Los Hijos de Cordelia; Diabolik Lovers

Capitulo 1

Había pasado días desde que esa chica había aparecido en mi habitación, cada que entraba ella permanecía ahí simplemente observando.

—Que vergüenza me das, el acostarte con tu propio hijo, jamás te perdonare lo que le hiciste a el conejito —susurro molesta— a ver descuidado a Kanato —suspiro— y a ahogar a Ayato cada que no cumplía tus expectativas —dijo flotando— hubiera deseado ma.. ¿Sabes qué es malo escuchar conversaciones ajenas?—susurro la chica viéndome de reojo—

La mire helada, su mirada me daba un poco de escalofríos.

—Lo-lo siento es solo que esta es mi habitación —susurre—

Ella solo suspiro y se levanto, en verdad es una chica muy bella, usaba unos pantalones ajustados que llegaban por debajo de su rodilla color negros de tiro alto, unas botas de tobillo negros de tacón y una playera de manga larga que le llegaba por encima de el ombligo su cabello estaba alzado en una media coleta dejándose unos cabellos por enfrente.

—Tienes razón —susurro— solo me gusta estar aquí en el balcón —susurro—

La mire asustada, ella es muy bella pero ¿quién será? Se parece a esa mujer que he estado viendo en mis sueños y las alucinaciones que he tenido, ¿será ella?

—Como sea, debería irme —dijo con su voz baja u salió por el balcón volando—
—¿puede... Puede volar?—susurre en mi lugar—

Me puse la pijama y no pude dormir por el hecho de que los chicos nunca me han contado sobre ella, ni siquiera sé si nombre.

—¿Quién eres?—susurre viendo el techo— Eres muy hermosa

Diciendo eso poco a poco reconcilie el sueño.

"—donde estoy?—susurre para mí misma—

Escuche risas y vi a cuatro niños jugando entre ellos estaba una chica.

—Ayato, aquí estás —dijo una mujer de cabello largo y ojos verdes con un vestido elegante— entra a estudiar
—Madre pero yo quiero jugar, porque Kanato y los demás pueden jugar y yo tengo que estudiar —dijo haciendo berrinche—
—vamonos de aquí —Dijo el que supongo es Laito—
Esa mujer siguió hablando con Ayato, hasta que él entró corriendo a la mansión.
Se sentó en una banca y llego Kanato.

—mi lindo risueño cántame esa canción que tanto me gusta —dijo con una sonrisa—

Kanato comenzó a cantar y Laito los observaba con una sonrisa cuando no vi de nuevo a esa chica de cabellos lilas, observe la expresión de su rostro estaba molesta, se levanto y camino a un pequeño lugar donde se encontraba una mujer de vestido rojo como antiguo y ese niño era ¿Reiji? Un poco lejos se encontraba Shu con una sonrisa junto con esa chica de ojos dorados tenían un perro con ellos, los dos estaban tan felices cuando la mujer de vestido negro) elegante y la mujer de ojos azules de vestido tipo antiguo se acercaron.

—Shu, ¿qué haces con esa cosa?—dijo observando a el perro—
—Angelina, aléjate de ese niño —dijo la mujer de ojos verdes—
—Madre pero yo quiero jugar con Shu y su mascota —dijo la chica que miraba a Shu con una sonrisa—
—Yo también madre, mi amigo Edgar me lo obsequio y prometí cuidarlo junto con Angelina —Dijo riendo—
—Shu, eres el sucesor de tu padre, no debes distraerte —Dojo la mujer de ojos azules—
—pero madre —susurro Shu—
—No estés con estos niños, tu hermano será el nuevo sucesor de tu padre no puedes estar con los hijos de Beatrix, estarás conmigo ahora mismo —dijo jalando de el brazo a la chica—
—Madre, me estás lastimando —dijo la niña al ser casi arrastrada por su madre—