11. Sentimientos

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Unas semanas después del incidente con Elijah y las preguntas sobre su padre, todo parece volver a la normalidad. De alguna manera, lo sucedido dejó una herida dentro de mi pecho que se niega a cerrarse, recordándome a diario que a pesar de que Elijah esté olvidando poco a poco lo sucedido, yo tenga la sensación de egoísmo y dolor que le cause.

Es extraño y suele aparecer de la nada, haciéndome sentir miserable.

Para mi suerte, Harry ha estado aún más pendiente de nosotros, nos vemos con más frecuencia y cuando no estamos juntos, nos mensajeamos bastante. Nuestras conversaciones se basan normalmente; en comida, películas, el avance de sus libros y memes, muchísimas imágenes de memes. Hay días en los que nos quedamos hablando hasta entrada la madrugada, enviándonos fotos y teniendo que aguantar las carcajadas contra la almohada para no despertar a mi niño.

Ha sido interesante, de alguna manera, hace tiempo que no me sentía así, que no me daba el tiempo de conversar profundamente con alguien y de conocerlo. Harry por su parte, sigue siendo el mismo caballero que conocí la primera vez, sigue abriéndome la puerta de su camioneta, me ayuda con las bolsas y cada vez que viene a casa, insiste en traer algo. Le he dicho que no es necesario, pero él simplemente me ignora.

Pero hay algo más...hay algo que me ha tenido bastante inquieta y es que todo el tiempo que hemos pasado juntos, ha logrado surgir efecto en mí. Como el hecho, de que cada vez que se acerca, mi corazón comienza a acelerarse, como también me gusta verle sonreír, como de embobada me quedo cuando miro sus ojos mientras me habla o como mi cuerpo entero se estremece, cuando me abraza y besa mi frente. Harry ha tenido un impacto en mí, en mi vida y en mis sentimientos que realmente no esperaba. Y me aterra de sobre manera, porque yo no tengo relaciones, no la he tenido en años. Mi vida se basa simplemente en follar con chicos que sé que no volveré a ver y que no afectarán mi psiquis, ni mi rutina.

Pero con él es diferente.

Y cada momento que pasamos juntos se va haciendo más y más especial, como ahora por ejemplo; estamos sentados en la sala de su casa, Elijah y mate están tirados en la alfombra y nosotros sentados en el sofá. Frente a nosotros se reproduce el rey león y hay varias cosas para picar en la mesa frente a nosotros. Harry tiene su brazo sobre mis hombros y mi cuerpo está apoyado contra el suyo, mis piernas sobre el sofá y mis manos en sus piernas. Me doy cuenta de lo familiar y hogareña que se ve la escena, de lo normal que se siente estar así con él. De lo tibio que se siente su cuerpo contra el mío. Me sonrojo de sobre manera cuando me acomodo mejor y él se acurruca contra mí. Quiero suspirar como una colegiala enamorada, pero me contengo. Tengo veintinueve años ¡por el amor de cristo! Esto no debería sentirse así, yo no debería actuar así. Me recompongo y observo a la pantalla y también a Elijah. Todo está bien, terminando la película nos iremos a casa, llamaré a Jesy y le diré que lleve una bendita botella de vino para que podamos conversar. Necesito sacar esto de mi sistema.

Unas horas después, cuando la película ha acabado, estoy luchando con un inquieto cachorro de ocho meses para colocarle el arnés. Elijah está sujeto a la pierna de Harry, rehusándose a marchar. Me vuelvo hacia él, mis brazos en jarra y observándole duramente.

—Elijah Morris, vamos a ir a casa ahora mismo. Harry tiene cosas que hacer y nosotros tenemos que recibir a tía Jesy.

—Harry dijo que podíamos quedarnos a la cena mami—refuta el pequeño, posicionando sus brazos igual que yo.

Dios, se parece tanto a mí cuando quiere.

—He hablado Elijah, veremos a Harry nuevamente, pronto, lo prometo.

Se vuelve hacia el rizado, sus brazos aún en la misma posición y su rostro fruncido, en total desacuerdo.

—¿Le veremos pronto señor Harry?

All For You » h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora