Me desperté por la mañana y la vi completamente destapada. Recorrí su espalda con mi mano y me levanté como pude para besar su cuello.
-Buenos días preciosa.- le dije sonriendo, al ver como ella también sonreía
-Buenos días mi vida. ¿Qué tal has dormido?
-Genial, ¿y tu?
-También.- sonrió
-¿Trabajas hoy?
-Si... tengo una reunión porque dentro de poco me voy a México...
-Ah... bueno entonces...
-Pero podemos comer juntos, tendré un ratito libre seguro.- sonrió- Pero si quieres eh, no te obligo.
-Claro que quiero boba. Me avisas cuando tengas el descansito ¿vale?
-Genial.- sonrió- Me voy a vestir y me voy. Ah, y por la noche si quieres vamos a mi casa, que esta es muy bonita pero ya no me queda ropa- me quitó la lengua y luego me besó. Acto seguido se fue corriendo al baño a cambiarse.
Le envié un whats app a mi hermana para saber donde estaba pero no me contestaba. Decidí llamarla, para saber si había pasado algo.
-¿Si...?- dijo con voz de dormida
-¡Buenos días hermanita!
-Dani, no me jodas. Son las ocho tío...- parecía enfadada, pero me encantaba picarla.
-Anda, anda, deja de quejarte y vístete que hoy desayunamos juntos.
-¿Estás de broma? No, no. Yo no salgo de la cama hoy.
-Como quieras, pero en diez minutos estoy en casa.
Al parecer se enfadó, porque me colgó. A saber lo que habría hecho anoche para tener tanto sueño... Mi hermana era de las que les gusta levantarse temprano "para aprovechar más el día" según ella dice. Clavadita a mi madre, tal cual. Malú se había ido mientras yo hablaba con Martina. Me lanzó un beso desde la puerta de la habitación y se fue corriendo escaleras abajo.
Me vestí y bajé a la cocina con tranquilidad. Me serví un vaso de agua y me despedí de aquella casa que tanto me gustaba. Recogí todo, para que si Esteban venía en estos días lo tuviera todo tal y como estaba y cuando acabé me fui. Malú se había llevado mi coche así que llamé a un taxi.
No tardó mucho en venir así que llegué pronto a casa. Claro que no tardé diez minutos como le había dicho a Martina. Subí a casa y estaba en el sofá esperándome, con cara de muy enfadada.
-¿Y tus diez minutos? ¿Se te perdieron?
-Anda boba, no te enfades. Vine lo más rápido que pude.
-La casa de Malú está a cinco minutos de aquí. ¿Me estás vacilando?
-No estaba en casa de Malú. Estaba en casa de los abuelos, la que compartimos con Esteban.
-Anda... ¿Le gustó? A Malú, digo.- por fin sonrió, esa cara de rancia que tenía al principio no me gustaba nada
-Si, le encantó.- sonreí.- Bueno ¿y tu que hiciste?
-¿Yo? Esto... pues... salí.- La noté nerviosa. Nerviosa como cuando nuestros padres nos interrogaban sobre algo que sabían que habíamos hecho, pero nosotros no sabíamos que lo sabían. Nerviosa, demasiado nerviosa.
