Capítulo 34

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-¿¡Qué!?- exclamó Clovis mientras comenzaba a flotar.

-Lo que escuchaste- dije fuerte para no sonar débil y triste.

Mi amigo se quedó muy callado, al parecer le impacto mucho lo que sucedió. Cerré los ojos e inspire la brisa que comenzó a correr un poco más rápido, haciendo despeinar más mi cabello. Cuando abrí los ojos, me giré en dirección a Clovis, y este se había vuelto a sentar con la mirada baja y desanimada, mientras que se tomaba sus piernas.

-¿Zak?- me preguntó aún en la misma posición.

-¿Qué sucede Clovis?- dije mirándolo aún.

-¿La extrañas?- y giró su cabeza hacia mi dirección y se me quedó mirando con la misma expresión.

Yo solté un suspiro -Si, y mucho- dije y mire nuevamente al horizonte.

-¿Zak?- volvió a llamarme -¿Puedo hacerte una pregunta?-

-Ya hiciste dos- dije divertido mientras soltaba una pequeña risa triste.

-No...- dijo haciéndose un poco el enojado -Te hablo en serio- y yo afirme con la cabeza, así proseguía con su pregunta -¿Puedo saber, por qué terminaron?-

-Por un mal entendido- y en ese mismo momento, sentía como si mi corazón se estrujaba al recordar la pelea que tuvimos.

Luego de eso, Clovis se quedó callado y mirando el cielo, como yo lo hacía. Realmente él era un amigo verdadero, aún que sea gaseoso y molesto a veces, pero aún así, siempre está ahí para cuando lo necesite. Escuché un bostezo de parte de él, lo mire mientras refriegaba uno de sus ojos. Se despidió de mi y desapareció para irse a dormir.

Y nuevamente, me quedé solo.

Los minutos pasaban y el sueño me alcanzaba. Decidí volver a mi habitación para no quedarme dormido allí. Al entrar, escuché los ronquidos de Calabrass, que aún seguía durmiendo. Al parecer tenía el sueño pesado. Solté una risita al acordarme que él me decía que yo era el que roncaba.

Me dirigí nuevamente hacia mi silla, agarré a Calabrass, me senté y lo apoye en mi regazo. Me quedé viendolo y me hizo acordar a Golden Bones, que no lo habíamos visto desde hacía un buen tiempo, y menos escuchado de Skullivard, quien, ahora, quería la espada y el collar.

Pensar que la espada y el collar, son las llaves para salir de el lugar menos anhelado que quieren estar las personas. Mis ojos se abrieron cuando escuché como Calabrass hablaba dormido. Decía cosas sin sentido, era realmente raro ver a esa espada hablando cosas así. Y de la nada, me quedé pensando en como era antes la apariencia de Calabrass, cuando era normal, aunque no creo que alguna vez allá sido normal después de oír lo que hablaba. Jamás me había hecho esa pregunta.

Después de eso, levanté la mirada para ver ese ventanal que había enfrente mío. Mis ojos fueron cerrándose pesadamente, en eso, el sueño me ganó.



-¡Arriba Zak!- escuché el grito de Calabrass para lograr despertarme. Y volvió a repetir las palabras gritando y me asusto, haciéndome caer al suelo junto con él.

-¡¿Qué pasa Calabrass?!- grité mientras me sentaba en el suelo y refriegaba mi ojo.

-Siento un bortex cerca, ¡Me quisquillean los dientes!- dijo mientras hacía ruido con su mandíbula huesuda.

-¿Qué?¿Un bortex, aquí cerca?- dije y la espada afirmó con un ruido. En mi cara, sentí como se dibujaba una tonta sonrisa, al enterarme de eso. El exterior estaba cada vez más cerca....

Una nueva tripulante (Zak Storm)(1P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora