'No permitiré que ames o seas amada, ya que todos ellos solo podrán amarme a mí'
-Cordelia apuntó de matar a Angelina.
🌻<3 Contenido fuerte ✨🎇.
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Al llegar a esa escuela, donde todo fue un infierno para mi, lo primero que busque fue a mis hermanos, al intentar salir alguien tomo mi brazo.
—¿a donde crees que vas?—sonrío Kou. —Yo... yo iba al baño —sonreí soltándome de su agarre. —Te acompañaré —sonrío. —¿No te molesta que te escuche? —¡No digas cosas raras!—respondí alzando la voz nerviosa. —Iré.. ¡iré rápido! —Te esperaremos afuera para poder llevarte a tu respectivo salón —se aproximó Yuma a mi rostro.
Con nervios asentí y corrí a donde recodaba estaban los baños, me observe en el largo espejo que había, de escucho un escusado, voltee mi rostro y abraze a la persona que salía.
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—¡Yui!—sonreí mientras la abrazaba.
Ella confundida a ese arrepentino abrazo, no lo correspondió.
—¿A-Angelina?—dijo mientras tomaba mi rostro para verme mejor. —Yui.. Yui —puse mi rostro en su pecho. —Me alegra demasiado poder verte después de muchos días. —Sonreí viéndola a los ojos. —¿Donde has estado? Tus hermanos se están volviendo locos, hace poco Ayato y Subaru terminaron golpeándose, Kanato y Laito ya no se soportan y hace poco Reiji intentó matar a Shu, son tan extraños —dijo rápidamente. —¡Vamos con ellos ahora!
Ella tomo mi brazo y intento salir pero la atraje conmigo con fuerza.
—¡No!—Cubrí mi boca— Hay unos chicos llamados Mukami afuera esperando, ve y dile a ellos que estoy aquí, por favor sal después de que yo lo haga Yui —susurre.
Ella tenía tantas preguntas pero tal vez decidió dejarlo así y espero a que yo saliera, con mi sorpresa no estaba solo los Mukami si no, mis adorables hermanos.
—Pero mira, pensamos que habías huido —sonrío Laito. —¡Te he buscado por todo este maldito tiempo!—gritó Ayato acercándose a mi. —Ayato... —me acerqué a el.
Pero para mi sorpresa, la mano de Ruki tomo mi brazo alejándome de Ayato.
—No permitiré que Eva se vaya con ustedes —dijo serio. —¿Acaso eres tonto? —se acercó Ayato. —Es mi hermana, Mukami. —Pero ahora la gatita nos pertenece a nosotros, bien dicen que lo que se ve descuida ya no se regresa —sonrío Kou. —No seas tan egocentrico —respondió robaría apareciendo detrás nuestro. —Subaru.. —sonreí al verlo.
El me observo y cubrió mis ojos.
—No me mires de esa forma tan bonita, tonta —dijo sonrojado. —Oe Subaru, no toques a la gatita —Kou me arrebato de el brazo de Ruki. —¡Me lastimas!—dije molesta. —Deja de gritar —dijo Shu en el piso. —Pero si es el señorito —respondió Yuma. —Tienes suerte de que no haya venido Kanato —dijo Reiji ajustando sus anteojos. —¿Kanato? ¿Porque... no me golpea a mi?—susurro Azusa.
