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1. La Decisión

¡Ya está! ¡Se acabó! ¡Terminé con todo esto definitivamente! Es sin duda alguna, es la última vez que me arriesgo a ir a una cita a ciegas organizada por mi mejor amiga. Un fracaso total, sí así es como lo llamaría, no, mejor el desastre del siglo para dar un mejor énfasis a lo mal que fue la noche.

¿Por dónde comenzar? Oh bien, comencemos porque el tipo llegó cuarenta y cinco minutos tarde al lugar donde habíamos acordado, no se disculpó y al mirarme solo sonrió y me llamó "mamacita" ¿Qué? ¿Si quiera era latino? No, la respuesta es no. Siguiendo, llegó vistiendo ropa deportiva y yo iba en vestido. Durante toda la noche solo habló de autos y de las chicas con las que había estado, me hizo pagar toda la cena y al final de la noche, cuando ya no pude más y le dije que me iba, me preguntó y cito sus palabras: "¿No quieres ir a casa de mis tíos? Podemos pasar un buen rato"

Maldita seas Jesy, tú y tus prototipos extraños de hombres para una cita a ciegas.

Totalmente cansada y decepcionada me quito los zapatos de tacón lila que traje durante horas y los suelto a un lado de la puerta de mi habitación. Suspiro mientras me tiro a la cama y observo el techo de mi habitación. Manchas de figuras de constelaciones, estrellas y lunas adornan el cielo raso que ya no es de color blanco, debido al paso de los años.

¿Qué es lo que estoy haciendo? Tengo veinticinco años de edad, sigo soltera, aun cuando todas o al menos la mayoría de mis amigas y conocidas ya están casadas, comprometidas y con hijos. Bueno, la mayoría también ha estado con la misma persona desde la secundaría, eso es un punto a considerar. ¿Pero y yo que? ¿Por qué tengo tan mala suerte con los hombres? ¿Será acaso mi baja estatura? ¿El hecho de que no soy rubia? ¿Qué tengo los dientes como un conejo? Sí, me dijeron eso una vez.

Sigo viviendo con mis padres, por el momento, mientras me hagan entrega de la casa que compré hace unos meses en un afán de independizarme de una vez por todas. Tengo un buen trabajo, uno que amo y que me permite vivir cómodamente, tengo una gran familia que me ama y me apoya en todo, tengo excelentes amigos y a mi parecer soy atractiva. ¿Entonces qué demonios es? ¿Acaso tengo un maldito cartel en la frente que dice "no apta para novia"?

¡Por dios, solo quiero formar una familia! ¿Es eso tan difícil? Quiero poder conocer a alguien, amarnos y tener hijos. Porque sí, me encantan los niños y quiero tener los míos. Pero al parecer a mi útero no le agrada ninguno de los participantes que he tenido para la creación del bebé, porque simplemente no logro quedar embarazada.

¿Es que acaso mi cuerpo también me odia?

Bufando, me levanto de la cama y cojo mis cosas para ir al baño y quitarme todo este maquillaje y ponerme el pijama. Ha sido una noche larga y lo único que quiero hacer es dormir y olvidarme del capullo con el que he salido hoy.