Perfecto

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Las fiestas empezaron, las bebidas en su sistema aumentaron, las mujeres desfilando a su piso fueron llegando cada día, su sarcasmo aumentó, su sonrisa burlona apareció en más momentos, era un Tony Stark desatado en busca de ser el incorrecto amigo para el valeroso Capitán.

Hasta que una noche la edad lo alcanzó, la bebida lo rebasó y las mujeres fueron más de lo que podía soportar. Fue dejado con la luz del sol, como un trapo desecho. Tony imaginó en lo lamentable que debía verse: medio desnudo, con los ojos rojos y la barba desaliñada. Con el olor a bebida, sexo y sudor. Una sonrisa asomó cuando pensó en lo que pensaría el Capitán sí lo viera. "Todo tú eres errado."

-Te ves terrible- el rubio suspira ante la imagen que Tony le ofrece, su enorme cuerpo se recuesta sobre la puerta con una mueca en su hermosa cara.

-Buenos días a ti también, Capi- Tony sonríe como un gato travieso, sus ojos apenas pueden ver pero trata de enfocarlos en la gran figura que puede vislumbrar.

-No son buenos sí debo cuidar de un hombre maduro que aún juega a ser un veinteañero- con otro suspiro la gran figura se acerca hacia Tony.

-Entonces vete, no necesito tu ayuda. Y menos ser regañado por un anciano que sigue en la era de las cavernas. - sin ganas de mantener su fachada Tony se da la vuelta como niño enfurruñado para cubrir su cuerpo con la sábanas de su enorme cama.

-Cállate y déjame hacer mi trabajo – de un tirón lo que cubre a Tony es desechado y unas manos grandes con dedos largos toman posesión de la camisa sostenida por sólo dos botones.

-¡No soy tu trabajo, maldición! Ve a salvar gatitos y abuelitas – en un intento inútil las manos del ingeniero se posan sobre las intrusas para quitarlas pero la fuerza superior del soldado lo hace imposible.

-Prefiero estar aquí – con una suave voz y toque delicado el Capitán refuta mientras continúa con la labor de sacar al genio de sus ropas sucias.

-No necesito eso– sin tener otra alternativa Tony usa su voz molesta, trata de poner una expresión que demuestre enojo pero al parecer falla porque lo único que consigue es la risa burlona del rubio.

-¿Y qué necesitas, Tony? – con un tono perfecto de sarcasmo la pregunta es lanzada contra el genio quien sólo puede parpadear ante el descaro del hombre.

- Cualquier cosa menos a ti ni a tus buenas intenciones de samaritano. – escupe la última palabra como si fuera veneno– .En verdad no te entiendo, Steve. Sé que te gusta ser un boy scout pero no soy una misión para que ganes tu medalla a ciudadano del año, ya la tienes. Eres el maldito Capitán amado por todos así que por favor lárgate y déjame ser el desastre que quiera ser – con las pocas fuerzas que Tony logra reunir se levanta de la cama para dirigirse a su baño con pauso raudo, no es detenido y se siente aliviado por eso.

Ya en el baño se quita sus ropas, aún su piel siente dónde los dedos de Steve lo tocaron de casualidad y arde, su interior quema por lo que con gran placer enciende la llave del agua fría para despertar de una vez. Su cuerpo se queja pero su mente se lo agradece. Treinta minutos bajo el agua lo vuelve una masa sin dolor ni deseo, sólo es un cuerpo dominado por sus ansías de dormir. Satisfecho se detiene para escuchar al otro lado, el silencio le responde y con un suspiro abre la puerta, sus hermosos ojos no ven al Capitán cerca pero sí notan su cama que muestra reluciente sus nuevas sábanas. Huele a limpio y todos los olores que él acaba de quitarse con la ducha tampoco están en su dormitorio.

-En verdad te odio, Steve– sus ojos se cierran ante el pinchazo de dolor que quiere aparecer pero con un gruñido lo detiene y camina furioso a su cama, desordena el lugar y más satisfecho se acuesta en el desastre causado. Sabe que se está portando idiota pero no le interesa. – .Soy el incorrecto Tony Stark después de todo – con eso en mente se duerme con una sonrisa triunfante.

Su sueño se llena de pasos pesados, tintineos de porcelana y una canción cantada en francés. Reconoce el idioma pero no la letra porque su estómago desea la comida que sus fosas nasales están percibiendo. Malditas necesidades biológicas pero por ahora su cansancio lo mantiene medio inconsciente. La música se aleja, la comida se queda. Despierta un tiempo indefinido después con una charola en su mesa de noche, tiene frutas, pan y jugo de naranja. Y una nota al lado con lo siguiente:

"Aunque seas la mejor versión de ti, nunca serás suficiente para la persona equivocada.

Aunque seas la peor versión de ti, siempre valdrás la pena para la persona correcta."

Tony, leí esto un día y sin saber cómo ni por qué pensé en ti. Lo supe mucho después cuando platiqué con Pepper sobre tu comportamiento, ella suspiró y me invitó a tomar café en la cafetería donde dibujé tu edificio y la camarera me preguntó sí estaba ahí para ver volar a Iron Man, ese día dije que no y creo que no fue mentira porque no fui por Iron Man, fui por el hombre que portaba el apellido del hombre que con su tecnología ayudó a convertirme en lo que era, por el que era tan parecido a mi viejo amigo, por tu foto dónde parecías tan inalcanzable, cuya hoja de información causaba una rara sensación en mí, por ti fue que la iniciativa "Vengadores" me fuera atrayente, eras el último de los Stark, un enlace con mi pasado y lo único real además de mi escudo y los recuerdos de que lo que viví no había sido un sueño. Y destrozaste todas mis expectativas acerca de ti, me sentí herido y decepcionado. Ataqué, nos atacamos en realidad pero gracias a eso dejaste de ser el hijo de Howard para convertirte en Tony. Eras todo tú, con defectos y virtudes, con armadura y sin ella. Eras sólo tú.

Y con eso vuelvo a lo que ella me dijo: "Tony siempre se ha sentido incorrecto ante las perspectivas de los demás, está en la lucha de lo que es de lo que quiere ser. Yo no pude entenderle, él no pudo hacerlo y por eso perdimos nuestro amor. Pero aún sigo siendo su amiga y quiero que sea feliz con alguien que lo valore como es pero que también lo impulse a mejorar. Yo no fui esa persona. Espero que su próxima relación sí lo sea. Adiós, Capitán." Con todo dicho se fue con una sonrisa conocedora. Seguía sin entender hasta que vi tu edificio y te imaginé solo entre tanto cemento, vidrio y tecnología. Desee sostenerte y decirte: "Tú eres el correcto, Tony."

Ayer quise hacerlo pero no estabas dispuesto y lo que menos quiero es obligarte, voy a cortejarte y no me importa lo muy Tony Stark o Iron Man que seas, sí me das la oportunidad también seré el correcto para ti.

Con amor y respeto.

                                                                                                                                                                  SteveRogers.




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Publicado: 12/11/18 
Detesto que me quita el guión largo pero bueno.

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