Lexie entró pavoneándose al salón de clases, como siempre lo hace. Y al verla no puedo evitar recordarlo.
Desvío mi mirada y la dirijo a mi sándwich que tengo en la mesa. Creo que es bueno comenzar a comer más. Soy un ser humano y mi cuerpo tiene necesidades básicas.
Le doy un mordisco a mi sándwich y es reconfortante.
-Es bueno verte comer. –Me dijo Sandra con su voz aterciopelada. Miré a sus ojos cafés que eran dulces.
-Creo que ya estoy comenzando a superarlo. –Digo después de dar otra mordida.
-Se viene el baile de invierno, Chris. ¿Irás?
-No lo creo. –El sabor del sándwich es glorioso, creo que no he comido uno completo en meses.
-Yo creo que es una manera de ensayar el baile de graduación. –Miró a sus cutículas blancas que resaltaban mucho en su piel oscura. –Además hará mucho frio como para andar en vestido. Pero bueno, hay quienes no dejan de usar falda. –Llevó sus ojos a Lexie que movía su cabello enérgicamente.
-La diferencia entre la edad media y ahora es el largo de la falda. –Digo.
-Y que ahora no necesitas ir a un burdel para acostarte con una mujer como ella.
Me encojo de hombros y vuelvo a comer mi sándwich. En ese momento el profesor entra y me meto el resto del sándwich a la boca.
Apunto enérgicamente la lista de todos los libros que me ha dado la profesora de literatura. Son cerca de diez libros que leeremos en lo que resta del año.
No me queda de otra más que ir hoy. Mañana es sábado y las librerías estarán llenas y ahora lo único que quiero es evitar a las personas lo más que puedo.
Una semana pasó desde el beso de Trevor. Me ha llamado pidiendo hablar sobre lo sucedido pero lo que le dije es que pretenderíamos como si nada hubiera pasado. Él no tuvo otra más que decir que sí pero sé que no va a dejar eso al aire.
Estaba caminando por los pasillos al final de las clases para salir de la escuela cuando de pronto oí como alguien me llamaba.
-¡Christina! –Me gritó Clarisa. Me giré sobre mis talones para verla. -¿Tienes algo que hacer hoy? Te ves ocupada.
-Iba a ir a una librería a comprar unos libros de Literatura.
-Oh, ¿quieres que te acompañe?
-No gracias, creo que será bueno que salga sola.
-¿Segura?
-Sí.
-Bueno, nos vemos mañana.
-Hasta mañana.
Seguí caminando por los pasillos hasta salir de la escuela y luego fui a la parada del autobús colectivo.
Baje del autobús y tomé con fuerza el tirante de la mochila. No he gastado ni un centavo desde los últimos meses y sé que debo de tener el dinero suficiente como para comprar los libros.
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Demonio (secuela de Bestia)
Teen FictionDespués de todo, Christina trata de seguir adelante. Aunque para ella sea imposible olvidar lo que pasó antes, imposible de olvidar a quien conoció y de quien se enamoró profundamente. Olvidar el dolor causado por una sorpresa que no se esperaba. P...