Capitulo 47

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Tomas se encontraba sentado en el escritorio de Joseph, observando algo en el computador de este, justo en el momento en que este entró a su oficina.

- Buenos días Tomas.

- Buenos días, jefe.

- Que me tienes.

- Bien, anoche estuve revisando las cuentas y he descubierto un buen número de anomalías.

- ¿Como cuáles?. Muéstrame.

Tomas le enseño que había encontrado una cuenta específica en la que se realizaban continuamente pagos, sin especificar la naturaleza del mismo. Pero aquella cuenta se encontraba en un banco de un reconocido paraíso fiscal. Allí había enviado una muy buena cantidad de dinero, tanto como para crear otra empresa nueva. ¿Pero porque?, era la pregunta. También encontraron que con la misma frecuencia recibían casi la misma cantidad de dinero de un cliente, del cual no tenían bien definido qué clase de servicios se le prestaba, pero pagaba cantidades exorbitantes de dinero, "por nada".

- Averigua la naturaleza del cliente.

- Muy bien.

- ¿Tomas?

- Sí. Quiero que investigues los movimientos económicos cercanos a la fecha de defunción del padre de Tory, incluso las cotizaciones y negociaciones que se hayan estado en curso.

- Bien.

- De acuerdo, te dejo hacer tu trabajo, estaré haciendo inspección de las diferentes áreas y atendiendo un par de citas de negocios fuera. – Comentó empezando a alejarse. – Por favor no salgas de aquí, no quiero que nadie te vea. Cualquier cosa que requieras pídeselo a June.

- De acuerdo.

- Y yo regresaré esta tarde.

Paso el día, en un abrir y cerrar de ojos. A razón de todos los acontecimientos de las semanas anteriores y de la ausencia que presentaría pronto. Joseph, apenas y tuvo tiempo para comer. Tenía bastante trabajo atrasado, varias obras no estaban andando a la velocidad que debía por culpa de varios contratiempos que estaban a la espera de soluciones y autorizaciones por su parte. Ya había pasado la hora de salida de los empleados y Joseph aún se encontraba repasando varios temas con Mat en la oficina de este, cuando recibió la llamada de Tory

- Hola cariño. Ya estamos en Viena.

- Que bien, ¿que tal el vuelo? – Preguntó él.

- Muy bien, Andy se comportó muy bien, las niñas estuvieron bastante inquietas al principio, pero luego de ponerles el canal de Disney.

Joseph escuchaba el típico ruido al fondo de un aeropuerto. Los altavoces, la gente, también escuchó las risas de las pequeñas, los grititos de Andy y la voz de mando de Grace pidiéndole a sus hijas que no se alejaran. Todo aquel caos fuera de su control tenso a Joseph.

- Los chicos están contigo.

Los chicos, era como solía llamar Tory a los guardaespaldas que ahora siempre iban con ella, y de esta misma manera empezó a llamarles Joseph.

- Si por supuesto, Tanner se ofreció a traer el carrito para transportar las maletas, López está al lado de Grace y las pequeñas y Rick esta junto a mi terminando de armar el cochecito de Andy y Martin esta como siempre, muy serio con cara de pocos amigos revisando todo alrededor. – Contestó con voz burlona Tory.

Joseph sabía que lo había hecho a propósito y que su comentario probablemente le habría sacado una sonrisa al serio Martin.

- Muy bien, mi ángel. Te dejo para que recojas tus cosas. Abriga bien a Andy, y las niñas, por que fuera hace bastante frio.

- De acuerdo cariño. – Contestó Tory con voz cantarina. – Te llamaré cuando nos hayamos acomodado en casa de tus padres. Estas seguro que hay espacio para nosotras y los chicos en su casa.

Joseph sonrió, ella siempre se preocupaba por todo el mundo.

- Completamente seguro, cariño. Ya lo sabrás cuando la veas.

Joseph sabía muy bien que había espacio más que suficiente. La casa de cuidad de sus padres, era en realidad de su propiedad. Él había comprado bastantes años atrás. Primero como inversión con la idea de adecuarla para un hotel, pero cuando la visitó por primera vez, coincidió con la presencia de su madre, quien le acompañó a verla. Joseph se percató en el rostro iluminado de su madre al ver la casa. Era una vieja, pero hermosa casa colonial, más que casa, había sido en su época una mansión de familias acaudaladas. Ella alabó miles de detalles de la casa y le realizó varias sugerencias para que fuera más bella.

Así que no pudo evitarlo. Joseph restauró la casa en general, amplió algunas habitaciones que están muy pequeñas, cambió el viejo sistema de tuberías y calefacción e instaló baños en todas las habitaciones y adecuó el jardín para que sus habitantes pudiesen trabajar en él. Cuando llevó a sus padres y les enseño en la casa les informó que ahora era de ellos. A partir de ese momento, sus padres pasaban las temporadas más frías del año en la cuidad de Viena y las temporadas cálidas en el campo en su antigua casa, cerca de su amaba pasteurizadora.

- Muy bien cariño, hablamos luego, ya empezó a salir el equipaje de la banda transportadora.

- De acuerdo. Cuando salgas, Bernie mi hermana, y mi madre estarán esperándote.

- Muy bien. Te envió un besito.

- Yo también. – contestó Joseph y colgó.

Al terminar la llamada, Joseph permaneció durante varios segundos mirando hacia la nada. Pensando en ella. La voz de Mat ingresando a la oficina de nuevo, llamó su atención.

- De acuerdo cielo. Te quiero, un beso a mis pequeñas.

- ¿Hemos terminado? – Preguntó Joseph, a Mat. – No, aun nos queda por revisar el proceso de la biblioteca, pero en verdad estoy agotado.

- Bien entonces dejémoslo para mañana. – Acordó Joseph. – Me acompañas a revisar el avance que han hecho John y Tomas.

- Claro, vamos.

Y juntos se dirigieron hacia la oficina de John, donde seguramente los encontraría trabajando en equipo.

Ángel de luz Propia - |COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora