*Al día siguiente*
Caminaba por los pasillos intentando pasar desapercibida de la gente. Con la cabeza cabizbaja, llegué a mi taquilla y cogí los libros de mi siguiente asignatura, ciencias. Miré hacia el lado y vi a Harry a unos cuantos metros a mi derecha colocando sus cosas en la taquilla. Me acerqué ya que teníamos que hablar del trabajo de latín.
Harry... - dije poniendo un mechón de pelo detrás de mi oreja e intentando llamar su atención.
Hola Jess - dijo sin desviar su mirada de la taquilla.
Tenemos que hablar sobre el trabajo de latín - dije intentando parecer todo lo segura posible.
Oh, claro - dijo girándose a mirarme, pero de repente miró hacia otro lado con los ojos como platos, me giré y vi a dos chicas rubias, le lanzaron sonrisas coquetas a Harry, mientras que él seguía comiéndoselas con la mirada. Me entraron nauseas del asco y me crucé de brazos esperando que Harry dejase de mirar el culo de las chicas. Yo le miraba seria esperando mientras él se mordía el labio inferior. Bajó a la Tierra y me miró con el ceño fruncido.
¿Qué decías?
Nada, esperaré a que se te baje el calentón para decírtelo - dije mirándole con asco y dirigiéndome a clases. Pasaron rápido para mí, hasta el recreo, que se me hacía eterno ya que estaba sola. No había visto a Dafne desde hace una semana y empezaba a preocuparme, la llamé un montón de veces pero según el contestador, el teléfono estaba apagado o fuera de cobertura. Fui a la cafetería rezando por no encontrarme con la cabellera rubia que tantos problemas me había causado. Pero mi sorpresa fue doble al encontrarme con Tiffany agarrada del brazo de Harry como una garrapata entrando por la puerta principal junto con la mirada de todos posadas en ellos dos. Tiffany me miró triunfante, con una sonrisa victoriosa andando agarrada de Harry, al parecer estaban de nuevo juntos... ¿Qué se creía? ¿Qué me daba envidia? Ni de broma sería un cuerpo de silicona con una cabeza que le sirve solo para peinarse, yo tenía sentido, no como ella.
Se sentaron junto con los populares en la mesa del fondo al lado de la ventana. Después de terminar de comer salí de la cafetería mientras que la gente me miraba susurrando con caras de burla. Me dirigí a los jardines y me senté en un banco alejado. Estuve leyendo hasta que sonó la campana informando de las segundas clases de la mañana, me levanté refunfuñando.
Perdona - dijo alguien parado frente a mí. Me asusté y retrocedí. Era un chico alto, castaño de ojos azules y con barba de dos o tres días, bastante alto y con un cuerpo bien definido. Me giré extrañada para ver si había alguien detrás de mí, ya que me extrañaba que alguien como él hablara conmigo y me auto señalé aún con el ceño fruncido.
Sí tú - dijo riendo divertido con una dulce sonrisa. Yo me coloqué las gafas y sonreí. Nunca había visto a este chico por aquí...
¿Puedo ayudarte? - dije sonriéndole tímida.
Sí por favor, ¿puedes decirme donde está la clase de 1º C? -dijo mirando un horario, al parecer era nuevo aquí.
Claro, esa es mi clase, acompáñame - él suspiró.
Menos mal, ya me veía llegando tarde mi primer día... - reí. Mientras llegábamos a clase él se fue presentando al igual que yo hice con él, se llamaba Zac, tenía 21, era de los mayores, y sin embargo estaba en la misma clase que yo. Entramos juntos en clase y la gente se le quedó mirando raro, las chicas como no, con los ojos abiertos sorprendidas supongo por el atractivo de mi acompañante, miré a Harry quien miraba a Zac mal y luego su mirada se encontró con la mía. Fueron segundos pero me bastó para notar asco en sus ojos. La clase empezó y me senté al lado de Zac, este chico me había caído extrañamente bien. Era muy raro que le hablara con tanta confianza, pero él era un chico diferente, lo veía en sus ojos y en su sonrisa sincera. Lo que él no sabía es que tenía al lado a la nerd, el primer objetivo de burlas y entretenimiento de la clase, por lo que me sentí culpable, él no tenía que estar conmigo, a él le pegaba más estar con gente popular y ahorrarse estar con la rarita del colegio. Las clases acabaron y dejé los libros en mi taquilla, Zac me siguió. Su taquilla estaba en frente de la mía.
¿Vas andando a casa? - me dijo a la salida.
Sí - dije colgando mi mochila en mi hombro.
¿Puedo acompañarte? - dijo con una dulce sonrisa, lo que hizo que me estremeciera.
Claro.
Después de unos minutos llegué a mi casa, me despedí de Zac, era un chico encantador, y que siempre llevaba aquella dulce sonrisa cuando hablaba conmigo, ¿pero qué digo? No me voy a hacer ilusiones, un chico como él nunca estaría con una chica como yo. Entré en casa y comí, subí a mi habitación y cogí a uno de mis mejores amigos, ¿Puedo soñar contigo? de Blue Jeans. Me senté en el sofá y cogí una manta acomodándome en el sofá, no podía lograr entender como alguien prefería salir de fiesta a estar aquí acurrucada y leyendo un buen libro... Interrumpió mis pensamientos el tono de llamada de mi móvil. En la pantalla venía el nombre de Dafne, lo cogí rápidamente emocionada, no sabía de ella desde hacía una semana y ansiaba por una buena excusa para darme.
¿Dafne? -dije emocionada.
Hola Jessy...
Hola, ¿Qué te ha pasado en toda esta semana? ¿Por qué no has venido al instituto?
Pues verás...
¿Qué? - dije inocente y preocupada.
Estoy en México ahora mismo...
¿Qué? - dije aún más extrañada.
Voy a estar aquí durante un tiempo Jessy...
¿Cómo? ¿Por qué? - dije a punto de llorar.
No, por favor no llores... - dijo ella tropezándose con sus palabras. Esto no pintaba bien- Mi padre encontró trabajo aquí y tuvimos que mudarnos mi madre y yo con él - intenté retener las lágrimas pero mi intento fue fallido, y estallé en llanto. Mi mejor amiga, con la que siempre estaba se había ido, ya no me quedaba nada. Ella era la que siempre me apoyaba en todo y con todos mis problemas y ahora estaba en la otra punta del mundo.
¿Por qué no me avisaste? - dije llorando.
Pensé que... sería peor decírtelo ya que no me dejarías que me fuera y sería peor para las dos - dijo ella, no la veía pero juraría que también estaba llorando.
Daf, yo... - dije llorando.
Tranquila Jessy, nos volveremos a ver lo juro.
Te echaré de menos.
*Al día siguiente*
Caminaba por los pasillos cabizbaja. No tenía ganas de nada, me dolía la cabeza de tanto llorar la pasada noche y tenía unas ojeras enormes y ojos rojos. Cogí los libros de mi taquilla y la cerré encontrándome con Zac detrás de la puerta de esta. Me asusté y él sonrió.
Bueno días - dijo sonriente.
Hola - dije.
¿Qué te pasa? - preguntó. ¿Qué pasa con este chico, que lee la mente o algo?
Nada - mentí empezando a caminar.
Mentira - dijo siguiéndome - Sabes que puedes contármelo.
Yo me detuve, pensé que sería mejor contárselo. Después de soltarlo todo estallé en lágrimas, al mismo tiempo al que él me abrazó para consolarme. Le correspondí el abrazo y llegando a la Tierra, me separé de él avergonzada y me limpié las lágrimas mirándole con una sonrisa forzada.
No estés mal por eso ¿vale?, puedes contar conmigo - dijo sonriéndome. Me estaba dando su apoyo y se lo agradecía muchísimo.
Gracias Zac, enserio - dije a punto de llorar de nuevo.
Eh vale vale, no llores ya está - dijo abrazándome de nuevo. Yo sonreí sobre su hombro.
*******
Me despedí de Zac y miré como se alejaba. Al igual que al final del pasillo por donde iba, divisé a Harry recostado en la pared con los brazos cruzados mirándome. Aparté mi vista de él extrañada, ¿desde cuándo estaba él ahí? Volví a mi taquilla y pude notar como alguien se acercaba, exacto, Harry.
¿Te lo pasas bien con el nuevo eh? - dijo recostándose en las taquillas con su mirada fija en un punto del sitio. Yo le miré seria, no tenía ganas de hablar con él y menos para que se burlara de mí.
¿Espero a que se te pase el calentón para decirte o...? - dijo sonriendo y mirándome.
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La típica Nerd (Harry Styles y Tú)
Fanfic"Ser diferente es mostrar que no eres una copia de los demás"