Capítulo 49

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-¡No!- grité desesperada mientras me sentaba en mi celda. Mis muñecas las sentía adoloridas, traté de verlas y estás ya estaban en libertad. Recordé todo lo que había sucedido antes de quedarme dormida.

Zak, por ser el portador de la espada o el antiguo portador, pudo quitarme el collar y se lo entregó a Skullivard. Al darse media vuelta a verme, sus ojos volvieron hacer los de antes. El de huesos verdes, indicó que ya me podían desatar y lo hicieron. Pero igual, me agarraron de las muñecas para regresarme a la celda. Primero tiraron a Zak en la de él, y luego a mí en la que yo estaba. Fue tan fuerte el golpe en mi cabeza al caer, que me desmayé.

-¡Silencio!- escuché que me gritaba un esqueleto que se colocaba enfrente de los barrotes, mientras los golpeaba con una espada. Yo lo miraba y asentí como una niña obediente. Y se retiró para seguir custodiando....

Narra Zak

El control mental que Skullivard había ejercido sobre mí, provocó que mi cabeza, luego, doliera. Me retorcía del dolor mientras que mi estómago pedía algo para comer. Suspiré pesadamente, tirado en el suelo.

-¡No!- escuché que (TN) gritaba. Me senté como pude.

-¡Silencio!- escuché que el que custodiaba le gritaba y golpeaba metal contra metal. Luego apareció caminando por enfrente de mi celda, para dirigirse a la salida.

Me paré como pude y me acerqué a los barrotes. Desde allí, podía ver qué, a unas celdas, se encontraba Cece durmiendo y en otra, también Crogar. Entonces supuse que Caramba estaría en la celda de al lado, y (TN) en la siguiente. Me limité a no seguir golpeando mi cuerpo contra los barrotes para liberarme, y volví a recostarme en el suelo.

Me daba igual que el lugar en el que estaba, tuviera goteras, humedad que se podía sentir desde kilómetros, frío por las sombras de las paredes húmedas y las telarañas que desprendían de los rincones y del techo. Solo quiero que todo lo que estamos viviendo, se acabe de una buena vez e irnos de este peligroso lugar...

Narra Lectora

De la nada, se comenzaron a escuchar como muchos esqueletos se acercaban hacia el Demoniac. Con ellos, iban Golden Bones y Calabrass.

-¡Liberame y regrésame con Zak, bolsa de huesos!- exclamó enojado y apunto de explotar la espada.

-Por estos momento no....- comenzó hablando, mientras abordaba el barco en el cual irían en busca del bortex que los llevará hacia el primer mar que les aparezca -Tu vendrás con nosotros, así el amo Skullivard tiene el poder de los mares restantes-

-¡Ja!- río Calabrass -¡Tu y la otra bolsa de huesos no saben sobre que mares ya tengo el poder!, Suerte con eso...- se burló.

El de huesos dorados se reía despacio mientras dirigía a la espada enfrente de él, para que lo viera -Lo que tú no sabes, es que los estuvimos vigilando desde nuestro último enfrentamiento-

La espada se quedó atónita por ese descubrimiento -Eres un....- dijo siendo interrumpido.

-No se dicen palabrotas en este barco- informó el almirante. Y recibió como respuesta una mirada asesina de parte de Calabrass.

Todo el triángulo comenzó a sufrir un gran terremoto, haciendo que varias contrucciones de todas partes se fueran derrumbando. Pánico en todos los mares. Mientras que en donde se encontraban encerrados los c's:

-¡Ah!- gritó asustado el alíen.

-¡¿Qué está sucediendo?!- preguntó alarmado el capitán.

-¡Skullivard ha conseguido el poder de otro mar!- gritó la chica.

-¿¡Cómo que consiguió el poder de otro mar!?- comenzó exclamado la princesa -¡Si ustedes son los portadores, ustedes pueden conseguir el poder de los mares!-

-¡Eso, pero no tenemos las llaves!- y el temblor paró haciendo que los que estaban parados cayeran al suelo -Ellos tienen a Calabrass y al Cristal, en estos momentos somos simples chicos que cayeron al Triángulo- dijo triste.

-No tener que perder fe- dijo el vikingo mientras se incorporaba -(TN) y Zak ser y siempre ser portadores de collar y espada-

El castaño se quedo pensando y se acercó a los barrotes para ver si había algún guardia, y aprovecho de que no había -Caramba, ¿Cómo es la tecnología de estas celdas?- preguntó.

-Es bastante fácil, hasta un bebé lo podría hackear- dibujo una sonrisa triunfante en su pantalla.

-¡Genial!- exclamó el capitán.

-¿En qué piensas Zak?- preguntó la sirena.

Él, simplemente sonrió de costado y dijo -Pronto..... Seremos libres....-

Una nueva tripulante (Zak Storm)(1P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora