Bad Game ||Fillie||

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La voz de Finn comenzó a sonar por todo el club. Millie se sorprendió al oírlo cantar.

Pasaron los minutos y ninguna distorsión se notaba en su voz.

La chica comenzó a impacientarse cuando las canciones iban pasando y Finn seguía cantando igual de bien. Miró a Noah mordiéndose el labio impaciente. Este le puso la mano en el hombro para que se relajase, logrando su cometido.

Llegó la última canción y Millie ya estaba dispuesta a levantarse e ir a hablar con la chica, cuando se oyó un gallo de Finn.

Millie lo miró sorprendida. Todo el club se quedó callado antes de que muchas personas comenzasen a reírse.

La chica sonrió mientras veía como Finn salía corriendo del escenario.

Sadie se levantó preocupada y salió corriendo hacia donde Finn se había ido. Todo el mundo se seguía riendo mientras que Calpurnia bajaba del escenario para ir a ver lo que había pasado con su compañero.

Gaten se levantó también y siguió a Sadie, Caleb le siguió, dejando a Millie y a Noah solos en la habitación.

—¿Crees qué deberíamos ir a ver cómo está Finn? —Le preguntó Millie a su mejor amigo. Noah asintió y corrió hacia donde todos habían ido. Millie lo siguió.

Cuando llegaron detrás del escenario Finn estaba tirado en el suelo, abrazando sus piernas y llorando. Respiraba con dificultad, cosa que preocupaba a Millie.

—¿Qué le pasa? —Preguntó Noah preocupado, intentando acercarse al chico. Sadie se lo prohibió.

—Tiene ataques de pánico. Dejadme espacio —dijo la chica mientras le acariciaba la espalda con cariño.

Gaten cogió del brazo a Millie y tiró de ella hasta llevarla a una esquina. Noah y Caleb los siguieron.

—Nos hemos pasado —dijo el Caleb. Gaten, quien no tenía una sonrisa en la cara, fulminó a Millie con la mirada.

—Deberías haber ignorado la broma. Tú misma dijiste que le había salido fatal. No sé como acepté hacer esto —se tiró de pelo mientras respiraba tratando de calmarse.

—Lo hecho hecho está —Noah defendió a Millie—. No podemos culparnos por lo que hicimos en el pasado. Ya está hecho. Ahora tenemos que ir con Finn.

Los cuatro chicos volvieron con Finn. Sadie había ido a por un vaso de agua y ahora su grupo lo estaba ayudando a calmarse.

El chico ya no lloraba, pero seguía con la cabeza escondida en sus piernas.

Millie se sentía mal por haberle hecho esa broma a Finn. Se acercó a él y se sentó a su lado.

—¿Estás bien? —Le preguntó repitiendo la acción que momentos antes Sadie le había estado haciendo.

El chico levantó la cabeza sorprendido cuando se dio cuenta de que no era su novia quien le hablaba.

—No estoy bien, idiota —Millie separó su mano de la espalda del chico y fulminó con la mirada.

—He venido en son de paz, rana —el chico rodó los ojos.

—Vale... Gracias por preguntar, Millie —dijo el chico intentado sonreír. Millie le sonrió.

—Genial —se levantó del suelo y fue donde estaban Noah, quien miraba a Caleb y a Sadie hablar. La chica intentaba persuadir a Caleb para poder llevarle la bebida a su novio.

—Calb, ahora hablamos. Déjame llevarle el vaso de agua a Finn —Caleb asintió sonriendo y dejó pasar a la chica, quien se acercó a Finn y le tendió el vaso.