- 9 - ERES TU

554 9 0
                                    

-¿Si?- contesté, rezando para que fuera una buena noticia.

-Hola, buenos días. ¿Hablo con Daniel González?- Aquella voz no me resultaba nada familiar. Era una chica que parecía ser joven, más o menos de mi edad.

-Si, soy yo. 

-Me llamo Victoria. Esteban López me ha hablado de usted, muy bien por cierto. Dice que usted trabaja en su bar algunas noches tocando el piano, la guitarra o incluso cantando... Verá, yo tengo un hotel aquí en Madrid y nos gustaría incluír actuaciones musicales en el salón de fiestas y también en el restaurante. Como me ha dicho que es usted muy bueno, ¿le gustaría trabajar con nosotros?- Aquello me dejó de piedra. ¡Un trabajo fijo, por fin! Y eso no era lo mejor, no. Lo mejor era que hacía lo que más me apasionaba, y eso iba a ser un gran paso si quería seguir subiendo peldaños. 

-Por supuesto, me encantaría- dije enseguida

-Estupendo, he dejado la dirección del hotel en su buzón, pásese por el hotel cuanto antes. 

-Perfecto, gracias. 

Y colgó. Mi cara de felicidad en ese momento era insuperable, indescriptible. No hice más que abrazar a Malú, así sin decirle nada. 

-¿Qué pasa cariño?- dijo entre risas

-¡Tengo trabajo!- dije entusiasmado

-¿En serio? ¿Dónde? ¿Haciendo que?- Mi hermana y su agobiante costumbre de hacer mil preguntas a la vez. 

-Si, en serio- reí- En un hotel

-¿Camarero? ¿Botones? No lo aceptes eh!

-No boba, tocando, cantando... esas cosas- las miré a las dos y sonreí

-Eso es genial cielo- dijo Malú sonriendo también. 

-Oye Dani... He llamado a Jesús para quedar un rato, como no nos vamos... No te importa ¿no?-Jesús era un viejo amigo nuestro que tenía la edad de mi hermana. Nuestros padres se conocían desde antes que yo naciera. Tenían otro hijo, Marcos, que tenía dos años más que yo. 

-Claro que no enana, pero vuelve pronto al hotel eh.

-Sii- Martina nos dio un beso en la mejilla a cada uno y se fue. Ahora si, subimos a la habitación del hotel, porque estar mucho tiempo en la calle no iba a ser bueno si no queríamos que nos viesen. 

-¿Que haremos esta tarde? -preguntó Malú mientras subíamos a la habitación

-Mmmm, lo que la princesa quiera- sonreí

-Pues pregúntale y luego me lo dices ¿vale?- me giró la cara y aproveché que no había nadie más en el ascensor. Le di al botón de Stop del ascensor y casi me mata. 

-¡Dani! ¿Pero que haces? ¿Eres tonto? 

-No pasa nada mujer, esto lo ponemos en marcha luego- dije tan tranquilo

-Mira, como nos quedemos encerrados es que te mato... te juro que...- me acerqué más a ella y la callé con un beso al que no puso resistencia alguna. 

Estuvimos bastante rato allí dentro, solos por completo hasta que se me ocurrió darle al botón. Antes de darlo recé para que funcionara, por que sino la que me iba a caer iba a ser buena.

APRENDIZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora