Demonio (secuela de Bestia)

Capítulo 30

Hola! He estado escribiendo mucho y he estado actualizando todos mis trabajos mas seguido! YEI! *Gracias vacaciones*

Bueno, les quería decir que si se podían pasar por la novela que tengo que se llama: "Transfusión" POR FAVOOORRR

La estoy re escribiendo porque esa fue la primera cosa que comencé a escribir (antes que bestia) y bueno gracias a ello estamos aquí ahora, así que siento que le debo mucho.

ME HARÍAN LA PERSONA MAS FELIZ DE TODO INTERNET (? SI LA LEYERAN, COMENTARAN, VOTARAN Y ASÍ

Bueno, eso es todo. Gracias. Y espero que este cap les guste... O no xD No me maten je

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Poco después de comer, Asaiah recibió una llamada urgente de parte del hospital. El estado de Winnie ha dado un progreso increíble. Ahora mismo está despierto y la policía está haciéndole preguntas referentes con el ataque del que fue víctima.

Nosotros abordamos la camioneta en cuanto Asaiah colgó el teléfono. Ahora mismo vamos llegando al hospital. Asaiah está ansioso, quiere verlo, quiere hablar con él.

Ahora siento como un gran peso se ha levantado de mis hombros y ahora ya puedo respirar con tranquilidad.

A pesar del leve tráfico llegamos al hospital rápidamente. Asaiah camina tan rápido que me cuesta seguirle el paso. Al llegar a la recepción, él en seguida va a exigirles a las enfermeras que le dejen ver al hombre.

-Quiero que entres conmigo. –Me dice mientras nos sentamos.

-¿Seguro?

-Sí. Algo me dice que él también quiere hablar conmigo.

-Bueno. –Suelto un suspiro. –Entraré contigo, entonces.

-Señor, Civatti. –Una enfermera de estatura pequeña se acerca un poco cohibida. – ¿Puede acompañarme por favor? –Ambos nos ponemos de pie y caminamos detrás de la enfermera que nos muestra el camino. Nos metemos por un par de pasillos y después de unos pocos minutos llegamos a un pasillo lleno de habitaciones con grandes ventanas hacia el pasillo. –Aquí es. –Dice deteniéndose en frente de una puerta que tiene el número 008.

-Pueden entrar dos personas, ¿no? –La pequeña enfermera morena abre la boca para decir algo pero al final se retracta y asiente. Nos abre la puerta y lo primero que veo son tubos.

Hay una cama enorme en medio de una habitación que esta iluminada por esa luz fría y espectral que solo existe dentro de los hospitales. El hombre que está en la cama es irreconocible. Tiene tubos saliendo de casi cada parte de su cuerpo y se ve tan hinchado que apenas parece humano. Sus ojos hacen contacto con nosotros y un sonido intenta salir de su garganta de la cual tiene otro tubo saliendo.

Si eso es lo que los médicos consideran gran avance, no quiero ni pensar cómo será cuando tienen en sus manos algún caso perdido.

Sé que lo último que debería de sentir es miedo. Pero es lo único que siento ahora mismo. Me quedo parada en el umbral de la puerta tratando de dominar mis ansias de salir corriendo. Asaiah camina y se aproxima a la cama, toma una silla y la acerca a si para poder sentarse cerca de Winnie. Yo sigo parada en la entrada pero por ahora lo único que puedo hacer es cerrar la puerta despacio para no causar ningún ruido más del que sale de las maquinas.

-Civatti. –Winnie le cuesta hablar y arrastra cada letra y se le oye como apenas puede contener el aire para hablar.

-¿Cómo te sientes? –Puedo notar como Asaiah se siente mal por ver a Winnie en la cama.