa de niño inocente que no tenía nada de elegancia pero podía hacer que las piernas de Harry temblaran por un segundo. Sin poder controlarse, el mayor tomo uno de los mechones rubios que caían desordenados sobre la frente de Niall y lo miro con reproche.

- Tampoco te dejas peinar, ¿por qué? - su voz trataba de que sonara dura, pero teniendo tan cerca al chico le era imposible y siempre terminaba bajando el tono hasta uno suave que muchas veces el mismo Niall le decía que lo relajaba tanto que podría dormir mientras le hablara de esa manera.

Con un suspiro dramático, el rubio se dejó caer contra el pecho del mayor. -¡Ay, Harry! Mi lindo Harry, si supieras lo que quieren hacerle a mi cabello, ¡Lo quieren embarrar de esa sustancia viscosa asquerosa! No puedo permitirlo, ¿entiendes verdad?

Niall era un actor y dramático de primera, Harry lo sabía, aparte de que era caprichoso y con esos ojos de cachorro que siempre le regalaba al mayor de los Styles conseguía lo que quería.

Con un suspiro cansado, Harry trato de separarse del agarre que el menor aun tenía en su cintura, negando como niño pequeño enterró la cabeza en el pecho del rizado y balbuceo unas palabras.

ONE SHOTS; STYLAN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora