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Abraham besaba mis pechos y seguia bajando hacia la parte más intima de mi cuerpo.
Me quitó la ropa interior lentamente.

Posó su mano e hizo que en mi cuerpo estallaran fuegos artificiales. Las piernas me temblaban. Gemía a la vez que Abraham aumentaba la velocidad. Exploté en una gran bola de tranquilidad y él se acercó a mi oido.

-  dime que es lo que tu quieres... - dijo con una voz sumamente sexy.

- Que sigas- le dije con la poca voz que me quedaba.

Abraham sacó del bolsillo de su pantalón un preservativo y se lo puso.
Volvió a mirarme esperando a que dijese algo. Asentí dandole permiso para continuar.
Lo introdujo una y otra vez. A la vez que aumentaba la velocidad y más placer recibiamos ambos.

Acercó su boca a la mia y me besó descontroladamente. Era una manera de no hacer ruido. Estando mis padres a unas cuantas puertas de mi habitación.
Terminemos los dos .  Nos tumbemos juntos .

- Ha estado bien- digo.

-  Más que bien. - me sonrie- No te puedes hacer una idea de las ganas que tenía de esto. Te quiero- y lo dijo. Dijo que me queria.

-  te quiero- le respondí. Y de verdad que lo hacia. Él sonrió.

 -¿ descansamos algo?

-Me parece perfecto.

Abraham pasó una mano por mi cintura y me pegó más a él.

-Buenas noches, amor.

- Buenas noches.
Me dio un beso en la frente y acabamos dormidos.

Desperté buscando a Abraham, pero no estaba. Miré el despertador y eran las 8.00am

Enrollé la sabana en mi cuerpo y me dirigí a la ducha. Después de una relajante ducha, me vestí con unos jeans negros y un top amarillo. Me puse mis converse y al salir me encontré a Abraham sentado en la cama.

-Hola . - dijo sonriente- antes que digas nada, lo siento. Creí que era lo mejor. No sé que dirian tus padres si entran y nos ven juntos, desnudos, en tu cama...

-  Ya, ya lo pillo. Y no pasa nada.

- ¿ Estamos bien ?

- No sé, supongo que si. ¿ Qué significa lo de ayer por la noche ?

- Tal vez no quiera esperar a lo que dije en el pueblo.  Pero no será fácil, eso es lo más seguro. Y tiene que ser nuestro secreto. Solo lo podemos saber nosotros dos. Cuando pase unas semanas y arregle unas cosas lo puedes gritar a los cuatro vientos.

-  Eso significa...

- Eso significa que quiero que seas mi novia y yo tu novio. Así que dime , ¿ quieres ser mi mariposa ?

- No. - dije seria. 

-  ¿ No? - me preguntó asustado. 

- Nunca dejas a las personas terminar. Que digo que no podría decir que no ante esa pregunta.

-  ¡ Dios! Creía que ya era demasiado tarde.

-  Nunca será demasiado tarde para ti.- Abraham se lanzó hacia mí y me besó.

- Podríamos repetir lo de esta noche... pero hoy tenemos cosas que hacer y tus padres si están despiertos.

- Que corta rollos eres - le dije riendo. - Anda, vamos a desayunar.

Bajamos a la cocina y mis padres ya estaban desayunando lo de siempre. Ella un café con leche y papá un zumo de naranaja, nunca le había gustado el café, dice que aunque le ponga azúcar, es lo más amargo que ha probado.

- Buenos días .-dijeron .

- buenos días - dije a la vez que Abraham.

- Hoy trabajaremos hasta tarde. Así que no llegaremos hasta las tantas. - dijo mamá.

-  Hemos dejado en la nevera el almuerzo y la cena. Solo tenéis que calentarlo y ya está. - nos dijo papá. Abraham me miró y sonrió pícaro.

Mis padres se fueron a trabajar, lo que significaba que teníamos la casa para los dos solos.

- Sé lo que piensas, pero hoy quería llevarte a un lugar. - dijo el ahora llamado corta rollos.

-¿ Qué lugar ?

- Sorpresa.  Y después haremos lo que tu quieras.

- ¿ lo que yo quiera ?

- Lo que quieras. 

- ¿ sin peros y sin nada ? - pregunté.

-  Tu eliges.

-  De acuerdo, entonces quiero que después tengamos una tarde de manicura, peluquería... - reí ante su cara de espanto.

-  Eso no es lo que yo tenía en mente, pero si es lo que quieres..

-  ¿ qué tenías en mente ?

-  Oh bueno, ya sabes, los dos tumbados en la cama, tapados con tus sábanas de Frozen... - dijo con voz muy sexy -  juntos, muy juntos...- se mordió el labio sensualmente -  y  viendo películas de dibujos. Ya sabes, esas que nos gustan tanto.- terminó riéndose. - Ups es algo tarde, deberíamos irnos - dijo mirando el reloj de pulsera que llevaba en el brazo izquierdo.

Abraham me pasó un casco y él se puso otro. Después me ayudó a subir y puso mis manos en su cintura.

Después de un buen rato en la moto, empezó a bajar velocidad.
 

-Cierra los ojos- me pidió.
Los cerré y apagó la moto. Noté como bajaba y después me cogió de la cintura y me puso de pie .

-  ¿ confias en mí?- asentí - de acuerdo, yo te guio. 

Él me va ayudando a no tropezar. Después se paró.

- ¿ lista?

-  Sí.- respondí.

-  Abre los ojos. - le hice  caso y me quedé sin habla. 

Estábamos delante de la casa a la que íbamos cuando era verano. Aquí pasé unas vacaciones espectaculares.

- ¡ sorpresa ! ¿ te gusta ?

- Me encanta. Recuerdo cuando saltábamos la valla y nos íbamos a la playa.

- ¿quieres entrar ?

-  No podemos. El dueño la vendió y por eso ya no podíamos venir más en vacaciones. - Abraham sacó de su bolsillo unas llaves.

- La compró papá y ahora es mia.

-¿ En serio?

-  si. ¿ Pasamos?

Entramos a la casa  y todos los recuerdos vinieron hacia mí.

- oye- Abraham me miró- ¿ te acuerdas cuándo nos casamos ahí?

-Por supuesto, fue divertido. Recuerdo que los anillos eran dos lazos. Y que los invitados fueron nuestras mascotas.

 Aún tengo el lazo... lo tengo todo guardado en una caja.- Abraham me enseñó su mano y justo en el dedo donde se pone el anillo, tenía un tatuaje de un lazo color azul, como el nuestro.

-  En la mudanza lo perdí, así que decidí tatuarmelo y así lo tendría siempre.

The Eva's ProblemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora