"El Arrepentimiento Del Último Uchiha" [Sasusaku]

XV. El Agarre.

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Lentamente, y con algo de pesadez, Sakura Haruno comenzó a abrir los ojos, teniendo que cerrarlos por unos segundos mientras se terminaba de acostumbrar a la luz del sol.
Al tener su vista completamente adaptada a la luz la pelirrosa se percató de que se había quedado dormida recordando algunas cosas la noche anterior.

Al observar la habitación también notó que ella había sido la primera en despertar; Kakashi aún permanecía dormido en el sillón de la habitación, Sasuke continuaba inconsciente y Naruto, quien era el encargado de la guardia, se encontraba tirado en el suelo abrazando cariñosamente el pie de su sensei contra su rostro.

Ante tal perspectiva, Sakura soltó una pequeña carcajada e intentó levantarse en silencio, pero al mover uno de sus pies tiró sobre el suelo un pequeño frasco de cristal que contenía un poco agua. Al escuchar el ruido del frasco quebrándose, Naruto y Kakashi comenzarón a despertar.

Aquel ruido fue percibido, inconscientemente, por cierto joven pelinegro.

—¿Nnn? ¿Ya amaneció? ¿Y qué es esto?— se cuestionó un adormecido Naruto, al mismo tiempo que observa el "objeto" que abrazaba.

—Si, parece que te quedaste dormido en tu guardia, y ese es el pie derecho de Kakashi-sensei— respondió Sakura, soltando una pequeña carcajada.

—¿Qué sucede? ¿Ya es de día?— habló Kakashi intentando estirar sus brazos y piernas, pero algo le estorbaba.

—¡Ahhhh!— gritó Naruto, soltando la pierna de su sensei.

—¿Acaso estabas abrazando mi pierna, Naruto?

—No... claro que no, sensei, ¿Por qué haría eso?— respondió un nervioso Naruto.

Kakashi no pudo evitar incomodarse por lo sucedido y se levantó lo más rápido posible del sofá, Naruto hizo lo mismo colocándose al otro lado de la habitación para así estar lo más lejos posible de su sensei.
Luego de aquel malentendido con Hinata, el contacto físico entre Naruto y Kakashi era mucho más incómodo.
Por su parte, la pelirrosa ignoró la incómoda escena y se dirigió a revisar al Uchiha.

—Sakura-chan, ¿Qué le estás haciendo a Sasuke?— preguntó Naruto al ver que Sakura tocaba la frente del Uchiha.

—Ayer por la noche tuvo algo de temperatura, supongo que algo tiene que ver  la humedad en la habitación, así que estoy revisando si ya se encuentra mejor.

—Esta bien, yo iré a despejarme— exclamó Naruto saliendo de la habitación.

Sorpresivamente, los ojos de Sasuke se comenzarón a abrir con lentitud. Al abrirlos por completo observó, borrosamente, que la mano de alguien se encontraba justo sobre su frente; en aquel instante no recordaba el lugar donde se encontraba y qué era lo que había sucedido, ni siquiera sabía cuánto tiempo había estado dormido.
Lo único que tenía en su mente en ese momento era el ruido que había escuchado en el instante en que su el cuerpo de su hermano chocaba contra el suelo.

Por su parte, y debido a que se encontraba centrada en tomar un par de vendas limpias, la pelirrosa no se percató de que el joven pelinegro ya había abierto los ojos.
Sakura colocó las vendas junto al brazo de Sasuke y dirigió su mano de nueva cuenta a la frente del mismo.

Rápidamente, antes de que aquella borrosa mano tocará su frente con quien sabe que intenciones, Sasuke tomó con fuerza el brazo de Sakura, alejándolo de su frente, ocasionando que la pelirrosa soltará un pequeño grito de impresión.

—¡Ahhh!— exclamó Sakura, al sentir que alguien la tomaba por el brazo.

En un abrir y cerrar de ojos, Kakashi ya se encontraba de pie junto a Sakura y sin esperar un segundo, safó su brazo del fuerte agarre que ejercía Sasuke.
Al soltar el brazo de Sakura, luego de reunir las pocas fuerzas que tenía, el Uchiha no oído evitar el cansancio y volvió a desmayarse.

—¿Te encuentras bien, Sakura?— cuestionó Kakashi sin apartar la mirada de Sasuke.

—S-si...— respondió ella, sobando el lugar en donde la había sujetado Sasuke; en su brazo se podía apreciar una marca, y Kakashi pudo notarlo.

—¿Sasuke...?— interrogó Kakashi mirando a su antiguo alumno con curiosidad.

—Creo que se desmayó de nuevo...— informó Sakura calmando su agitada respiración.

Desde dentro de la habitación se comentaron a escuchar pasos provenientes del pasillo que cada vez se hacían más fuertes.
Instantes después, al abrirse la puerta aparecierón Naruto y Sai.

—¿Qué sucede? ¿Sasuke ya despertó?— cuestionó Naruto.

—Algo así, despertó y tomó a Sakura del brazo pero instantes después se volvió a desmayar.

—¿Te encuentras bien, Sakura?— se interesó Sai.

—Si, no fue más que un simple agarre...

—Esta marca no es de un simple agarre— recalcó Sai levantando el brazo de Sakura oara mostrar la marca; la pelirrosa lo bajó lo más pronto posible. —Creo que sería prudente atarlo o esposarlo a la cama.

—¿Qué?— soltó Naruto.

—N-no es necesario hacer eso, fue un simple reflejo— abogó Sakura.

—Con un simple reflejo te generó esa marca y no quiero imaginar que pasará cuando despierte por completo, no podemos arriesgarnos— comenzó a decir Kakashi, sacando unas cintas con las que ataría a Sasuke. —Sai, necesito que le avises a la Hokage lo que sucedió. Yo me encargaré de asegurar a Sasuke a la cama para evitar que vuelva a agarrar a alguien...

Al terminar de hablar Kakashi, Sai salió rápidamente de la casa en dirección a la oficina de la Hokage.
No muy convencido, Naruto se acercó a su sensei para ayudarle a amarrar al Uchiha.

—Sensei, ¿No cree que sí Sasuke despierta, y se siente amarrado, podría reaccionar aún más agresivamente?— comentó Naruto mirando a su sensei.

—Lo sé, Naruto— Kakashi sacó una venda de su bolsillo. —Cubrele los ojos con la venda.

—¿Por qué?— preguntó Sakura.

—No podemos arriesgarnos a que nos atrapé  a alguno de nosotros en un genjutsu con su Sharingan.

Después de unos cuantos minutos, Sai, en compañía de la Hokage, llegarón al lugar donde se encontraban los demás.

—Tsunade-sama, ¿Que hace aquí?

—¡Abuela Tsunade!

—Naruto, Sakura, necesito qué salgan de la habitación un momento, por favor, necesito hablar a solas con Kakashi— les pidió la Hokage.

Ambos jóvenes salierón de la habitación junto con Sai, sin poder protestar.
Los tres permanecierón afuera durante algunos minutos hasta que Kakashi y Tsunade salierón.

—¡Escuchenme claramente ambos! A partir de ahora su labor de vigilancia y de curación ya no son requeridas— les informó la Hokage.

—¿P-por qué?— preguntarón ambos.

—Yo, junto con otros jounin nos haremos cargo de la vigilancia a partir de ahora— agregó Kakashi. —Es un riesgo estar aquí para ustedes qué aún son chunin. A estas alturas, luego del entrenamiento que ha tenido, sí Sasuke intenta algo solamente los jounin podrían controlarlo.

—Naruto aún es genin— agregó Sai, provocando molestia en el joven Uzumaki.

Justo cuando Naruto y Sakura se disponían a reclamar por la decisión tomada sin tomar su opinión en cuenta, la Hokage tomó la palabra de nueva cuenta.

—Kakashi los mantendrá informados sobre todo lo que suceda respecto a Sasuke, y sí alguno de ustedes se llega a quejar no volverán a verlo, ¿Quedó claro?— los amenazó la Hokage mientras se alejaba por el pasillo.

Sakura y Naruto salierón completamente molestos de la casa por la decisión tomada.
Mientras salían, ambos observarón como otros ninjas de Konoha, jounins, entraban a la casa en donde se encontraba resguardado Sasuke...