30. Dos años

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Despierto adormilada, con la sábana superior de mi cama enredada en el pecho y las demás mantas en el suelo. Mi cuerpo tiene una deliciosa molestia, todo debido a la noche anterior junto a Harry y a lo ajetreada que se volvió. Estiro mi cuerpo, levantando los brazos y moviendo mis piernas, quitando el sueño y la pereza de mí. Me toma un momento darme cuenta de que Harry no está a mi lado. De hecho, el lado donde duerme está vacío y frío, clara señal de que ha levantado hace un rato.

Doy un vistazo a mí alrededor y me doy cuenta de que la luz del sol se cuela por las cortinas mal cerradas y que a mi lado, donde Harry duerme, está mi bata de levantar. Sonrío, sabiendo que fue mi rizado novio quien la puso ahí para mí. Mientras me siento, apoyando mi espalda contra el respaldo, agudizo mi oído para escuchar si Elijah ya se ha despertado y es allí donde me doy cuenta de que mis dos chicos están despiertos y riendo en lo que creo es la cocina.

Me apresuro a levantarme, me coloco la bata y me encamino hacia el baño de mi habitación. Me lavo la cara, me cepillo los dientes y me pongo algo de crema hidratante. Luego, salgo hacia el pasillo caminando descalza hacia la cocina, que es de donde proviene el exquisito aroma a tocino y café, además de las voces de mis hombres.

Pero nada me prepara para lo que veo; En la mesada hay todo un desayuno preparado, elaborado y adornado. Hay una pancarta que dice "Felices dos años juntos" y muchos dibujos de corazones, muchos de ellos claramente hechos por mi niño. Hay un pastel, de chocolate con el número dos y un ramo de flores puesto en un hermoso florero. Me quedo estática en la entrada de la cocina, tanto por la sorpresa como por la emoción.

Mi presencia parece ser notoria, ya que Elijah se voltea hacia la entrada y sonríe al verme.

—¡Mami! —Chilla, alertando a Harry, quien se voltea también. —Hola mami, buen día.

Me pongo en cuclillas frente a mi pequeño niño y abro mis brazos recibiéndolo entre ellos. Beso la parte superior de su cabecita con ternura y le doy una mirada a Harry, quien está frente a la estufa.

—Buenos días mi amor—Saludo a Elijah besándole la frente cuando se separa de mí—¿Dormiste bien?

—Sí mami, papi y yo hicimos el desayuno para ti—dice con orgullo—papi dice que son dos años.

Me río con ternura.

—Así es amor, son dos años desde que papi y mami se hicieron novios.

—¡Que lindo! —Murmura suspirando.

—Buenos días preciosa—saluda Harry acercándose hasta donde estoy.

Elijah se separa de mí, volviendo a la mesada. Dejando de esta manera que Harry pueda ayudarme a levantar y abrazarme en el proceso. Nos movemos un poco para poder darnos un beso y sonrío al volver a refugiarme entre sus grandes brazos.

All For You » h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora