Capítulo 17

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Jessica en multimedia.

Después de media hora en coche, por fin llegué al descampado desde el cual se podían ver las estrellas y la luna justo encima del mar en frente de mí. Hoy había luna llena por lo que el cielo parecía mucho más impresionante. Monté mi telescopio y pude observar algunas constelaciones, como la constelación del cisne, una de mis favoritas.

¿Jessica? – escuché una voz detrás de mí y me sobresalté mirando hacia atrás. Era Zac.

¿Zac? ¿Qué haces aquí? – pregunté confundida. Miré la hora, eran las 12:30 am, ¿tanto tiempo llevaba aquí?

Lo mismo te podría preguntar yo a ti – dijo sonriendo, solo nos iluminaba la luz de la luna y mi pequeña lamparita de mano. Podía observar un pequeño destello en sus ojos.

Estoy… em, este es mi sitio “secreto” – dije haciendo el gesto de comillas con mis dedos y sonriendo.

Pues ya no es tan secreto – dijo riéndose – Siempre vengo a caminar por la costa de noche, me relaja y está todo muy tranquilo siempre.

Sí… opino igual – dije poniendo un mechón de mi pelo detrás de mi oreja. Él se sentó en la pequeña esterilla que tenía sobre el suelo. No paraba de mirarme y empecé a ponerme nerviosa por su contante atención en mí.

¿Qué pasa? – dije sin aguantarme la risa por su cara seria y observadora.

Estás muy guapa – dijo aún serio.

En ese momento me di cuenta de que no tenía puestas las gafas y que me las quité para poder ver a través del telescopio, también sentía el ardor en mis mejillas. Miré al suelo avergonzada sonriendo.

¿Qué me puedes enseñar a través de ese cacharro? – dijo divertido señalando el telescopio.

(…)

Y esa es la constelación de Orión, es la más vistosa de todas las constelaciones y puede verse desde cualquier lugar del planeta, aunque las estrellas de esta constelación cambian de lugar ya que estas están a diferentes distancias de La Tierra. En la mitología griega, Orión era un cazador, pero un escorpión le picó en el talón y lo mató, es por eso que las estrellas del escorpión salen solo cuando Orión se pone –dije explicándole a Zac quien al parecer no estaba disfrutando de la teoría.

Y… voy a parar ya, no quiero que te duermas – dije guiñándole un ojo.

Me has leído el pensamiento – dijo él sin negarlo, lo sabía. Sonreí.

Es asombroso todo lo que sabes de esto – dijo sentándose en la esterilla después de una buena clase de astronomía.

Si… - dije sentándome a su lado – Es mi pasión – le aclaré.

De repente y estropeando el para nada incómodo silencio se empezaron a escuchar pitidos de, al parecer, coches cada vez más fuertes a nosotros. Zac giró la cabeza mirando hacia la carretera cercana a nuestro sitio, serían algunos locos aburriéndose por estos lugares. Que yo sepa por aquí cerca había una famosa discoteca, ya que muchas de las noches que venía aquí sonaba de fondo esa música tan alta que no lograba entender como no quedaba sordo a quien entrase en ella. Se abrió el año pasado y desde entonces las noches aquí no son iguales, pero no pienso abandonar este lugar por una patética y barata discoteca de cuartos. Vimos como un coche se acercaba con las luces parpadeando en el que iban montados unos cuatro o cinco chicos. Por Dios, se iban a matar.

La típica Nerd (Harry Styles y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora