Capitulo 12

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Pasaban había caído la noche, habían transcurrido más de tres horas "tomando la merienda", hablando de todo un poco, iniciaron la conversación en torno a Andy, después sin saber por qué Joseph le relató su historia completa de cómo había forjado sus empresas. Tory absorta en su conversación le confesó que lo admiraba por su entereza y le contó que quería ser una gran arquitecta, le habló de su pasión por crear y de las miles de ideas que tenía para innovar. Le contó como su padre era el mejor arquitecto de todos los tiempos y como había empezado su empresa.

- Y... si la empresa de tu padre era tan prospera, ¿por qué no eres una rica heredera?

El rostro de ella se ensombreció. Y suspiró profundo.

- Mi padre tenía un mejor amigo. Simon Oswald. Él se unió a la compañía de mi padre después de un par de años de funcionamiento. Al principio mi padre le pidió que se asociaran pero él se negó argumentando que mi padre era solo un arquitecto recién egresado, no poseía reconocimiento, ni un apellido respaldado por una familia prestigiosa. Mi padre, era un huérfano que salió adelante gracias a su entereza y a la colaboración de una persona que lo apadrinó toda la vida. Oswald fue su compañero de Universidad, pero a diferencia de mi padre Oswald si contaba con familia. Luego de que se graduaran Oswald se empleó en una importante firma de abogados y mi padre empezó a trabajar en pequeños proyectos de construcción. Con algo de dinero ahorrado y financiado por el banco finalmente pudo crear "NUOVO ARCHITECTURE", fueron 25 años de trabajo que mi padre le entregó a su empresa.

Andy se había alejado un poco de ellos gateando, se tomó del borde de la mesa y logro ponerse en pie con mucho esfuerzo tratando de estabilizar las frágiles piernecitas, y todo con el objetivo de alcanzar las brillantes y llamativas bolas plateadas ubicadas sobre la mesa de cristal.

- Andy, no hagas eso, las romperás. – le reprendió Tory.

El pequeño la observó fijamente como si entendiera sus palabras, pero hizo caso omiso de ellas.

- No te preocupes, no son de cristal. Démosle la más pequeña para que pueda jugar con ella. – Joseph lo tomó de los brazos y lo ubicó de nuevo entre ellos dos y le entregó la bola plateada más pequeña. – continua. – le pidió a Tory después de que el pequeño curioso empezó a mirar con interés la bola.

- Hace un par de años Oswald quiso comprar la empresa, pero papá se negó, así que simplemente lo hizo socio del 15% de las acciones. Lo empleó como abogado y empezaron a trabajar juntos. Papá no estaba de acuerdo con algunas de las cosas que Oswald quería hacer, como reducir costos en la calidad de materiales, entre otras cosas. – Hizo esta confesión haciendo un gesto con la boca. – Pero cuando papá murió Oswald fue el primero en ofrecerse para ayudarme. Al principio todo fue bien, se hizo cargo de los trámites fúnebres y me acompañó en todo el proceso, como comprenderas yo estaba destrozada por la situación, no poseo familiares paternos, obviamente y los maternos alejaron a mi madre de la familia por haberse casado con mi padre cuando aún no era nadie importante. En fin, 15 días después del sepelio, recibí de su parte un comunicado para reunirme con los socios en la empresa. Allí me informaron que papá había realizado inversiones en un par de empresas que habían ido a la quiebra, además de negociaciones sospechosas que lo llevarían a investigación y que la deuda contraída era mayor al monto que me había heredado. Por lo tanto me ofrecieron la oportunidad de vender nuestras acciones, tuve que vender nuestra casa y autos para pagar todo.

- ¿Pero que dijo tu abogado? – Pregunto Joseph estupefacto.

Ella negó con la cabeza.

- Mi abogado era Oswald. El me aconsejo como proceder y yo... - La mirada de tristeza y dolor de Tory fue devastadora. – La semana después del entierro apareció la familia de Bonnie reclamando la custodia de Andy y yo estaba demasiado preocupada luchando con servicios sociales y con ellos para demostrar que era capaz de mantenerlo. Ellos creían que al tener la custodia tendrían acceso al dinero de papá, pero cuando quedó claro que ya no había nada se alejaron y desistieron de la batalla jurídica que deberíamos haber enfrentado.

La rabia revivió en Joseph a percatarse de que todas las personas que habían acudido a ella simplemente lo habían hecho como sanguijuelas a chupar sangre. Su sangre.

- Como le dije, tuve que venderlo todo, cancelé las deudas y me quede sin nada. Solo un apartamento que papá había comprado a mi nombre en mi cumpleaños, al norte de "Central Park", y mi pequeño auto. – Señaló con tristeza. – Y Grace. Ella es la persona que nos cuidaba en casa era nuestra ama de llaves, y nos ama como a sus hijos. Cuando todo pasó nunca me abandonó, incluso nos acogió en su casa, que es el único bien que tiene. Pero su barrio era muy peligroso y alejado para cuidar de tres niños y una gata nosotras solas.

- ¿Tres niños y una gata? – preguntó confuso.

- Sí. – Tory, sonrió. - Grace tiene dos niñas gemelas de 5 años, vivían en casa, al amparo de papá, el padre de las niñas las abandonó cuando cumplieron 2 años de edad. Grace nunca habla de ello. Solo sé que de repente empezaron a discutir con frecuencia Jimie, ese es el nombre del sujeto, trabajó como jardinero en mi casa y allí se conocieron, pero de repente se marchó. Cuando mis padres murieron y lo perdí todo, Grace fue una de las pocas personas que no me abandonaron, así que decidimos vivir todos juntos...- Enfatizó su respuesta contando con los dedos. - Mi gata chispita, Grace, Lili y Lulu, Andy y Yo. – contestó sonriendo. – Vivir en mi apartamento en Central Park tampoco era una opción, es demasiado costoso, y yo debía demostrarle al estado que a pesar de mis 22 años, soy responsable y puedo mantener a Andy. Así que nos trasladamos a Brooklyn. Grace trabaja en un restaurante cerca de casa, y yo conseguí dos empleos.

- Y el apartamento...

- Esa es la intensión pero no he podido rentarlo. – Contestó a la pregunta que no alcanzó formular Joseph.

- Santo Dios. – Exclamó contrariado ante tanta responsabilidad. - ¿Y quién cuida de Andy?

- La mejor amiga de Bonnie y madre de mi mejor amiga, la señora Caroline Acton. Ella no solo me dio mi primer empleo, sino que cuida de Andy durante el día. – Esbozó media sonrisa. – O mejor dicho, todos en el taller y la galería cuidan de él. Les estaré agradecida eternamente.

Joseph estaba tan asombrado que no sabía que decir. La historia de Victoria era mucho más complicada y dolorosa de lo que jamás habría pensado. No solo había perdido a sus seres más amados, y se había visto expuesta a situaciones que una chica a su edad no debería enfrentar, sino que había visto como esos malnacidos le robaron lo que por derecho le pertenecía, y como las personas que debían ayudarle simplemente se dedicaron a hundirla más. Ella era casi una niña y había hecho frente a una situación de la que muchos no habrían salido indemnes. Ella poseía una entereza tal que el solo reconocía en otra persona... él mismo.

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Pobrecilla, pero, si le ha pasado de todo a esta chica... pero las cosas pronto empezaran a cambiar las cosas, para los dos...

Gracias por seguir.

Un besito.

Cary

Ángel de luz Propia - |COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora