CAPITULO 48.

1.8K 109 3
                                    

CAPITULO 48: GRADUACIÓN.
POV.ABRAHAM
El día había llegado, hoy además de la graduación de Jul, sería la última vez que vería a Eva. Había estado toda la noche en vela, mientras Martina dormía a mi lado. Esta noche por mi cabeza pasaron todos los momentos que Mariposa y yo habíamos pasado juntos, todas las risas, todas sus caricias… Tuve ganas de salir corriendo hacia sus brazos, los que me quitaban todo lo malo de mi vida.
Pero lo pensé mejor, yo era un bruto que lo único que podía darle a ella era momentos duros. Después giré mi cabeza y vi a Martina, ella dormía plácidamente. Ella tampoco se merecía esto que yo le estaba haciendo. Había aceptado sumisamente casarse conmigo, su padre lo único que le dijo que nuestro matrimonio sería una buena y segura inversión de futuro. Con el paso del tiempo ambos nos habíamos tomado cariño, yo solo la veía como una buena amiga y ella a mí como un buen amigo. Yo sabía que ella tenía sentimientos por su mejor amigo y la verdad es que nadie iba a recibir lo que querían de nosotros.

Martina salió del baño y la verdad es que lucía impresionante. En realidad, eso es algo que ella sabía hacer, dominaba muy bien eso del maquillaje. Todo lo contrario a Mariposa, recuerdo cuando ella se quejaba porque no le salía bien el delineado o un ojo le salía mejor que el otro. Pero lo que más me gustaba de ella era que en realidad le daba igual porque como ella decía, y como es, las imperfecciones la hacían perfecta.

Una vez que estábamos los tres preparados, Martina, que sabía donde se celebraba la fiesta, condujo. Mamá era la copiloto y como siempre, me tocó sentarme en los asientos traseros. 
El camino parecía eterno. No veía la hora de llegar a aquel lugar, sería la última vez que la vería y quería observarla bien para poder recordar cada parte de su cuerpo durante toda mi vida.

Ayudé a mamá a subir las escaleras, ya se iba notando el peso de los años. Al otro lado de ella estaba Martina.  Desde aquí podía ver a Jul saludando a todos los invitados que iban pasando a la sala. Cuando nos vio alzó la mano y nos saludó.
- Gracias por aceptar – me dijo.
- Eres mi hermana – aunque en realidad sabía que no solo había venido por eso.
Nos dio un abrazo a cada uno y empezó a hablar de cosas que para mí no tenían importancia. Jul dejó de hablar y empezó a mirar detrás de mí. Parecía emocionada.
- ¿ Esa no es Eva? – le preguntó Martina.
- Lo es. – le contesto. En ese momento me giré para verla acompañada de un chico. Él era un poco más alto que ella, tenía el pelo oscuro y en su nariz brillaba un aro. Ambos subieron las escaleras agarrados por los brazos. Parecía que estaban teniendo una conversación divertida ya que ella no paraba de reír, dios echó tanto de menos eso. Aún no nos habían visto, realmente no se habían fijado en nuestra presencia hasta que Jul los llamó - ¡Eva, me alegro de verte aquí!
- ¿ Qué tal? – preguntó. A Eva siempre le había quedado de lujo el color rojo, y ella lo sabía. Hoy vestía un mono de este tono junto con un cinturón negro. Ella es preciosa, se ponga lo que se ponga. Eva nos saludó a todos, menos a mí. Después nos presentó al acompañante- Él es Isaac - ¿ un qué? Un amigo, un compañero, un primo … Nada, no añadió nada más.
- ¿Cómo estás, Eva?- preguntó mamá- hace mucho tiempo que no nos vemos.
- Estoy bien, gracias. – le contestó.
- ¿Y tus padres? Aún tengo una conversación pendiente con ellos.
- Ellos están como siempre, estoy segura de que estarán encantados de recibirla.
- Tengo una idea mejor- le dijo- Nos hemos mudado de nuevo a la ciudad, Abraham te enviará la dirección, si tus padres están libres, venid este fin de semana a almorzar.
- Claro – dijo. Aunque su cara decía otra cosa.

Pasamos a la sala. Jul nos indicó donde debíamos mirar el lugar donde debíamos sentarnos. Mirando la lista vi que en nuestra mesa estábamos : mamá, Martina, Eva, ese y yo.
En la mesa Eva había acabado en medio de Isaac y mía. Se notaba que no le hacia mucha gracia tener que estar ahí y que en parte lo estaba por obligación.
- Realmente fue divertido- le dijo- No sabia que jugaba tan bien al pádel, la cita de ayer estuvo bastante bien.
- Me alegro te haberte tenido como compañera- dijo el aro, sí, a partir de ahora se llamaría Señor Aro, por la cosa ese que tenía en la nariz – Sino habría acabado con el pelo de color arcoíris.
- Fue un buen castigo. – rieron – Si hubiéramos perdido, ahora mismo seríamos un personaje más de Avatar, la conozco y sé que lo habría hecho.

Intenté ignorar la conversación que tenían, pero era tan duro tenerla al lado y no poder mirarle a los ojos. Martina y mamá hablaban entre ellas y yo solo asentía.

-------------------------------------------------------

¡SORPRESA!

Hoy os traigo un nuevo capítulo !! El próximo no sé cuando será, lo siento. Espero volver a leernos pronto!

The Eva's ProblemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora