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12 horas habían pasado esperando y aun no tenían noticias, Woo Bin, desde que volvió en compañía de su esposa, se había mantenido al lado de su padre dando vueltas por la sala de espera, hacia mas menos siete horas de que el mayor había recibido un mensaje en su celular.

"esta hecho" - Mie Zuo

- La plaga se extinguió - las frías palabras que soltó el Song, dieron por enterados a
Woo Bin y a Gi Dong que el Yoon había muerto, al igual que el bastardo que intento tocara a una de las mujeres de los F4 y como si fuera poco a una Song.

Jun Pyo estaba abrazando a Jan Di, la necesitaba cerca, la espera lo estaba matando y sentirla a su lado era lo único que lo mantenía tranquilo. Los Baek mantenían sus rostros serios y cansados, pese a que después de recibir el texto el Song había dicho que no era necesario que permanecieran en ese lugar, pues todos estaban seguros ahora.

- Es Ha Ni de la que estamos hablando- había dicho Geum Hee - ella es alguien muy importante para nosotros.

Ga Eul y Jae Kyung se mantenían ocupadas llevándoles comida a los demás, no querían pensar en todo lo que sucedía, no querían terminar llorando frente a todos los demás, a pesar de que la situación las tenia al límite

Yi Jeong se mantenía con Ji Hoo, era quien tenía la cabeza más fría, no porque no le importara, era la niña de sus ojos la que estaba luchando después de todo, pero se mantenía sereno para evitar cometer una estupidez y se encargaba de vigilar que su amigo tampoco la cometiera.

Y Oh Gi Dong... el estaba en un rincón, apartado de todos, tenía dos fotografías en sus manos, una de su difunta esposa, donde se notaba un poco su abultado vientre, la habían tomado apenas una semana antes del fatídico día en que la perdió, y e n su otra mano una de su amada hija, recordó el día en que la tomaron, uno de los días más felices, el había anunciado que su casa estaba lista, y ella estaba agradecida y complacida con el hecho, vivirían solos, sin nadie que los moleste, habían corrido el riesgo de ser encontrados, pero nada se comparaba con la felicidad de tener su propio hogar para ellos, en un instante el saco su cámara y capturo su brillante sonrisa, observo nuevamente la fotografía y pidió en silencio que su querida hija, su HA Ni se recuperara

- Aun no es tiempo de que se conozcan - murmuro - ella es muy joven, le queda mucho por disfrutar, déjame cuidarla un poco mas, déjame quererla un poco mas - pedía, no noto que había hablado más fuerte de lo pensado, provocando que todos en la sala sintieran un pesado nudo en la garganta.

Ver a un padre perdiendo a su hija era muy duro, no debería ser así, la vida no prepara a un padre para perder a sus hijos, el no debería estar pasando por eso, el no debería estar perdiendo a su castaña, a la luz de su vida a la única persona amada que le queda en el mundo.

Ha Ni abrió los ojos lentamente y lo primero que noto fue que la mayor parte de la habitación estaba oscura, había solo una tenue iluminación que provenía de la lámpara en la mesita de noche, observo un gran ventanal a un costado de la habitación, frente a la cama una puerta y al otro costado un sofá cerca de una segunda puerta, intento moverse, pero fue un error, en ese momento sintió que le dolía hasta el cabello. Sintió un horrible dolor de cabeza, la garganta seca, no podía levantar sus brazos, su abdomen, quizás alguien había estado saltando en su barriga, y sus piernas, era un alivio que pudiera arrastrarlas sin sentir dolor en alguna parte de ellas.

El constante bip, bip del monitor le dio a entender que sus latidos eran normales, vio un timbre a su costado y lo tomo para presionarlo, un minuto después un hombre mayor y dos señoritas entraron para verla.

- Bienvenida de vuelta señorita Oh - saludo con una sonrisa el hombre - me alegra verla despierta - dijo con alivio - soy el doctor Kim Hyung Sook, podría decirme como se siente?

- Me duele todo - dijo ella - tengo sed - añadió

- La enfermera le traerá agua mientras la reviso

El chequeo le tomo alrededor de diez minutos, el doctor le anuncio que hablaría con sus familiares por lo que ella quedo sola en la habitación.

- Tengo buenas noticias - anuncio el doctor una vez llego a la sala de espera donde todos lo rodearon. - la señorita Oh a despertado - aviso - y esta fuera de peligro. - un grito de emoción escapo de los labios de la señora Baek mientras todos sonreían con alivio.

- Podemos verla?- interrogo Woo Bin

- Por el momento solo dos personas - ellos asintieron

- Woo Bin - llamo el Song mayor - dale un beso de mi parte - pidió mirando a su hijo, sabía que aunque muriera de ganas por ir a su lado y abrazarla, el primero en entrar debería ser Gi Dong

- Claro - contesto el menor - vamos - llamo a Gi Don y a paso seguro se dirigieron a los pasillos que los acercaban a la castaña.

Cuando la puerta se abrió ella pudo ver a su padre y sus ojos se inundaron de lágrimas, quería abrazarlo, sentirlo a su lado, sentirse protegida por él. Dos segundos después Woo Bin hizo su entrada y las imágenes del ese día volvieron a ella, un estremecimiento la recorrió mientras su padre le dio un cálido abrazo, antes de poder abrir la boca su hermano deposito un beso en su frente y luego la abrazo.

- Ese beso te lo manda mi padre - anuncio y ella asintió - como te sientes?

- Estoy bien, algo adolorida pero bien - su padre la mantenía tomada de la mano por lo que estaba tranquila. - Woo Bin - lo llamo, y el asintió en reconocimiento - Ji Hoo... - murmuro -Ji Hoo esta bien?

- Él esta en otra habitación - dijo sin dar detalles y a ella se le apretó el pecho preparándose para una mala noticia - esta bien - añadió después de unos minutos y ella soltó un suspiro de alivio

- Puedo ir a verlo? - dijo intentando levantarse

La puerta se abrió de par en par dejando ver una silla de ruedas empujada por un pelinegro, en ella el castaño sonreía brillantemente

- No será necesario - dijo Yi Jeong - burlamos la seguridad y logramos llegar hasta aquí - sonrió feliz el casanova

- Yah, se suponía que lo mantendrías alejado de las locuras - se quejo el mafioso - no que lo apoyarías en ellas

- Era esto, o que el saliera caminando de su cuarto - se defendió el alfarero

Ella sintió como su padre soltaba su mano y lo observo solo para obtener una sonrisa de su parte, el asintió y tomo a el casanova y al mafioso, dejándolos solos en la habitación

- Como estas? - pregunto el castaño después de unos minutos de silencio, ella sintió que sus ojos se llenaban de agua - tranquila, ahora estas a salvo - susurro acercándose mas a la cama

- Estaba tan asustada - murmuro - creí que no volvería verte - le confesó - no quería perderte, tenía miedo de no poder responderte - añadió con lagrimas corriendo por sus mejillas.

- Ya todo paso, no te preocupes, ahora estoy aquí - la tranquilizo él mientras la abrazaba, se sorprendió cuando ella lo aparto un poco y lo miro a los ojos

- Te amo - susurro antes de depositar sus labios sobre los de él.

Giros del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora