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Ha Ni y su padre terminaron de instalarse en su nuevo hogar esa misma tarde, después de su ajetreada mañana entre llantos de la señora Baek y un extraño silencio de los hombres de la casa, ellos decidieron alejarse de esa casa lo antes posible.

- Estoy tan cansada! – exclamo la castaña

- También yo – exclamo el mayor – ahora debo cocinar – murmuro para el

- Papa, salgamos a comer? – interrogo la castaña

- No debemos malgastar, puedo cocinar – se quejo

- Papa, no quiero que te esfuerces demasiado, quiero que descanses – replico

- Cielos! Qué buena hija tengo – dijo el sonriendo antes de levantarse del sofá en el que estaba y sentarse al lado de la menor para abrazarla, estaban riendo cuando el timbre sonó, ambos se miraron y se levantaron para ir a la puerta, al abrir, los F4 y las dos chicas estaban ahí.

- Trajimos la comida! –anuncio Jan Di levantando ambas manos llenas de bolsas

- Yo honrare a todos con mi presencia – dijo Jun Pyo

- Yah! Gu Jun Pyo, es una bienvenida, si no quieres estar puedes irte – la castaña negó mientras Gi Dong miraba a todos sorprendidos

- Lavandera! Deja de gritar... y entremos.

La comida fue agradable, toda la tarde la pasaron entre risas estuvieron un par de horas ahí, hablando de todo entre ellos, la castaña supo que su hermano regresaría en dos días, se asusto ante la perspectiva de contarle lo que había sucedido, el porqué se había salido de casa de los Baek, ella no podía decirle la verdad, a pesar de querer alejarse de Seung Jo, ella lo amaba, y no quería que nada malo le pasara, y sabía perfectamente que si su hermano sabía lo que había sucedido, Seung Jo terminaría por ser hospitalizado más que un par de días.

Por otra parte en casa de los Baek todo era silencio, Geum Hee estaba apagada, a la hora de la cena solo sirvió la comida para después sentarse y no probar nada, la luz de sus días se había marchado y para peor no sabía el porqué, bueno si lo sabía, de seguro tenía que ser causa de su hijo mayor, lo fulmino con la mirada desde su asiento, Seung Jo se levanto molesto.

- Mama me puedes decir que te pasa conmigo? – reclamo

- Quiero saber que le hiciste a mi pobre Ha Ni!- reclamo en un grito, su hijo palideció – sé que es tu culpa que ellos se fueran - continuo sin notar el malestar de su hijo – siempre la lastimas, nunca le demostraste que la “querías” – dijo ella en tono irónico, sabía que posiblemente lo lastimaría, pero era verdad, nunca lo hizo

- Si la quiero! – exploto él, llevaba años guardándose el cariño y el amor que le tenía a la castaña solo para que su orgullo no pierda ante la suspicacia de su madre, pero ya no podía – yo la amo, pero ella no quiere saber de mi, la lastime tanto, la humille tanto, solo para salvar mi orgullo y resulta que el que termino destrozado fue su corazón - dijo con lagrimas amenazando con salir de sus ojos

- Hijo... perdóname – dijo la señora Baek

- No madre, tienes razón, siempre la tuviste, y siempre lo supe, pero era demasiado para mi orgullo dejar que lo supieras - murmuro antes de salir corriendo a su habitación.



- Extrañaba nuestros momentos – comento Ha Ni mientras miraba televisión recostada en las piernas de su padre

- Pensé que nunca los volveríamos a tener una vez que encontraras a tu hermano – dijo su padre

- Ya sabes que eso no pasara – ella sonrió

- Hija – dijo el en un tono un poco más serio, ella se sentó y lo miro a la cara – si en algún momento llegas a cruzarte con Song Young Soo – ella se tenso, Por qué mencionaba a ese hombre ahora? – deberías hablar con él; después de todo, es tu padre, deberías darle una oportunidad

Giros del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora