4. Positivo

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Observo con nerviosismo las cajas que contienen los test de embarazo que Jesy compró para mí en la farmacia que está en la esquina del hotel. Los anuncios, las letras, los colores. Absolutamente todo se me hace extremadamente brillante y demasiado.

Ha pasado una semana desde el procedimiento. Y se supone que desde ayer podría saber con certeza si ha resultado y si he quedado embarazada. Pero he tenido demasiado miedo de hacer las pruebas, he tenido un nudo en el estómago que me encoje al solo pensar que todo esto fue en vano. Que no podré tener un bebé.

Pero Jesy ha tomado cartas en el asunto y ha ido ella misma por las pruebas, una botella de un litro de jugo de manzana y también un chocolate. Me hizo tomar todo el jugo y luego me encerró en el baño con las pruebas. Y es aquí donde estoy.

Nerviosa, asustada, aterrada.

Muerdo mi labio inferior con fuerza, en un intento desesperado de poder calmarme, de dejar de temblar. A la mierda, tomando una gran bocanada de aire cojo las cajas y una a una voy abriéndolas y orinando en ellas cuando el jugo que bebí hace efecto. Cuando he acabado y sé que hice bien las cosas, dejo las siete pruebas en el borde de la bañera y tras lavarme las manos salgo del baño.

Jesy está esperándome en la cama, está comiendo una paleta helada de frambuesa y mira su teléfono. Pero suelta este para levantarse y venir hacia mí.

—¿Listo?

—Sí—suspiro—está hecho, ahora solo hay que esperar un poco.

Nos sentamos en la cama, tomo mi teléfono para revisar mis redes sociales y ver el internet para no saltar hacia el baño o que no termine dándome un colapso por los nervios.

Mamá me envía un mensaje donde pregunta que tal está todo, pero no soy capaz de contestarle, porque realmente no lo sé. Decido que le contestaré dependiendo de que arrojen las pruebas y qué tal va todo en unos minutos.

Han transcurrido exactamente dieciséis minutos desde que salí del baño cuando vuelvo a entrar. Las pruebas resaltando en el borde de la bañera, llamándome. Jesy tras de mí me alienta y yo aún con las extremidades temblorosas me acerco a verlas.

Mi respiración se atasca en mi garganta y mis ojos automáticamente se llenan de lágrimas. Ahogo un grito y llevo mis manos hacia mi boca. Jesy tras de mí jadea cuando me volteo con los ojos brillosos.

—¿Pero que...

—¡Positivo!—Chillo totalmente en shock.

Jesy comienza a gritar también y me abraza fuertemente, diciendo constantemente que será tía, que será la tía más genial del mundo y que ese bebé será el bebé más bonito de todos.

All For You » h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora