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- Joven Gu, no necesario que se moleste – dijo incomodo Gi Dong

- Insisto, quiero sacar a Ha Ni de esa casa – respondió Jun Pyo

- Una semana, es lo que necesito para poder sacarla de ahí, solo debo encontrar un lugar – insistió Gi Dong

- Señor Oh, no intente mentirme, conozco su situación – el mayor abrió los ojos sorprendido – recuerde que soy Gu Jun Pyo, líder de los F4; no se lo he dicho a nadie, solo yo lo sé y no tiene que preocuparse por eso – lo tranquilizo

- Aun así, no quiero ser una molestia – continuo negándose

- Oh Gi Dong – dijo llamando su completa atención, debía convencerlo – piense las cosas, si ese tipo se atrevió a tratarla de esa manera y usted lo golpeo, cree que su familia lo querrá en esa casa? – el mayor lo medito un momento – además, Ha Ni... ella tiene miedo de regresar, estaba muy asustada, yo deseo que se muden a mi departamento, si les falta espacio podemos buscar otro más grande - el señor Oh negó de inmediato.

- Debo hablar con ella primero – Jun Pyo sonrió, sabía que había ganado – aceptare si ella acepta – el rizado acepto – pero tengo una duda... como es que sabes lo que paso entre ellos? – Jun Pyo le conto lo sucedido ese día, y entonces comprendió como fue que el genio tenía un moretón, la sangre le hervía pero sabía que en parte también era culpa de el por permitir los insultos del genio a su hija, pero ya no más, esa había sido la última canallada que el soportaba y desde ahora defendería a su hija de quien fuera.

Después de platicar un rato mas, Jun Pyo se retiro del restaurante con una gran sonrisa en el rostro, trato estaba listo y para su satisfacción a favor de él, Ha Ni saldría de casa de los Baek y por fin podría volver a ser la chica que él conocía.

Esa tarde padre e hija se reunieron en una cafetería cerca de casa de los Baek, Gi Dong la había llamado, necesitaba hablar con ella y hacerle saber que el ya sabía todo lo ocurrido.

- Hija... creo que es momento de mudarnos – anuncio mientras la castaña tomaba un sorbo de su café

- Papá, estás seguro? – interrogo ella.

- Supe lo que sucedió entre Seung Jo y tu - comunico, ella se tenso de inmediato, no era algo que él debía saber

- Como... como lo supiste? – pregunto temblorosa.

- Él me lo dijo - eso la sorprendió, pero más le sorprendió que su padre mostrara tanta rabia en la mirada, su padre no era así. – no podemos seguir ahí, no quiero que sigas ahí – ella solo bajo la mirada – mañana... nos mudaremos – ella levanto la mirada

- No quiero regresar a esa casa esta noche – dijo casi en suplica y Gi Dong no comprendía como no lo noto antes, la casa que alguna vez fue un hogar para ellos, hoy era prácticamente un lugar de torturas para su hija, gracias al cielo eso acabaría.

- Pero... donde te quedaras?

- Con Joon Hee y las chicas, Jan Di, la prometida de Jun Pyo - el asintió – ella renta un departamento ya que sus padres están en Busan y hoy tenemos una noche de chicas -  le dijo mucho más alegre.

- Bien, sabes que no puedo negarte nada – sonrió cálidamente a su hija – esta noche les anunciare de nuestra partida – ella asintió. Terminaron su café y luego se despidieron, uno de los hombres de Jun Pyo la esperaba en la entrada y decidió llevar a su padre a casa, solo cuando él estuvo seguro ella se fue a casa de Jan Di.

Si todo salía bien, pronto terminaría con todos los lazos que la unían a Seung Jo, ella comprendía que quizás no aceptara el hecho de que los Song formaran parte de la mafia, su hermano forma parte de la mafia, pero ella nada tenía que ver con eso, aun así sufría las consecuencias de los actos de los demás, definitivamente el no era el hombre con el cual debía compartir su vida, las señales eran demasiadas para no notarlas; jamás salieron juntos, nunca quiso escucharla, nunca la noto, no le gustaba que la vieran con él, no se preocupaba por ella, no le demostraba cariño, nunca hablaba con ella; si, esas eran señales de que debía buscar otro camino, definitivamente eran alguna clase de señal para decirle que se replanteara la relación que había ido llevando, pero ella no noto nada, estaba muy  enamorada, era demasiado tonta, pero eso cambiaria, al abandonar esa casa dejaría a la pequeña y tonta Oh Ha Ni y se prepararía para ser una Oh Ha NI madura y segura de sí misma, una mujer que no dejaría que nadie la pisotee, ya que a pesar de no querer tener una relación con su padre biológico, ella era una mujer fuerte y segura, ella era una Song.

El silencio en la casa de los Baek era sepulcral, Eun Jo estaba aturdido, solo hacía dos meses eran una gran familia, el tenia una cuñada a la que molestar y un tío que lo consentía, pero estas últimas semanas habían sido todo un caos en esa casa usualmente tranquila donde los únicos problemas y dolores de cabeza los daba la castaña con sus típicas torpezas, no solo se había roto el compromiso entre su hermano y la castaña, además se habían descubierto lo tormentoso de su pasado y también lo mucho que había sufrido, ahora también sabían que la chica no era hija de Gi Dong, si no que de un señor que la había rechazado y para cereza del pastel, era una heredera que mantenía una estrecha relación con los cuatro herederos más ricos del país.

Por su parte Baek Seung Jo sabia que todo eso se debía a él, aun no entendía como había reaccionado de esa manera, solo debía mantener la calma, como siempre, pero no, el de imbécil va y pierde toda la paciencia, aun cuando sabía que no tenía derecho a exigir explicaciones, no después de haberla ignorado y humillado tantas veces.

- Pero Gi Dong... Por qué te marchas? - interrogo Soo Chang

- Nos marchamos – aclaro - Ha Ni... ella no esta bien en esta casa – le dijo – demasiado recuerdos quizás, además sabe que el señor Song... puede venir en cualquier momento, eso ella no lo desea - dijo pensativo, de cierta manera también era verdad - la he visto sufrir en silencio los últimos doce años y ahora que se reencontró con su hermano y sus amigos, no quiero que su felicidad sea a medias, deseo que sea inmensamente feliz.

- Amigo... no hay posibilidad de que se queden? – intento nuevamente el señor Baek.

- Estoy muy agradecido con ustedes, me ayudaron cuando más lo necesitaba, le dieron a mi hija una verdadera familia, Geum Hee ha sido como una madre para ella y nunca olvidare eso – dijo nostálgico, claramente extrañaría a los Baek, pero su hija era y sería siempre lo más importante – pero las cosas ya no pueden seguir así, además de lo de su padre, ella aun esta afectada por la relación fallida a la orillamos a los muchachos, quiero que mi hija vuelva a sonreír y creo que mientras nos mantengamos aquí, eso le será completamente imposible

- Cuando planean marcharse? – pregunto su amigo

- Mañana, a eso del medio día – comunico

- QUÉ?! – grito la señora Baek – tan pronto?

- Si, cuanto antes mejor.

Giros del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora