Parte sin título 35

8.6K 587 60
                                    


Si me dicen que me odian, no me enojo. Perdón por no actualizar seguido, pero estos ultimos dos años no han sido los mejores... Hace poco falleció mi abuelita y he tenido que estar con la familia. Además que tenía presiones en la escuela y bueno, mi vida se esta yendo al carajo.

Pero les debo un capítulo, así que aquí esta.

___________________

-¡No!

Suelta Trevor. Miro a mis pies y después a la pared. Es la tercera vez que me grita que no lo hará. Lo único que pude hacer es que se bajara del auto, pero no se mueve. Necesito ir al maldito almacén y encontrar a Asaiah.

Y sinceramente ese era un estúpido plan, pero estoy segura que llegando ahí algo se me ocurriría. Por ahora tengo que entrar, cuésteme lo que me cueste.

-Trevor, por favor. Te lo ruego. Necesito ir y sacarlo de ahí.

-Suponiendo que llegamos, que entramos. ¿Cómo vas a hacer para sacar a Sat de ahí?

No respondí. Me le quedé mirando un momento y después desvié la mirada hacia un callejón. Lo siguiente no lo pensé.

Salí corriendo y lo primero que hice fue entrar a ese callejón. Era estrecho y húmedo, pero no duré mucho tiempo corriendo. Sentí unas manos en mi cintura y me frenaron antes de poder llegar a una intersección cercana.

-¡Mierda, Christina! –Gritó Trevor a todo pulmón. Yo no dejaba de moverme y trataba de hacer todo lo posible para que me soltara.

-¡Déjame! ¡Suéltame!

Me empujó hacia la pared y logre detenerme con las manos. Estaba furioso y yo también. Pero haber hecho lo que acababa de hacer era una tremenda estupidez. Me giré sobre mis talones y lo enfrenté.

-¡Tengo que llegar ahí! –Mi voz se había vuelto aguda y no había notado que había lágrimas escurriéndome por mi rostro. -¡Trevor te juro que voy a llegar aunque tú no me ayudes!

-¡Christina! –De pronto ya estábamos hablando a gritos. Entrecerró los ojos y tomó aire para tranquilizarse, pues se dio cuenta del volumen en el que estábamos hablando. –No podemos ir. No puedes ir, es peligroso.

-¿Y para que mierda tomaste las pistolas? ¿Qué creíste que íbamos a hacer? ¿Íbamos a jugar simón dice mientras esos policías de mierda hicieran su estúpido trabajo?

-¡No sabía lo que íbamos a hacer!

-¡Idiota! –Él me mira y arquea una ceja. Probablemente no se merezca que lo llame así pero no puedo controlar mi boca ahora mismo. Agacho mi cabeza y recargo mi espalda contra la sucia pared de ladrillos, mientras suelto un gruñido. Me paso las manos por la cara y tomo una bocanada de aire. –No entiendes. No puedo quedarme sin hacer nada, tengo que intentar algo. Tengo que saber que hice algo.

-Pero no puedes hacer nada.

-¡Joder!

Ese sentimiento de impotencia comienza a invadirme una vez más. Me deslizo por la pared hasta sentarme en el suelo y hundo mi cabeza entre mis rodillas mientras lucho por no llorar. No quiero llorar. Alcanzo a ver algo brillar, al principio solo pensé que era una lágrima que reflejaba la luz, pero no. Y estoy por hacer otra cosa estúpida.

-Lo siento. –Susurro. Me pongo de pie lentamente y miro a Trevor que luce completamente confundido. –Lo siento. –Repito.

-Christina, no estás bien. Mejor vámonos, mira... -Da media vuelta y comienza a señalar el camino por donde habíamos venido y aprovecho ese instante que no me está mirando.

Demonio (secuela de Bestia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora