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22. Jesy

Los días posteriores a nuestro regreso de la playa, Elijah y yo nos hemos mantenidos ocupados con nuestras rutinas diarias. Yendo a la escuela, volviendo a casa, cocinando, jugando con Mate, dando largos paseos, cocinando o simplemente viendo películas y relajándonos los dos, como solíamos hacerlo en el pasado.

La presencia de Harry se ha ido desapareciendo lentamente de nuestro entorno. Quedando como un recuerdo de algo que estuvo presente y que fue bueno mientras duró. Monito, ha ido superándolo poco a poco, ya no pregunta por él y normalmente se mantiene ocupado, eso me tranquiliza, ya que no soportaría volver a verlo tan destruido.

De alguna manera, todo el tiempo que ha transcurrido desde lo que sucedió, ha sanado poco a poco las heridas que dejó, las lágrimas que se derramaron y las miles de preguntas que han quedado en el aire, sin respuestas y sin resolver. Tengo que admitir, siendo extremadamente sincera; que extraño a Jesy. Ella ha sido mi compañía y pilar por tantos años, que ahora, el que no esté rondando en casa, saqueando mi nevera, acostándose en el lado opuesto de mi cama e inventando mascarillas caseras para el rostro, es extraño.

Hay momentos, en la madrugada, donde estoy tentada a llamarla. Cuando observo nuestras fotografías en mi teléfono móvil o en las paredes de mi habitación y en los portarretratos que adornan mi hogar. Ha estado presente en cada pequeña y gran etapa de mi vida, en mis decisiones, en mis errores. Me ha levantado del suelo, me ha apoyado cuando más lo he necesitado y me ha regañado cuando ha sido correcto.

Sé que la necesito de vuelta, sé también que lo que hizo no fue hecho de mala manera. Estoy completamente segura de que no quería dañar mi relación con Harry, ni hacernos pasar un mal rato. Ahora lo entiendo, completamente. Jesy siempre ha sido curiosa, extremadamente elocuente cuando algo llama su atención. Ha sido así toda su vida, investiga todo aquello que no puede explicar por sí misma y cuando una idea se cruza en su mente, no descansa hasta que llega a su objetivo. En este caso; el parecido que Elijah y Harry comparten. O mejor dicho, el ADN que los entrelaza.

El tiempo me ha ayudado a entender todo esto. Pero no ha podido borrar las huellas que dejó Harry en mí. Podría parecer estúpido, porque solo estuvimos juntos siete meses, pero ese hombre se metió tan profundo en mi ser, dejó tan impregnada su esencia en mí, que me es casi imposible pensar en que todo esto pasará rápido. Estoy total y absolutamente consiente de que en algún momento, Harry solo será un recuerdo lejano. Una persona que me afectó, que me quiso, a la que yo quise y la cual me hizo feliz. Él siempre será el padre de mi hijo e independiente de que no estemos juntos, de que nos tengamos que seguir viendo en reuniones familiares, en juntas de amigos, en los almuerzos de los domingos, ya nada será igual y eso está bien.

Porque las cosas cambian, al igual que las personas.

Y puede que lo que hayamos tenido haya sido corto, no haya tenido una duración larguísima, pero fue intensa y feliz y esos, son los recuerdos con los cuales voy a quedarme siempre.