Capítulo 13: La pasaremos bien.

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Salgo de la ducha encaminando me hacia mi armario para elegir que me pondré para mi cita con Ryan, a decir verdad no tengo ni puta idea de a donde me va a llevar, así que estoy indecisa sobre que atuendo ponerme.

Ya falta poco para que el rubio pase por mi. Con el lápiz negro delineo la parte inferior de mi ojo, aplico la máscara de pestañas y utilizo un fuerte labial rojo. Guardo lo necesario en mi bolso.

Bajo a la primera planta ya lista. Escucho gritos provenientes de la cocina, me acercó para escuchar, lo sé soy muy curiosa.

La curiosidad mato al gato.

Al parecer la discusión es entre la chachis y mi progenitora.

-Esa niña es la culpable de todo-le grita la castaña a la señora de edad avanzada.

-No te atrevas Margaret, tu sabes que tuviste un muy grave desliz-dice ella defendiendo me. Me he quedado estática es como si no pudiese moverme ni articular palabra alguna.

-No me lo tienes que recordar, pero ella no debió de entrometerse en cosas que no le incumbían-

-¡¿QUÉ ACABAS DE DECIR?!-

-Lo que escuchaste Aurora-

Esto se esta saliendo de control.

-Tú sabias lo que significaba ella para Gabriel pero eso a ella no le importó, aún así abrió su bocota e hizo que todo terminara en una desgracia-al escuchar esas palabras de mi progenitora, la ira aumenta. Es una sínica.

-Ella hizo lo que cualquier niña de 13 años hubiese hecho ante esa situación-

No podía seguir soportándolo. Simplemente no podía. Salí de allí, no iba a seguí escuchando aquello conversación, hoy no. Hoy iba a disfrutar, no había tiempo para dar lástima, no necesito que nadie sienta pesar por mi, es por eso que no me voy a poner a llorar para que Ryan venga a consolar me, no, voy a hacer como si nada hubiese ocurrido.

Llevaba mas o menos 10 minutos esperando a Ryan. Cuando por fin llego, antes de que el se bajara a abrirme.

-Hola linda-dijo con una sonrisa. Joder el día apenas empieza y creo que ya me moje.

Los rayos del soy hacen resaltar su hermoso rostro y esa mirada azulada que cautiva a cualquiera.

(...)

Llegamos a una bonita cafetería. La verdad tenia un ambiente muy acogedor. Definitivamente vendría mas seguido.

Llego un mesero un poco tímido a tomar nuestra orden.

-A mi me puede dar un batido de chocolate y una chocotarta-digo sonriendo como niña pequeña.

-A mi solo un capuccino-dice Ryan riendo.

Luego de que el agradable chico trajera nuestras ordenes, en nosotros se instalo un incómodo silencio. Sinceramente soy de las personas que habla hasta por los codos.

No me gusta estar con una persona y que ninguno de los dos hable. Me gusta entablar una conversación agradable. Así que eso haré.

Luego de varias preguntas me entero de que su padre es un abogado muy prestigioso y su madre una organizadora de eventos. No tiene hermanos, ya tiene 18.

-¿Y dime Williams que te hizo cambiarte de instituto? -dije tomando de mi batido.

-La verdad tenia problemas con un chico y a ambos nos expulsaron de allí, pero veo que terminamos yendo al mismo-dice encogiéndose de hombros. Creo saber a que chico se refiere. Aquel hombre de ojos grises, sonrisa perfecta y...

Siempre serás tú. ¡Editando! #PGP2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora