Kendall.
De una vez por todas debo de hacer lo que digo y creo correcto, no sé en qué momento deje que algo así sucediera, casi me siento ridícula con sus palabras, tampoco es como si estuviese enamorada de él pero aún así ya es momento de que ponga en acción mis palabras.
Recuerdo la llamada que recibí apenas hace unos instantes de la señora Elena, por suerte, recordaba la invitación que ella me había hecho, primero iríamos de compras y luego a cenar en su casa.
-Esto está muy delicioso-digo mientras saboreo el almuerzo que chachis preparo. Ella está acomodando algunas cosas de mi habitación.
-Me alegra que te guste mi niña. Quería decir te, que Jack parece haber reflexionado no sabes lo feliz que estoy, me dijo que quiere pedirme perdón y tratarme como siempre debió de hacer lo-me dice con una sonrisa tan genuina que las ganas de decirle lo que pienso se esfuman. Su hijo no me cae bien y no me fío de él, es muy raro que de un momento a otro haya cambiado. No es que no quiero que ella sea feliz, si por mi fuera, ella sería la mujer más feliz de este mundo pero debo de reconocer que su hijo es un ingrato, no sé qué hacer cuando me entero de lo patán que él es.
-Espero que tengas razón chachis, espero que esta vez si sea sincero. No te imaginas lo mucho que me gustaría que así fuera, eres una mujer tan buena y mereces ser feliz-le digo sincera. No quiero arruinarle su momento de felicidad con mis sospechas sobre su hijo.
Me doy una ducha y salgo de la casa hacia la cafetería. Tomó un taxi hacia mi lugar de trabajo, estoy por llegar cuando mi vista se dirige a una pareja, de inmediato reconozco a Sam, ella esta discutiendo con un chico, supongo que es su novio, ambos están a unos metros de la entrada de la cafetería. Me bajo y pago rápidamente para ayudar a mi amiga.
-Perdóname, te juro que no volverá a suceder. Yo no quería, créeme, Samantha yo te amo, ¿por qué no lo entiendes? Fue algo del momento, lo juro-le dice aparentemente llorando. Mi mirada va hacia la chica de cabello verde y ella parece muy afectada.
-Eso me dijiste la vez pasada Connor y lo volviste a hacer, te perdone, a pesar de todo, a pesar de tener ese miedo en el fondo de que eso se repitiera, si tanto me amas ¿por qué no lo demuestras?-él bajo su mirada por un instante-¿qué hay de malo en mi? ¡Dime!-le preguntó ella con la voz quebrada. Sus últimas palabras hacían eco en mi mente.
-Te pido de la manera más amable posible que te largues ¿no ves cómo está ella? Basta de hacer la sufrir, basta de eso, ella vale mucho y merece mucho más de lo que tú le das-le digo poniéndome delante de mi amiga, él parece dudar lo mucho pero se va, no sin antes mirar la una última vez. La tomó del brazo y nos dirigimos a un pequeño parque que está en la esquina.
Nos sentamos en una banca y ella sigue llorando, no digo nada permitiendo que ella se desahogue, la abrazo y esto hace que las lágrimas sean más constantes,-no sé qué hacer, realmente no lo sé, una parte de mi me grita lo ilusa que soy, me pide a gritos que lo deje ir, que no vale la pena, que ya he llorado suficiente por él, que ya me ha hecho mucho daño, pero entonces vienen a mi todas sus palabras, esas palabras lindas que me hacían sentir mariposas en el estómago-la escucho atenta mientras la miro a los ojos.-pero está la otra parte, esa que aún guarda una pequeña esperanza, esa que cuando lo ve hace que me ponga nerviosa, lo amo, lo amo de una manera irremediable y esta parte piensa que él también lo hace, que él también me ama, que él va a cambiar, que dejaremos todo esto atrás y que él no lo volverá a hacer. Esta es la parte que al parecer quiero escuchar, la que me grita que no me rinda, que no deje de luchar por él, por lo nuestro-no quiero aburrir la con largos discursos sobre lo que pienso, así que trataré de ser lo más breve posible.
-No se trata de rendirse, se trata de darse cuenta que ya fue suficiente-le digo tomando su mano-tú decides si vale la pena seguir aferrada a algo que constantemente te hace daño solo porque te hace sonreír de vez en cuando-le digo mientras acaricio su mano.
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Siempre serás tú. ¡Editando! #PGP2018
Ficção AdolescenteTodas las personas estamos marcadas por un pasado. Muchos aprenden a vivir sin estar atados a él, viviendo el presente. También existimos nosotros para quienes nuestros pasado es aquella etapa que marco nuestra vida para siempre, aquella etapa que j...