8 de junio
Hace bueno, pero dentro de mí había una tormenta muy grande y profunda dado que mi padre, con el único que vivía, murió.
Me levanté con desgana a ducharme y prepararme para ir al funeral. Después de coger lo necesario fui a la parada del autobús. Al estar esperando, vi a un hombre con capucha y la cara cubierta con un tapabocas y gafas de sol. Haber, hacía bueno pero tampoco era para tanto.
Al llegar el bus me subí y fui al final de este. El chico misterioso se sentó una fila delante de mi. No me importaba lo que hacía, ni a donde iba, yo siempre estaré sola, me gusta, la soledad es mi único y fiel amigo. Ya tuve muchos problemas con las personas y por eso las odio a muerte.
Me puse mis auriculares , subí el volumen lo máximo que me permitía el teléfono. Puse la canción que estaba, I Smile de Day6. Me dormí. Llegué a mi destino y me desperté por el pedazo frenazo que pegó el estúpido conductor. Este tío es imbécil o que le pasa. Por su culpa me di un golpe muy fuerte en la cabeza por el asiento de delante. El chico se me quedó mirando y resopló. Quien cojones es para ponerse asi?
Me levanté rápidamente y salí del autobús como una flecha. Camino al cementerio, tenía un presentimiento de que alguien me estaba siguiendo. Miré de reojo. Era el chico del bus. Dios mío, este chico te juro que lo mato. Empecé a ir más rápido hasta correr lo que mis piernas me permitían. Entré al cementerio hasta donde iba a ir la tumba de mi padre.
Empezó la ceremonia y yo hice caso omiso de lo que decía ese albondicalvo. Sinceramente, se parecía a mi profesor de educación física. Viejo verde.
-Aquí concluye la ceremonia del entierro Jose Ramiro Jimenez Ortega Campo. Que en paz de descanse.
La voz del albondicalvo me sacó de mis pensamientos.
Me senté en la lápida de mi padre.
- Por que? - pregunté llorando.
Lloré hasta quedarme sin fuerzas para levantarme.
Sentí que alguién me tocó en brazo.
Era el chico del autobús.
Le pegué un manotazo en la cara. Tan fuerte, que su gorro y gafas de sol salieron volando.
Y ahí pude ver, que era Wonwoo de Seventeen.
- Pero que haces? - preguntó fastidiado - solo intentaba ayudar.
- Me asustado - dije tocandome e pecho - eres Wonwoo?
- Sí, pero no grites - dijo tapando mi boca.
Le quité su mano.
- No soy de estas fans. Ellas me dan asco.
- Hay algo que no te de asco? - preguntó sarcástico.
- No.
- Bueno, no me has dicho tu nombre.
- Ni te lo voy a decir, para que luego te olvides.
- No, venga dímelo, quiero ser tu amigo - dijo haciendo puchero.
- Vaya sitio para hacer amigos vienes a buscar no? - dije sarcástica - Me llamo ___.
- Lo dijiste.
Su móvil empezó a sonar.
- Ya vuelvo - dijo para contestar.
Mientras esperaba a que contestara, me senté a hablar con mi padre.
- Todavía no se porque te han hecho esto.
- He vuelto, era Seungcheol, tengo que irme. Te dejo en casa y me voy.
- Como que me dejas en casa? Yo puedo ir sola - dije.
- Bueno, pues dame tu número.
Le miré incrédula. Pero quien no iba querer que Wonwoo no tuviera su número. Asi que le di.
- Bueno adiós - dije para salir del cementerio.
Estaba caminando cuando me choco con dos chicas.
- Ay lo siento soy un poco torpe - dijo una de las chicas en español?
- Perdona pero acabas de hablarme en español? - pregunté.
- A sí, me entiendes - dijo esperanzada.
- Sí, soy ___.
- Yo soy Laura y ella es Sara mi amiga.
- Hola - saludé.
- Bueno, me puedes ayudar en una cosa?
- Si - dije.
- Sabes donde esta esto - preguntó mientras me señalaba algo en el mapa.
- Sí, yo voy justo por este camino, vamos - les digo.
No sé, pero mi humor cambia cuando hablo español.
Fuimos el camino entero hablando sobre lo que nos gustava de Corea.
- Chicas aquí es mi casa, pero os indico donde es. Sigues recto y a la segunda calle giras y ahí esta.
- Gracias ___ de verdad, si estuviéramos solas estaríamos perdidas - dijo Sara.
- De nada, toma este es mi numero si necesitan algo - dije.
- Vale, gracias ___ - dijeron para irse.
Entré y cerre la puerta. Esta casa es tan sola sin ti papá.