Capitulo 3

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Victoria ingresó alegremente a su casa, descargó las cosas en su habitación, se lavó las manos y salió en la búsqueda de sus seres amados. Encontró a Bonnie su madrastra sentada en una silla mecedora tejiendo unos hermosos escarpines azules.

- Hola Bon. – La saludó abrasándola por detrás, y acariciándole la barriga de 7 meses de embarazo.

- Hola cariño, ¿cómo te fue?

- Súper interesante. – Contestó Tory tomando asiento en la silla del lado.

- ¿Enserio?, ¿algún chico?

- Bonnie!... tengo novio. – expresó Tory fingiendo estar indignada.

- Ya te he dicho que Kevin no es el chico adecuado para ti, me parece un tanto... Dandy y melindroso.

El silencio se instaló entre las dos, lo cual para Bonnie era un total indicado de que Victoria se moría por contar algo que según ella no quería contar. Bonnie levantó las cejas interrogativamente, esperando respuesta.

- No, bueno sí. – dijo inclinando la cabeza en señal de rendimiento.

- ¿Cómo es eso?, cuéntame. – Pidió la mujer dulcemente.

- Primero no lo conocí, fue uno de los expositores invitados, un hombre suprema mente interesante, - aseguró asintiendo con la cabeza. – tanto físicamente, como intelectualmente.

- ¿Enserio?

- Si, por eso te digo que no lo conocí, solo lo vi. Y segundo no es ningún chico, es un hombre ya mayor. – Ubico su mano en la barbilla con actitud pensativa. – Yo diría que unos 35 años.

- Vaya!... sí, es un poco mayor. Pero bueno cariño, dos cosas. Primero, el amor no tiene edad; ves tu padre y yo nos enamoramos y la diferencia de edades entre nosotros es de 14 años. – Levantó la mano derecha soltando su costura y levanto los dedos índice y anular. - Y dos, tu aun estas joven, solo tienes 22 años cariño, debes vivir.

- Si lo se... solo que... me pareció interesante.

- Quien era interesante. – Preguntó la voz de su padre desde la puerta de entrada al jardín.

Tory se apresuró a saludarlo; abrazándolo y besándolo. Para luego disfrutar de las sinceras expresiones de cariño entre su padre y Bonnie. A ella le encantaría encontrar esa clase de amor que había visto solo entre ellos dos. Tory amaba ver a su padre enamorado, como nunca le había visto antes, su madre había fallecido cuando ella era muy pequeña, tanto que casi ni la recodaba, y Bonnie aunque nunca quiso ser una sustituta, había logrado con su dulce carácter ganar tanto el amor de la hija, como del padre. Amor que se demostraba más fuertemente ahora que esperaban a su bebé, un hermanito que ella estaba más que deseosa de conocer. Suspiró profundamente y se sumergió en la habitual charla familiar de antes, durante y después de la cena, y todo el amor que en su casa encontraba.

Dos meses después en noviembre nació finalmente él tan esperado Andrew Henderson Jr. Un hermoso niñito rubio como el padre y de ojos azules como los de la madre, completando de esta manera la familia que Tory tanto amaba.

Ángel de luz Propia - |COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora