Capítulo 11: Ojo por ojo diente por diente.

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El beso con Ryan era totalmente distinto al mío con Jayden.

Jayden me beso de una manera posesiva, salvaje y no podía negar lo, me había encantado.

Al mismo tiempo, detesto que mientras me esté besando con él este pensando en mí beso con Jayden.

Que se joda ese imbécil.

Voy a disfrutar mi vida, sin pensar en él.

Jayden

No podía creer lo que mis ojos estaban presenciando, Kendall se estaba besando con el hijo de puta de Williams.

Sentía mi sangre hervir segundo a segundo, mientras miraba aquella escena ejercía muchísima fuerza en mis puños. No pude soportar lo más y salí de allí envuelto en furia, no me importó nada no me fije en si me miraban no solo sé que salí de aquel aula enfadado, es estúpido que me sienta así teniendo en cuenta que ella puede hacer lo que quiera pero esa no fue razón para no pegar le con toda mi ira a los casilleros, gracias a los largos minutos y fuertes golpes que le di a los casilleros muchos de los estudiantes salieron de su clase a observar de donde provenían aquellos ruidos. A lo lejos escuche la voz de alguien a quien ya conocía por las veces que me había tocado ir a su oficina.

-Señor Collins lo quiero aquí en este momento, vamos a mi oficina-ordenó el hombre de baja estatura.

Sin girar hacia atrás para hacer contacto visual le dije.-Será en otro momento señor Thompson-luego de decir eso salí directo al estacionamiento por mi auto, sabia muy bien cual era el lugar al que me dirigía.

Llegue a el lugar que suelo frecuentar más rápido de lo normal. Con la mano saludo a unos conocidos quienes se encuentran en el lugar. Me dirijo a la barra para que Lyra me atienda. Me siento y observó con atención el bar, aquel bar que se había convertido en el lugar que frecuento cada vez que los recuerdos me atormentan aunque esta vez la razón que me trajo aquí allá sido la castaña de ojos celestes. Aunque aún faltaba un par de horas para que el reloj marcará el medio día el lugar no estaba desierto siempre observó detalladamente cada persona que llega aquí, todos llegan por múltiples razones unas son razonables algunas no, pero aún así todos los que lo visitan lo hacen tratando de evadir lo que sucede detrás de aquellas puertas y luego estoy yo, un chico el cual el día de hoy lo visita por ver a la chica que causa sensaciones en el besando a un chico que no soporta.

-Noté que estabas perdido en tus pensamientos así que aquí tienes-dijo poniendo la botella en la barra-sabía que ibas a pedir lo mismo de siempre.

-Gracias Lyra-dije mientras bebía de la botella.

-¿Y dime amigo qué te trae el día de hoy aquí tan temprano?-dijo mientras limpiaba la mesa.

-¿Sabes? Muchas veces por mas que tú quieras algo, jamás lo podrás tener-conteste pensativo.

-Que profundo. ¿Qué chica te tiene así? Jamás te había oído decir algo como eso-dijo intrigada.

-No quiero hablar. Quiero otra botella, por favor-

Perdí la cuenta de cuantas botellas me tome y de cuanto tiempo hacia transcurrido desde que había llegado aquí. Ya el alcohol había hecho su efecto en mi. Pedí otra botella.

-Claro que no amigo, ya estas ebrio-dijo ella negándose.-Además ya es mucho mas del medio día y sigues acá, si te doy otra botella ya no podrás ni ponerte en pie.

Como ya me encontraba borracho estaba empezando a decir cuanta tontería saliera de mi boca. Sentí como la mano de alguien se posó en mi hombro, volteé mi rostro para observar de quién se trataba pero me tardo mucho en distinguir quien es aquella chica cuando por fin logro reconocer la.

Siempre serás tú. ¡Editando! #PGP2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora