Giros del destino

~ 2 ~

Pasaban los minutos y el silencio reinaba en la mesa, todos intercambiaban miradas entre Seung Jo y Ha Ni, nadie se atrevía a decir nada, Geum Hee estaba aturdida, y con la mente en blanco, Seung Jo había palidecido al escucharla decir esas palabras pero no cambio su expresión, su padre fue el
primero en hablar.

- Estas bien con eso?- le dijo a su hija, quien lo miro con una pequeña
sonrisa en el rostro

- Si, necesito tiempo, no quiero apresurarme con este matrimonio – utilizo las palabras de él para que notara que también hablaba seriamente y que no era solo un berrinche y solo ahí fue cuando el reacciono

- Podemos hablar? – demando seriamente poniéndose de pie, pero para su sorpresa ella se negó.

- Ahora no, Seung Jo, estoy cansada y aturdida, necesito descansar,
hablaremos después – le dijo antes de dirigirse a la cocina para lavar los
platos de la cena. Se apresuro a lavar los platos y prácticamente corrió a su
habitación.

Los demás seguían en estado de shock, Eun Jo no entendía del todo, pero sabía que su hermano había hecho algo muy malo para que Ha Ni no tuviera ni las fuerzas para hablar con él. La señora Baek se levanto de su asiento y corrió tras su nuera. Al entrar la encontró sentada en su cama, se acerco lentamente a ella y
se sentó a su lado.

- Ha Ni, hija, están bromeando, verdad? – le pregunto esperanzada.

- No, madre, y realmente quiero pedirle que se mantenga alejada de esto – le suplico con la mirada

- Pero dime que paso?

- Solo discutimos y me di cuenta que realmente nos estábamos apresurando, de momento solo necesito espacio – respondió mientras se recargaba en la
cabecera – no pudo obligarlo ni obligarme a un matrimonio solo por la presión que nuestras familias están ejerciendo en nuestra relación, la cual por lo cierto no parece una – la señora Baek lo pensó un momento

- Cariño, pero él te ama

- No lo se

- A que te refieres con eso?

- Cuando alguien ama, lo demuestra con sus gestos y palabra, verdad? – la
mujer dudo un momento, de qué forma podría ayudar a su hijo – no me mire así, lo he visto, solo con mirarla a usted y a el tío uno se da cuenta.

- Pero el debe habértelo demostrado en la intimidad, o me equivoco? –
pregunto esperanzada la mujer mayor

- No lo ha hecho, sabe cuántas veces ha dicho que me ama?- la mujer negó
– cuantas veces me ha dado la mano para que caminemos juntos? – volvió
a negar – cuantas veces hemos salido juntos sin necesidad de que usted lo
obligue? - negó nuevamente – sabe cuántas veces ha salido conmigo a
una cita? – la mayor negó cabizbaja – ninguna vez, para todas esa
preguntas es la misma respuesta

- Pero el no es tan abierto a sus sentimientos, debes entenderlo

- Madre, solo quiero pedirle algo

- Claro hija, dime

- Quiero pedirle que esta vez, no intervenga, no sabe lo cansada que estoy de esta situación, no quiero que nadie más intervenga, solo quiero
descansar y aclarar las cosas por mí misma. Y que si el realmente me
quiere, que me lo demuestre, pero no por que los demás se lo pidan, por
favor, prométame que no intervendrá.

La señora Baek dudo unos minutos, pero después comprendió lo que la chica le pedía, ella siempre había apoyado esa relación y a pesar de todos los desplantes del chico, siempre era Ha Ni quien cedía, solo ella resultaba lastimada, ella era
quien sufría las consecuencias de todo, la que lloraba, la que sufría, a la que menospreciaban, ella era la que soportaba, la que luchaba y a la que a pesar de todo rechazaban.

- Esta bien hija, esta vez, estoy de tu lado, no intervendré. – con eso la
abrazo y después salió de la habitación dejándola sola

Habían pasado cerca de treinta minutos desde que se había retirado la señora Baek de su habitación, ella estaba de pie observando el cielo estrellado cuando tocaron a su puerta, sin pensar permitió la entrada.

- Hija, podemos hablar? – el rostro de Gi Dong se asomo en la puerta

- Claro papá- una enorme sonrisa se enmarco en su rostro

- Como estas? – le pregunto acercándose a ella

- Cansada – solo una palabra que para él encerraba cuatro años
Lentamente la guio para que se sentaran en su cama, lentamente la recostó y se sentó permitiendo que su cabeza descansara en sus piernas, de manera tierna comenzó a peinar los cabellos de su hija con sus dedos.

- Dime que paso – demando su padre, ella le conto lo sucedido y su padre se
tenso mientras le decía todo lo que había sucedido esa tarde.

- No puedo creer que demorara tanto en comprenderlo – se reprendió ella.

- Yo también tengo la culpa – dijo su padre – debería haberte sacado de aquí apenas note como te trataba – se recrimino

- No papá no es tu culpa, y solo quiero pedirte algo

- Claro hija lo que tú quieras – respondió de inmediato.

- No quiero que intervengas, no hagas nada, ni a mi favor, ni a favor de él. –
le dijo seriamente, ya una vez él había pedido la ayuda de su padre para solucionar una pelea que tuvieron, no permitiría que pasara nuevamente – esta vez debe ser solo él quien reaccione, o solo yo quien despierte después de todo este tiempo, esta claro?

- Si hija, lo que tu decidas esta bien, pero si veo que sigues sufriendo no
dudare en sacarte de aquí y llevarte lejos de todo – ella sonrió

- Si, padre.

Se dieron un fuerte abrazo antes de que él se despidiera para dejarla dormir.

Ahora que finalmente iba a descansar una pregunta llego a su cabeza... como seria si su madre viviera? Las cosas serian diferentes, sin duda, pero que tanto? Su madre la apoyaría en su “relación”? Después de lo sucedido ese día, ella ya no lo creía posible. Pero... como seria sentir su cobijo en esos momentos? Era cierto que la señora Baek siempre la apoyo para que la relación saliera a flote, pero a pesar de todo, seguía siendo la madre de Seung Jo y viendo las cosas desde fuera, siempre era ella quien terminaba lastimada, ella la que tenía esperanzas en algo que probablemente esta destinado a fracasar desde el principio, si su madre viviera probablemente no hubiera permitido que ella fuera
humillada o utilizada para que las cosas sucedieran como otras personas deseaban que sucedieran, probablemente ni siquiera conocería a la familia Baek.

Después de mucho tiempo solo pensando y analizando las cosas se metió a la cama y se rindió al cansancio del día, mañana seria otro día y una vez descansada se sentiría capaz de tomar decisiones.