Año nuevo para todos.

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Tony Stark había sido dejado en pleno 31 de diciembre. Pots había llegado implacable mientras sus hermosos ojos azules se hallaban húmedos dejando escapar todas sus penas.

— ¿Por qué me dejas sí te daña?¿Por qué hacerlo sí sabes que me dejarás devastado?

— Porque es lo mejor para ambos. Me amas,Tony. Te amo también pero no somos lo que el otro necesita. Tú sigues sepultado en tus armaduras, yo en mantener tu empresa a flote.

— Podemos tomarnos un tiempo. Pero no dejarlo para siempre. Eso es mucho.

— Es lo mejor. Lo vas a entender pronto. Lo sé.

La mujer sonrió sólo cómo ella sabía y el corazón de Tony se destruyó un poquito más.

No bien la puerta del taller se cerró, el genio se entregó a uno de sus muchos trabajos. Sin querer pensar en el baile de fin de año que había preparado para declarar ante el mundo la fecha de su matrimonio con Pots, ahora tendría que cancelarlo. Pasaron unas horas o tal vez semanas, el tiempo no era importante.

— Señor, la señorita Pots pide acceso.

— ¿Qué desea? Romperme el corazón aún más.

Murmuró como niño pequeño el hombre en medio de soldar una pieza.

— No. Ella dice que debe salir de ese taller suyo y asistir a la fiesta que usted mismo organizó.

— Esa mujer es malvada.

Y por eso la amaba. Le importaba un carajo que fuera Tony Stark. Ella era la Jefa.

— Señor, la Señorita insiste.

— Dile que ya salgo. Al menos debo hacer esto.

Con pies pesados se dirigió al ascensor para subir a su habitación. El traje de tres piezas lo miraba burlón desde su cama. Tony sólo suspiró y fue a alistarse. En tiempo récord consiguió ponerse presentable y bajó hacia dónde la pelirroja le esperaba.

— Te ves guapísimo, Tony.

Su voz era suave.

— Tú te ves hermosa pero siempre lo estás.

Su cuerpo se movió por costumbre y tomó la delicada mano contraria para ponerla alrededor de su brazo. De esa forma se dirigieron a la limusina conducida por Happy.

El lugar de la fiesta ya se encontraba rodeado de paparazzi, periodistas y fans de las celebridades invitadas.

Tony sonrío cómo un maestro y dijo las cosas correctas pero cuándo no hubo cámaras frente a él sus ojos volvieron a ser opacos mientras observaba la ciudad llena de gente riendo y festejando que un nuevo año empezaría dentro de poco.

Así lo encontró Steve. Y aunque no se sentía digno de acercarse al genio luego de la CW lo hizo porque se había prometido estar para Tony aún él no quisiera.

— La ciudad está en algarabía.

— Es fin de año.

— ¿Estás bien?

— ¿Acaso te importa?

Tony al fin volteó para ver al rubio y le entregó una sonrisa cansada.

— Me importa aunque no lo creas.

— Sí el Capitán América se preocupa por mí significa que estoy peor de lo que pensé.

— Ese soy yo, mucho gusto.

El hombre más pequeño se carcajeo de forma ruidosa. Tanto que lágrimas empezaron a caer y no se detenían.

El rubio observó al genio derrumbarse. Lo dejó liberarse de todo lo que había guardado para no ser una molestia. Para no preocupar. Para ser de hierro.

— Rogers, no paran. Éstas malditas no paran ¿A qué es gracioso? Ahora podrás chantajearme, podrás burl-

Sin poder aguantarlo más el hombre más alto atrajo al otro a la seguridad de sus brazos.

— No sé de qué hablas. No he visto alguna cosa extraña.

Con un gemido estrangulado, Stark correspondió el abrazo y  lloró en los brazos del Capitán. No supo cuánto pero no importaba, el tiempo era irrelevante.

Pero lo que sí importó fue cuándo después de la crisis se vieron y fue cómo si fuera la primera vez.

— Mucho gusto.

— El gusto es mío.

Charlaron toda la fiesta y aunque muchos intrusos trataron de hablar con ellos, eran detenidos por Pots que los vigilaba con una mirada de Halcón.

Estaba segura que Tony encontró a quién podría frenar sus pesadillas y obsesiones. A veces quién más te daña es el único que puede sanarte.

Las campanadas sonaron y el conteo hacia atrás empezó. Los dos hombres levantaron sus cabezas que habían estado tan cerca para conversar ante el ruido.

La mujer sonrió con diversión, su trabajo estaba hecho. Ahora era tiempo de encontrar su propio freno para no trabajar tanto y descansar más. 

— Señorita Pots ¿Desea compartir una copa conmigo para celebrar el nuevo año?

Happy la sobresalto pero su sonrisa demostraba que sabía sobre su plan. Ella aceptó.

Cuándo dieron las doce, todas las parejas, los amigos y familia brindaron por un año lleno de más amor, prosperidad y mucha diversión.

Steve y Tony en el balcón.

Happy y Pepper a unos metros de ellos.

Nat y Bucky en medio de Rusia.

Los hermanos Maximoff con Visión en la Torre Stark.

Clint con su familia.

Bruce en Asgard con Thor y Loki.

Scott cuidando a su hija mientras su ex esposa y su marido disfrutaban una cena. Sam lo acompañaba.

La ciudad entera festejaba el nuevo año con esperanza en él.

Nuevas oportunidades se abrían y nuevas relaciones empezaban.

Las antiguas se fortalecian, otras se rompían.

Pero así era la vida. Así era ser humano y celebrar el año nuevo.



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Bueno aprovecho éste primer fin de año publicando en esta plataforma para agradecer todas las estrellitas, comentarios y agregar mis historias a sus lista de lectura ¡Muchísimas gracias!

Que éste año 2018 traiga amor, prosperidad y mucho de sus ships preferidas. Yo seguiré poniendo mi granito en el fandom Avengers ( STony) y tal vez viaje a otros en los que ya estoy pero no me atrevo a escribir sobre ellos. Todo puede pasar y eso es lo divertido.

Un abrazo a todos y ¡FELIZ 2018!

Nos leemos.







 

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