Taller

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El rubio entra al taller inundado de música y olor a grasa. Sus ojos azules recorren todo lo creado por el hombre que encuentra parado en su mesa de trabajo, Tony hoy lleva unos lentes de protección y sostiene una pieza en su mano mientras la otra lleva el soldador que lanza una llama azul y fina. La herramienta entra en contacto con el acero y la estancia se llena de chispas azules, Steve queda momentáneamente cegado y sin darse cuenta emite un sonido de molestia.

La música es apagada y alguien emite una maldición por lo bajo.

- Steve.

La voz del genio se escucha fuerte y clara, muy cerca del oído de Steve. Sus manos son tomadas para ser llevado hacia un lugar indefinido pero él confía en el hombre frente a él. Se deja llevar hasta que su espalda toca una superficie que se asemeja mucho a una silla de metal que siempre está cerca a la mesa de trabajo de Tony.

- Disculpa la interrupción, Tony. Estábamos a punto de cenar y no estabas presente.

- ¿Y no crees que no fui de forma intencional?

- ¿Por qué lo harías?

Un suspiro suena y hace eco en el taller. Steve parpadea rápidamente debido a la molestia en sus ojos pero debido al suero puede percibir formas ya, luego de un minuto de silencio recupera totalmente el sentido y su mirada se dirige hacia Tony. El hombre está sonriendo ligeramente.

- Ya que estás bien creo que mis cuidados han acabado. Deberías subir a comer.

- ¿No subirá a comer?

- No pienso hacerlo. Estoy a punto de crear algo grandioso y no puedo perderlo.

- ¿Tienes miedo?El hombre que yo conozco no lo tiene, eres el m-

- Sí, sí. Soy uno de los tres hombres más inteligentes del mundo, soy el mejor amigo que has tenido y la mejor creación de mí padre. Me lo has dicho Steve, sé que me consideras así, cómo tu amigo, tú compañero. Mientras yo estoy aquí haciendo una rabieta porque amo a ese amigo pero él no me ama de la misma forma. Estoy aquí siendo egoísta porque deseo al gran Capitán América, porque deseo más de lo que él ya me da. Vete, Steve. No soy bueno hoy.

El silencio se instala de nuevo. Tony vuelve a su mesa pero ya no prende el soldador. Se dedica a abrir y analizar una gráfica holográfica.

Steve se levante finalmente de la silla y ve cómo la postura de Tony se endurece. El rubio camina los dos pasos que lo separan del genio y con actitud decidida se mete entre el hombre y la mesa. Sus cuerpos se tocan íntimamente y sus respiraciones se mezclan debido a su casi misma altura. Los ojos cafés de Tony están enormes y brillantes. Su mirada es intensa mientras pregunta sin palabras lo que está pasando. El rubio no cree poder responder así que únicamente toma el rostro masculino de su compañero y deposita un beso en esos labios entre abiertos que al tocar los de Steve sueltan un jarro compartido. El beso se vuelve intenso, las manos hacen su camino. Las del rubio recorren el rostro y cabello de Tony mientra éste acaricia el cuerpo esculpido de Steve hasta que llega a las caderas potentes que el Capitán posee, el genio en un acto de pasión alarga su mano para despejar su mesa y nuevamente toma las caderas del rubio y en una demostración de una fuerza oculta deposita al Capitán sobre ella. El sonido de piezas cayendo se escuchan en medio del silencioso taller. Steve se separa ligeramente ocasionando que Tony levante una ceja en muda pregunta.

- Pensé que estabas a punto de crear algo grandioso.

- Lo estoy haciendo ahora mismo, Steve.

El rubio sonríe ante la respuesta y devuelve sus labios a dónde pertenecen. Tony lo recibe con alegría y en un movimiento feroz los dos terminan echados sobre la mesa, las manos del genio recorren los brazos fuertes del soldado hasta que sus manos se unen en un agarre fuerte. Sus cuerpos se balancean juntos ocasionando ruidos metálicos.

- Pon música, VIERNES.

- Sí, Jefe. Y disculpe pero los Vengadores preguntan sí los esperan para comer.

- No, VIERNES. Diles que ya estamos comiendo.

- Entendido, Jefe.

La voz robótica de mujer suena cómo sí estuviera conteniendo la risa para no romper su profesionalismo. Tony lo ignora para proseguir con lo suyo. Cómo en un trance las manos de Tony guían su camino hacia la entrepierna del hombre debajo suyo que lo mira con esos ojos azules brillantes. Se detiene antes de hacer su movimiento.

El rubio sonríe y su propia mano es la que libera su miembro de su pantalón dejando ver a Tony el boxer negro que ya está a punto de reventar.

- Adelante. Te lo doy libremente, Tony.

La sonrisa de Tony ilumina el taller y la música se mezcla con los gemidos de los dos hombres. Las fuertes y hábiles manos del genio hacen su trabajo, una tiene sujetado en un fuerte agarre el muslo derecho del soldado mientras que la otra usa la mesa cómo palanca para hacerlo todo más duro, más intenso. El soldado se aferra a la mesa disfrutando el vaivén de sus caderas combinadas. Tony entra y sale del dispuesto, sudoroso y musculoso cuerpo del Capitán una y otra vez hasta que logra hacer que el rubio grite su liberación en un ronco gemido bullicioso. Con un suspiro de satisfacción plena el genio se libera segundos después, luego de dar una última estocada.

El cuerpo del Capitán es aprisionado entre la mesa y el hombre que acaba de darle su placer.

- Ahora sí quiero comer.

El genio declara con descaro y Steve se ríe fuerte, ahora la música se mezcla con risas. Y es que así es cómo se define su relación, pueden explotar en pasión y luego en risas. Son amigos, compañeros y ahora son amantes.

OneShots STony.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora