C a p i t u l o 23 [Parte 3]

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Blue acariciaba la espalda de Riley, haciendo circulos con su mano y mucitando para arrullarla. Aún así, sus ojos azules estaban clavados en los celestes de Blake que mantenía un rostro gélido y estaba estático en su lugar.

Max sentía su corazón latir rápido, demasiadas emociones enganchadas a su joven corazón.

Habia sido besado por el chico que le encantaba, disfrutando el roce suave de labios cálidos. Habia oído a la chica que le gustaba decir que lo amaba, a él, a alguien tan simple como Blue se sentía. Y Blake había escuchado eso último, había presenciado las palabras de su propia hermana salir de su boca, con toda la sinceridad que el alcohol le proporcionaba.

¿Qué se supone que debía hacer ahora?

Sintió como la respiración de Riley se volvía profunda y su cuerpo más denso. Despegó sus ojos de los de Blake para poder observar el rostro de la muchacha, para descubrir que ésta había caído en un sueño profundo.

Blue la acomodó con sumo cuidado, recostando su cabeza en una de las almohadas y tapando su cuerpo frío con una manta. Corrió los mechones de cabello que estaban estorbando su rostro y dejó un suave beso en su mejilla.

Quizo desaparecer en ese momento al darse cuenta que Blake por supuesto que seguía ahí y estaba presenciando toda la escena que él montaba.

Max se acercó con lentitud, calzando su pie en la patita del disfraz. No podía volver a mirar a los ojos al rubio, temeroso que notara que los sentimientos de la rubia también eran correspondidos por él.

-Blake- pronunció bajo.

-No- lo cortó él.- No ahora, no.

A Blue se le rompió el corazón al verlo de esa manera. Como si hubiera cerrado su corazón y arrojado la llave lejos de donde el menor pudiera alcanzarla. Era consciente que Blake hacia lo posible para no herirlo o ser grosero, pero también sabía cuán lastimado él se sentia. Lo veia en su mirada perdida, el cómo apretaba sus puños.

-Dejame explicarte.

-Cuándo dicen eso- cortó él-, es porque ya no hay dudas- Max lo miró sin comprender a lo que se referia realmente.- Si tienes algo que explicar, es porque probablemente tú también sientas algo.

-No, yo-fue interrumpido una vez más.

-Y no me lo haz dicho. Ella tampoco.- Max lo miró a los ojos con espanto, no podía creer que él pensara asi de ambos. Pero al ver sus ojos celestes comprendió que el dolor no le dejaba ver.- ¿Se han burlado de mi?

-Blake, por dios, déjame explicarte.

El rubio estaba por volver a quejarse, pero su voz quedó apagada por el ruido de cristales rotos y gritos de euforia. Ambos se miraron, Blake negó con su cabeza y se volteó para bajar las escaleras y ver que sucedía.

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El patán giró el rostro con un eco de dolor en su rostro. Su nariz había empezado a soltar liquido rojo y manchaba su disfraz vaquero.

Livvy saltó en su lugar por la sorpresa y observó a Maxie, quien ahora se veia más como el Max que ella siempre había visto. Sus ojos verdeazulados buscaban los azules con preocupación, estaba asustada de lo que fuera a suceder.

El vaquero se sujetó la mandibula mientras se incorporaba y le miraba con el rostro hecho una furia. No esperó más tiempo hasta abalanzarse sobre él.

Ahora que se encontraba en esa situación, pensó que tal vez había sido mala idea. El patán era claramente más grande que él, le sacaba una cabeza y sus músculos se marcaban bajo la patética camiseta a cuadros.

Metamorfosis de piel [sin editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora